Una encuesta advierte que la crisis económica puede estar afectando a la tenencia de mascotas y a las visitas al veterinario en Estados Unidos
La crisis económica frena el auge de la tenencia de mascotas
Una encuesta advierte que la crisis económica puede estar afectando a la tenencia de mascotas y a las visitas al veterinario en Estados Unidos
Redacción -
02-11-2022 - 11:02 H - min.
El mundo se está enfrentando a una crisis económica impulsada por una ola de inflación que también está afectando a España. En este sentido, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondiente a septiembre, el último mes disponible, marcó una cifra de 8,9%, pero en los últimos meses ha llegado a superar el 10%, marcando récords históricos.
La influencia de la economía tiene efectos en todos los ámbitos, y el de los animales de compañía no es una excepción. Esto parecen indicar los resultados preliminares de la encuesta de datos demográficos y tenencia de mascotas 2022 de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA).
En la encuesta señalan que el gasto en servicios veterinarios de los consumidores con perros y gatos entre 2020 y 2022 ha aumentado. Así, los gastos anuales medios en visitas veterinarias para hogares con un perro aumentaron de 224 dólares en 2020 a 362 euros en 2022. Para los hogares con gatos, los gastos anuales medios en visitas veterinarias fueron de 189 dólares en 2020 y 321 en 2022. En este sentido, el coste medio de una consulta anual de rutina para un perro o un gato fue, respectivamente, de 168 dólares y 141 dólares en 2016, y 192 y 169 dólares en 2022.
El precio que los cuidadores de los animales están dispuestos a pagar (6%) y la falta de dinero (9%) fueron algunas de las razones que mencionaron los propietarios de mascotas para no ver a un veterinario en los últimos dos años. Así, los propietarios sintieron que no necesitaban el servicio (54%), se encargaron ellos mismos (18%), o simplemente consideraron que no valía la pena.
Rosemary Radich, ex-científica principal de datos de la División de Economía Veterinaria de AVMA, en una presentación de la encuesta durante el Foro Económico y Comercial Veterinario AVMA, añade en este sentido que la falta de tiempo o los problemas para acudir a la clínica se citaron menos del 10% de las veces como el motivo por el que retrasaban las visitas al veterinario.
“El valor percibido —lo que el propietario está dispuesto a pagar— es clave para el compromiso del cliente”, afirmó Radich.
Según la encuesta, el tamaño de la población de mascotas de Estados Unidos ha estado creciendo durante los últimos seis años, especialmente en 2020, durante la pandemia de Covid-19, pero este último año se ha estabilizado. Sin embargo, esto parece afectar solo a los perros.
Así, la encuesta muestra que el porcentaje de hogares estadounidenses que poseen al menos un perro aumentó del 38% al 45% entre 2016 y 2020, pero se estabilizó para 2022. Sin embargo, los gatos se están volviendo más populares, y el porcentaje de hogares que tienen al menos uno aumentó ligeramente entre 2016 y 2020, del 25% al 26%, y luego pasó al 29% en 2022.
Durante su charla, Radich destacó las tendencias en la propiedad de mascotas en los Estados Unidos, incluida una disminución en la propiedad de caballos del 0,7% al 0,5% de los hogares entre 2016 y 2022.
El análisis de AVMA muestra que la propiedad de la vivienda y los ingresos del hogar afectan a la tasa de propiedad de perros. “Las poblaciones de perros están esencialmente influenciadas por la economía en general”, explicó Radich.
Tal es así, que la experta señaló que, a medida que los hogares con perros iban creciendo entre 2016 y 2020, surgió un patrón similar en la propiedad de viviendas, que pasó del 63,5% en el primer trimestre de 2016 al 65,3% en el primer trimestre de 2020 y luego aumentó levemente hasta llegar al 65,4% en el primer trimestre de 2022. Algo pasó con la mediana de los ingresos familiares, que pasó de 66.700 dólares en 2016 a 70.800 en 2021, menor que en 2020.
Esta relación se respalda aún más al observar quién está adoptando perros. En 2020, en el punto álgido de la pandemia de Covid-19, las personas que trabajaban de forma remota tenían ocho veces más probabilidades de adquirir una mascota.
“Escuchamos esta narrativa, que las personas que trabajan desde casa tienen más tiempo y potencialmente más dinero debido a que no tienen que viajar, estaban adoptando estas mascotas, y vemos que esto se respalda en los datos”, aseguró Radich.
Los datos de 2020 muestran además que los propietarios de viviendas que ganan más de 100.000 dólares al año tenían tres veces más probabilidades de haber adquirido una mascota. De hecho, las personas que afirmaron que su estado financiero era igual o mejor tenían el doble de probabilidades de haber adquirido una mascota. Por otro lado, las personas menores de 45 años, casadas y con hijos tenían seis veces más probabilidades de adquirir una mascota.
Pero esa tendencia en la tasa más alta de adquisición de mascotas parece estar desacelerándose, según los datos de 2021-22. “Los propietarios de viviendas, las personas con ingresos familiares más altos y las personas que trabajaban de forma remota aún tenían más probabilidades de adquirir una mascota en 2021 o en 2022, pero no vemos números tan altos como en 2020”, apuntó Radich.
La experta considera que la pandemia fue un momento de cambio y transición, como trabajar desde casa en lugar de en una oficina. “Para muchas personas, agregar una mascota a su vida fue parte de ese cambio. Esos días casi han terminado”, afirmó Radich, y la sociedad esencialmente se ha estabilizado.
“Durante un breve período, las personas adquirieron mascotas porque tenían más tiempo. La razón para adquirir mascotas ahora es principalmente por compañía, como era el caso antes de Covid-19”, indicó.
Para Radich, todo esto muestra que la demanda de mascotas depende en gran medida de la economía y el mercado laboral, como trabajo remoto, propiedad de vivienda o ingresos familiares, que se ven afectados por las crisis económicas.
“Para comprender realmente hacia dónde nos dirigimos en el futuro en términos de propiedad de mascotas y poblaciones de mascotas, realmente tenemos que controlar hacia dónde se dirige la economía”, concluye.