Han sido encontrados en Reino Unido varios focos de angiostrongylosis canina. Una investigación revela que la sola presencia de un zorro rojo en una zona dispara el riego de infección
El gusano del corazón amenaza la salud de los perros de Reino Unido
Han sido encontrados en Reino Unido varios focos de angiostrongylosis canina. Una investigación revela que la sola presencia de un zorro rojo en una zona dispara el riego de infección
Jorge Jiménez - 23-10-2018 - 14:10 H - min.
Los casos de infección por gusano del corazón (Angiostrongylus vasorum) se están multiplicando en Reino Unido. A lo largo de todo el territorio se están empezando a dar con cada vez más frecuencia perros con dicho parásito. Además, todo apunta a que podrían tratarse de nuevas cepas genéticas. Los focos infecciosos más grandes localizados son la zona sureste de Inglaterra y el sur de Gales. Un estudio de parasitología revela que la simple presencia de un zorro en una determinada zona, supone un incremento de las posibilidades de contagio en perros. Esta situación la agrava la expansión poblacional de zorros en los últimos años en Reino Unido.
El control de la enfermedad en animales domésticos es importante porque entre un 2% y un 5% de los perros y gatos infectados pasan por varias fases de la enfermedad sin dar muestras sintomáticas. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Bristol apunta a que los zorros pueden portar el mismo parásito que afecta a los perros. Esto significaría que los zorros serían una auténtica reserva de parásitos para los perros.
Desde el Royal Veterinary College, de la Universidad de Londres se realizó un estudio del gusano del corazón en las poblaciones de zorro rojo del sureste de Inglaterra durante el año 2016. En el informe que se redactó una vez terminado el estudio se precisó que se habían observado aspectos de la enfermedad tales como la fluctuación estacional de la misma, además de su prevalencia en animales afectados. También se estudió si se daba algún tipo de mutación genética en el parásito. El resultado fue que la infección tenía una prevalencia alta, del 74% en los zorros. Además, se descubrió que la enfermedad ya no sufría fluctuaciones con los cambios estacionales. Esto supone un claro riesgo para los perros británicos, puesto que los zorros suponen un foco de infección durante todo el año.