Los expertos advierten de que una intensa sesión de ejercicio con los perros después de que hayan ingerido alimento o líquido puede causarles una torsión de estómago, una patología que se debe atender con urgencia
El sobresfuerzo físico favorece la torsión de estómago en perros
Los expertos advierten de que una intensa sesión de ejercicio con los perros después de que hayan ingerido alimento o líquido puede causarles una torsión de estómago, una patología que se debe atender con urgencia
Javier López Villajos - 10-09-2018 - 11:30 H - min.
Aprovechando los últimos días de buen tiempo que ofrece el final de la temporada estival, los dueños de perros suelen emplear más tiempo con ellos en largos paseos y sesiones de juego. Sin embargo, los expertos recomiendan extremar las precauciones, ya que un sobresfuerzo físico del animal una vez que ha comido o bebido puede causarle una torsión de estómago, considerada como un caso veterinario de extrema urgencia.
Los profesionales de la clínica veterinaria Díaz de la Cebosa explican que "la torsión de estómago es una enfermedad de pronóstico muy grave que debe ser tratada con la máxima urgencia, ya que puede acabar con la vida del perro en cuestión de horas", estimando que su tasa de mortalidad está entre el 20% y el 45% de ser atendidos y del 100% si no reciben dicho tratamiento.
RIESGOS A TENER EN CUENTA
La torsión de estómago, explican, “provoca un colapso en el riego sanguíneo, ya que las arterias y venas que discurren por el estómago se estrangulan, impidiendo que la sangre llegue a otros órganos vitales, causando finalmente un shock general en el organismo del animal”.
Si bien las causas exactas de por qué se produce se desconocen, los profesionales indican una serie de factores que predisponen a los perros a sufrir la torsión de estómago entre los que se incluyen las comidas copiosas, que coman rápidamente y que beban abundantemente, las situaciones de estrés durante la ingesta, además de la predisposición genética que experimentan razas como el Mastín, el Dogo, el Pastor Alemán, el San Bernardo o el Doberman junto con perros mestizos de tamaño medio o con características anatómicas determinadas como un tórax profundo.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Los expertos señalan que un perro que experimenta una torsión de estómago se encuentra nervioso e inquieto, tiene ganas de vomitar pero no lo consigue y sufre dolor en la zona abdominal.
Ante este caso, el profesional debe estabilizar al animal mientras descomprime el estómago a través de un sondaje gástrico o por punción, valorando también la opción de la cirugía para garantizar el éxito del proceso con la realización de una gastropexia con la que se evita que el estómago del animal vuelva a sufrir torsiones.
Durante el postoperatorio el perro debe estar en ayunas durante las primeras 12 horas, comenzando inmediatamente después una dieta blanda racionada en pequeñas cantidades. Si la recuperación es favorable, entre las 24 y las 48 horas posteriores a la cirugía, el perro puede volver a casa donde tendrá que seguir con dicha dieta hasta pasado un mes.
Esta información es meramente orientativa. En Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.