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Dermatitis alérgica en gatos: ¿Por qué se conoce menos que la de los perros?

El Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales ha revisado la bibliografía del síndrome atópico felino y da claves para que los veterinarios mejoren su abordaje

La dermatitis miliar es un signo común del síndrome de la piel atópica felina.
La dermatitis miliar es un signo común del síndrome de la piel atópica felina.

Dermatitis alérgica en gatos: ¿Por qué se conoce menos que la de los perros?

El Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales ha revisado la bibliografía del síndrome atópico felino y da claves para que los veterinarios mejoren su abordaje

Redacción - 23-08-2022 - 12:15 H - min.

Las enfermedades alérgicas felinas presentan problemas desafiantes para los veterinarios, sobre todo debido a la cantidad de patrones de reacción de la piel que tienen los gatos, ninguno de los cuales es específico de la alergia. Además, existe cierta controversia sobre la nomenclatura que debe utilizarse en su descripción.

Para mejorar su conocimiento, el Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales (ICADA) ha publicado 4 artículos de revisión relacionados con la enfermedad alérgica felina.

La investigación sobre las enfermedades de la piel felina de presunta etiología alérgica está muy retrasada respecto a la de los perros alérgicos. En parte, esto puede deberse al hecho de que la dermatitis atópica canina (DA) tiene sorprendentes similitudes con su contraparte humana, y mucha investigación se ha centrado en la enfermedad canina como modelo experimental de esta última.

Otra cuestión que diferencia a la dermatología felina de la de otras especies es que las enfermedades inflamatorias de la piel del gato se presentan con un espectro muy amplio de patrones de reacción, algunos de los cuales parecen ser exclusivos de esta especie.

A este respecto, cada patrón de reacción a su vez puede tener una amplia gama de causas incitantes. Por lo tanto, no se puede esperar que ninguna condición felina en particular muestre manifestaciones similares a los homólogos de la enfermedad en perros o en personas.

No obstante, el Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales ha establecido una nomenclatura: comenzando por el síndrome atópico felino (FAS). Este síndrome abarca una variedad de enfermedades alérgicas que incluyen la piel, el tracto gastrointestinal y el tracto respiratorio.

Estos trastornos incluyen dermatitis alérgica, asma o enfermedades respiratorias y enfermedades gastrointestinales que pueden estar asociadas con una hipersensibilidad a alérgenos ambientales y alimentos, y que pueden coexistir con dermatitis alérgica por pulgas (DAPP).

Por otro lado, está el síndrome de la piel atópica felina (FASS), un síndrome cutáneo inflamatorio y pruriginoso de los gatos que se manifiesta por un espectro de patrones de reacción, que pueden estar asociados con anticuerpos IgE contra alérgenos ambientales. En gatos, tanto la dermatitis alérgica por pulgas como la alergia alimentaria pueden presentarse con signos clínicos que se superponen o son idénticos a los del FASS.

Uno de los diferenciales más importantes del FASS es la dermatitis alérgica a las pulgas, que se debe excluir, aunque todavía no se han desarrollado criterios clínicos específicos para el diagnóstico de DAPP en gatos, ya que los signos no suelen ser muy distintivos, a diferencia de en los perros.

En general, los patrones de reacción involucrados en FASS y sus diferenciales incluyen dermatitis miliar, alopecia/hipotricosis autoinfligida, prurito de cabeza y cuello y complejo de granuloma eosinofílico. Algunos de estos patrones de reacción parecen ser exclusivos de los gatos.

EL SÍNDROME DE LA PIEL ATÓPICA FELINA

Centrándose en el FASS, el Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales cuenta con un diagnóstico clínico basado en la presencia de signos compatibles y la exclusión de otras enfermedades con características clínicas similares. “La eliminación o exclusión de pulgas/alergia a las pulgas, otros parásitos, infecciones y alergia alimentaria es obligatoria antes de llegar a un diagnóstico de FASS”, recuerdan.

En humanos y perros, la dermatitis atópica se asocia típicamente con un rango y distribución limitados de signos clínicos. Sin embargo, las lesiones cutáneas de FASS son mucho más variables en apariencia y menos predecibles en distribución.

Además, a diferencia de los humanos y los perros, se sabe poco sobre las contribuciones de la heredabilidad al FASS. A pesar de las diferencias, los expertos del ICADA apuntan que las pruebas de alergia en gatos son útiles para diagnosticar este síndrome.

En resumen, con respecto a la enfermedad alérgica felina, el ICADA da una serie de conclusiones. “El síndrome atópico felino es un síndrome complejo que involucra múltiples órganos, incluidos los sistemas cutáneo, gastrointestinal y respiratorio”, explican.

Asimismo, recuerdan que, a diferencia de los perros (en los que la enfermedad atópica se manifiesta principalmente con signos cutáneos), el asma puede tener un papel importante en los gatos con FAS, a menudo subestimado por dermatólogos y veterinarios generalistas.

Así, indican que las alergias alimentarias y a las pulgas pueden imitar y/o contribuir a generar cuadros de FAS y FASS, y su papel potencial debe evaluarse antes de que se pueda finalizar un diagnóstico y antes de decidir un enfoque terapéutico.

“Debido a las fuertes similitudes clínicas entre los gatos con alergia alimentaria y con síndrome de la piel atópica felina, si se presentan signos clínicos continuados, se debe excluir la alergia alimentaria mediante uno o más ensayos alimentarios estrictos”, añaden.

En este sentido, los expertos señalan que los signos clínicos extracutáneos pueden ocurrir tanto en gatos afectados por FASS como por FAS y recuerdan que hay evidencia sobre la eficacia de los glucocorticoides sistémicos y la ciclosporina en el tratamiento de dermatitis alérgicas en gatos. “También se dispone de buena evidencia de la eficacia de los glucocorticoides orales e inhalados para el asma felina”, concluyen.

LOS ESFUERZOS DEL SECTOR VETERINARIO POR VISIBILIZAR LAS DERMATITIS ALÉRGICAS EN GATOS

Como destacaba el Comité Internacional de Enfermedades Alérgicas de los Animales, las enfermedades alérgicas en los gatos son menos reconocidas y estudiadas en comparación con las de los perros.

Por ello, desde el sector veterinario se ponen en marcha iniciativas para formar a los veterinarios, como el primer Congreso Centauro, que abordó estas enfermedades.

En el evento organizado por la distribuidora líder en distribución zoosanitaria, que fue todo un éxito de asistencia, el veterinario Isaac Carrasco llevó a cabo una ponencia titulada ‘Diagnóstico y manejo de las dermatitis alérgicas en el gato’, para poner al día a los asistentes en este complejo campo.

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