Se trata de una de las enfermedades contagiosas más comunes, invasivas y mortales en los perros, según los expertos. Suele ser más común en primavera y verano
El moquillo, un complejo virus que amenaza la salud de los perros
Se trata de una de las enfermedades contagiosas más comunes, invasivas y mortales en los perros, según los expertos. Suele ser más común en primavera y verano
Javier López Villajos - 15-05-2018 - 14:00 H - min.
El virus del moquillo en los perros consiste en una afección común que puede invadir el sistema nervioso del perro, que, de no poseer la vacuna correspondiente, tiene menos probabilidades de sobrevivir. Así lo explica Marta Legido, experta en mascotas y miembro de la Junta del Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) al diario Animal’s Health, comparando el moquillo con el sarampión de los humanos ya que “ambos pertenecen a la misma familia de los Paramixovirus”.
Lo primero y más importante que hay que tener en cuenta, según Legido, es que “el moquillo se puede prevenir con la vacunación”. Por ese motivo, recomienda seguir la pauta establecida con el calendario de vacunación, asegurando que, tras 30 años de experiencia como veterinaria clínica, “cada vez se ven menos casos del virus desde que se vacunan a los cachorros de manera sistemática”, contextualizándolo en los países desarrollados donde “la cultura de la gente sobre el bienestar de los animales es mayor porque los veterinarios también explicamos más”, comenta la experta en mascotas.
CAUSAS
Según Legido, el virus del moquillo se transmite por diferentes clases de secreciones procedentes del animal que está eliminando el virus y que acaba impregnando todo a su paso. “Es una enfermedad que se suele ver más en primavera y verano”, explica la profesional, apuntando que la razón puede deberse a que “la temperatura de esas estaciones favorece que el virus se mantenga más tiempo en el ambiente”.
La experta en mascotas señala que la enfermedad del moquillo puede afectar tanto los cachorros ya que “su sistema inmunitario es inmaduro y todavía no es capaz de protegerse a sí mismo” como a perros mayores debido a la degeneración de su sistema inmunitario, detalla Legido. Y si bien, el virus afecta por igual a diferentez razas, la experta en mascotas señala que los perros braquicefálicos, dada su constitución y riesgos de salud, también son un colectivo de riesgo. Con todo, la profesional señala que el virus también puede afectar a los hurones y a los lobos, además de a los cetáceos, a las focas y a otros mamíferos marinos, calificando este virus como “muy grave”.
SÍNTOMAS
Legido explica que el moquillo es “epiteliotrópico”, es decir, es un virus al que le gustan las células que se multiplican rápidamente. Para la experta, el típico perro que viene con moquillo presenta un “cuadro respiratorio severo”, es decir, el animal llega con tos, estornudos, secreciones purulentas,... También pueden aparecer síntomas digestivos como diarreas y vómitos pero sobre todo, “los perros con moquillo suelen tener mucha fiebre y a veces tienen las almohadillas plantares muy gruesas y duras, algo que pocas enfermedades suelen causar”, matiza Legido.
TRATAMIENTO DE SOPORTE
La profesional detalla que el virus tiene un “tropismo positivo en el sistema respiratorio y en el digestivo, y por último, alcanza al sistema nervioso”. Dándose este último caso, Legido declara que la enfermedad es “difícil de curar y suele ser mortal” y de superarlo, el animal presentaría secuelas ya que “se trata de un virus muy patógeno que hace mucho daño a las células que coloniza”, matiza.
Por tanto, la experta recomienda un “tratamiento de soporte”, basado en antibióticos con el objetivo de que la infección no se complique por una sobreinfección bacteriana. Legido también señala otras opciones como los anticonvulsivantes si aparecen cuadros neurológicos; Interferon y medicamentos de esta familia ya que estimulan la respuesta inmunitaria; o sueros hiperinmune que se extraen de otros animales tras haberlos inmunizado aunque no tenga mucha efectividad contra el virus. “Básicamente hay que confiar que el sistema inmunitario del animal pueda luchar y superar el virus”, concluye Legido.