VIERNES, 17 de enero 2025

VIE, 17/1/2025

MASCOTAS

Demuestran que los perros pueden reconocer el estrés de sus propietarios durante la visita al veterinario y acabarse estresando también

Un nuevo estudio sobre la frecuencia cardíaca demuestra que los niveles de estrés de los propietarios acaban afectando a sus perros

La frecuencia cardíaca de los perros disminuyó a medida que se acostumbraron al entorno de la clínica veterinaria.
La frecuencia cardíaca de los perros disminuyó a medida que se acostumbraron al entorno de la clínica veterinaria.

Demuestran que los perros pueden reconocer el estrés de sus propietarios durante la visita al veterinario y acabarse estresando también

Un nuevo estudio sobre la frecuencia cardíaca demuestra que los niveles de estrés de los propietarios acaban afectando a sus perros

Jorge Jiménez - 08-01-2025 - 08:44 H - min.

Los perros han vivido junto a los humanos durante miles de años. Se han utilizado para cazar, vigilar, pastorear y realizar muchas otras tareas, pero hoy en día actúan principalmente como mascotas. Si bien sus vidas hoy pueden parecer fáciles en comparación con sus antepasados, aún enfrentan muchas situaciones estresantes, incluidas las visitas al veterinario.

Hace un par de años, investigadores franceses demostraron que el comportamiento del propietario de un perro en el veterinario afecta a los niveles de estrés de su mascota. El estudio demostró que el comportamiento negativo del titular, como regañar, aumentaba la ansiedad del perro durante una revisión veterinaria.

No obstante, un nuevo estudio desarrollado por la Queen's University de Belfast señala que hasta ahora nadie había investigado el efecto del estrés del propietario en sus perros en un entorno controlado.

En este sentido, el estudio publicado en Applied Animal Behaviour Science difiere de la investigación anterior, ya que analiza específicamente el efecto del estrés del titular, medido a través de los cambios en la frecuencia cardíaca, sobre el estrés que experimenta su perro cuando está en el veterinario.

En el experimento participaron veintiocho propietarios y sus perros. Tanto los titulares como los perros llevaban monitores de frecuencia cardíaca durante todo el experimento para que pudiéramos controlar y registrar su frecuencia cardíaca y su variabilidad, a fin de medir los niveles de estrés.

Posteriormente, se expuso a los titulares a una intervención que los estresaba o los aliviaba y se controló el efecto que tenía sobre ellos y sus perros. La intervención que causaba estrés consistió en una prueba de estrés digital, que requería que los titulares realizaran una tarea de aritmética mental, así como una tarea de presentación verbal. La intervención que aliviaba el estrés consistió en un video de meditación guiada con respiración de cinco minutos.

“Descubrimos que la frecuencia cardíaca de los perros disminuyó a medida que se acostumbraron al entorno de la clínica veterinaria. Esto sugiere que los veterinarios deberían darles tiempo a los perros para que se acostumbren a la clínica antes de examinarlos. Esto no solo reducirá su estrés, sino que también puede mejorar la validez de cualquier examen o prueba realizada, ya que las mediciones como la frecuencia cardíaca y respiratoria pueden aumentar como resultado de un mayor estrés”, señalan los investigadores.

CONTAGIO EMOCIONAL ENTRE PROPIETARIOS Y SUS PERROS

También, los investigadores descubrieron que los cambios en la frecuencia cardíaca del titular antes y durante el experimento podían predecir los cambios en la frecuencia cardíaca de su perro. “Si la frecuencia cardíaca del propietario aumentaba o disminuía durante el experimento, era probable que la frecuencia cardiaca de su perro también aumentara o disminuyera al mismo tiempo”, señalan.

“Estos resultados sugieren que los perros pueden reconocer el estrés en sus propietarios y esto podría influir en sus propios niveles de estrés, a través del proceso de "contagio emocional". Se trata de un fenómeno en el que las personas y otros animales pueden 'captar' o imitar las emociones y el comportamiento de quienes los rodean, ya sea de forma consciente o inconsciente”, aseguran los investigadores.

Además, señalan que puede indicar que los perros buscan en sus responsables información sobre su respuesta a nuevos entornos. Se pidió a los titulares que no interactuaran con sus perros durante el experimento, por lo que cualquier evaluación del estrés de los propietarios realizada por sus perros se realizó sin comunicación directa entre el propietario y la mascota.

“¿Qué significa esto para el propietario promedio de un perro? Si nuestro estrés tiene el potencial de influir en nuestros perros, entonces debemos tenerlo en cuenta cuando visitamos al veterinario. Si los veterinarios ayudan a los propietarios a sentirse más tranquilos mientras asisten a la clínica, también podrían ayudar a que sus perros se sientan más a gusto”, indican.

Asimismo, los investigadores señalan que un enfoque holístico de la atención veterinaria, donde se tengan en cuenta al animal, a su titular y al medio ambiente, probablemente dé como resultado los mejores resultados en materia de bienestar.

“Lo que se desprende claramente de nuestras últimas investigaciones es que los perros son animales perceptivos que se ven influenciados por el mundo y las personas que los rodean. Las personas que cuidan o trabajan con perros deben tener en cuenta que su propio estrés puede afectar al de sus perros”, concluyen los investigadores.

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