MARTES, 16 de abril 2024

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MASCOTAS

Las terapias con perros benefician a niños con autismo

Los perros pueden ser una herramienta para las terapias con niños que padecen autismo. El trabajo con estos canes puede ayudarles a aumentar el lenguaje o a mantener más la concentración

Las terapias con perros benefician a niños con autismo

Las terapias con perros benefician a niños con autismo

Los perros pueden ser una herramienta para las terapias con niños que padecen autismo. El trabajo con estos canes puede ayudarles a aumentar el lenguaje o a mantener más la concentración

Isabel Gómez - 02-04-2018 - 14:00 H - min.

El lunes 2 de abril se celebra el Día Mundial de la Concienciación del Autismo. Los perros también pueden intervenir de forma beneficiosa en las terapias que realizan los niños que padecen autismo, convirtiendose en una herramienta que les ayuda a cumplir sus objetivos de aprendizaje. "Los usuarios no mejoran por la presencia del perro, sino que es un complemento a su terapia", distingue Alba Dorda, psicóloga de la Fundación Bocalán en declaraciones exclusivas a Animal's Health. Esta entidad realiza terapia asistida con animales para personas con enfermedades como el autismo, esquizofrenia o parálisis cerebral entre otras.

Otro aspecto importante que destaca es que hay niños que desde un principio aceptan la presencia del perro, en cambio hay otros que no. En estos casos hay que trabajar con el usuario para que experimente la presencia del can como algo positivo.

Otro proyecto diferente que se realiza en España es el de “Corazones azules, patas por el autismo” en Arroymolinos, Madrid. Los perros no curan pero sí ayudan a cumplir los objetivos que se marcan a los niños, explica Israel González, director de la Oficina de Intervención de Terapias Asistidas con Animales de la Universidad Rey Juan Carlos, a Animal's Health.

Esta entidad tiene un convenio de colaboración con Autismo Madrid y un proyecto de 68 sesiones en un ámbito ocupacional y educativo. Lo que se pretende es buscar una estimulación cognitiva, física y comunicativa. También desarrollar y afianzar aprendizajes, trabajar la autonomía personal y mejorar las relaciones interpersonales. Todo esto con un total de 10 niños, divididos en dos grupos de entre 6 y 15 años.

Aunque aún no se ha terminado el proyecto, Israel González sí ve mejorías tras las sesiones. Los informes diarios que se realizan indican que los canes ayudan a los niños que padecen autismo, pero enfatiza que es una enfermedad que no se cura por la presencia de los perros.

Desde la Fundación Bocalán, por su parte, explican que su manera de trabajar depende de los objetivos que se quieran conseguir. Un ejemplo de ello es que si se quieren trabajar las emociones se puede elaborar un cuento donde el can viva diferentes experiencias y exprese diferentes emociones. A partir de aquí, se trabajaría con el niño la identificación y expresión de las emociones, tanto las del perro, como las suyas propias. En este caso, el perro es un motivador más para llamar su atención y un ejemplo para el niño, explica Alba Dorda.

Además, Israel Gonzalez también recalca que este tipo de proyectos no solo dan terapia a los niños autistas sino que también sirven de investigación. "Gracias a esta terapia se puede ver si la presencia de los animales ayuda a conseguir los objetivos más rápidamente, si esos objetivos podrían haberse alcanzado sin un can o de qué forma contribuye la presencia de los perros", explica.

Lo que ambos expertos enfatizan es que el perro es una herramienta de motivación, pero la pieza más importante es el terapeuta. En este sentido, la Fundación Bocalán detalla que en sus terapias se va desligando al niño del perro para que el usuario vaya generalizando el aprendizaje. Desde la Oficina de Intervención de Terapias Asistidas con Animales de la Universidad Rey Juan Carlos se explica, por otro lado, que el can puede moverse libremente durante las sesiones porque la figura principal es el terapeuta.

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