El Comité Internacional sobre Enfermedades Alérgicas de los Animales ha publicado una revisión de los factores genéticos, ambientales y alérgenos en la dermatitis atópica canina
Un comité internacional revisa el papel de los factores genéticos y ambientales en la dermatitis atópica canina
El Comité Internacional sobre Enfermedades Alérgicas de los Animales ha publicado una revisión de los factores genéticos, ambientales y alérgenos en la dermatitis atópica canina
Francisco Ramón López -
17-10-2023 - 16:29 H - min.
La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad cutánea inflamatoria hereditaria, generalmente pruriginosa y predominantemente impulsada por células T, que implica una interacción entre anomalías de la barrera cutánea, sensibilización a alérgenos y disbiosis microbiana.
Una revisión de 2015 realizada por el Comité Internacional sobre Enfermedades Alérgicas de los Animales (ICADA), una organización afiliada de la Asociación Mundial de Dermatología Veterinaria (WAVD), concluyó que en el desarrollo de la enfermedad está involucrada una interacción compleja entre el huésped y el medio ambiente.
Teniendo en cuenta el tiempo que ha transcurrido, la ICADA ha decidido realizar una nueva revisión para actualizar el conocimiento disponible sobre el papel de los factores genéticos y ambientales, así como el papel de los alérgenos.
“La evidencia científica era limitada en ese momento, pero con nuevas técnicas, como los estudios de vinculación de todo el genoma, asociación de todo el genoma y estudios de asociación de genes candidatos se esperaba que pudieran identificarse anomalías genéticas relevantes”, apuntan los autores.
Además, recuerdan que se sugirió que estos estudios deberían centrarse en razas y regiones geográficas específicas para aumentar las posibilidades de encontrar asociaciones significativas.
“A pesar de los intensos esfuerzos de investigación, los antecedentes genéticos detallados que predisponen a la DAC y el efecto de una amplia gama de factores ambientales aún necesitan más aclaración”, admiten los autores.
Y es que recuerdan que la dermatitis atópica canina tiene un genotipo complejo que varía entre razas y acervos genéticos geográficamente definidos dentro de cada raza.
No obstante, indican que cinco razas (boxer, bulldog, Labrador retriever, carlino y West Highland white terrier) se consideran predispuestas en todo el mundo y que la prevalencia sigue variando entre regiones geográficas y continentes.
En este sentido, apuntan que los estudios de asociación del genoma completo (GWAS) y las investigaciones sobre biomarcadores genéticos, como los microARN, han proporcionado información nueva.
Así, indican que desde 2015, solo se han realizado 2 GWAS para identificar nuevas regiones genómicas que pueden desempeñar un papel en la función de la barrera epidérmica o en la regulación de la respuesta inmune.
Los resultados han identificado varios microARN que han demostrado desempeñar un papel en la regulación de la expresión génica en células inmunitarias y queratinocitos.
Sin embargo, admiten que se necesitan más estudios para confirmar que estos biomarcadores genéticos son específicos de la DAC y no una regulación positiva causada por otras respuestas inflamatorias de la piel no alérgicas.
Por otro lado, respecto a los factores ambientales, indican que parecen desempeñar un papel. Así, el estilo de vida, especialmente durante la etapa de cachorro, parece tener un impacto importante en el desarrollo del sistema inmunológico”, inciden.
Asimismo, factores como crecer en un entorno rural, el tamaño de la familia, el contacto con otros animales y una dieta basada en carne no procesada pueden reducir el riesgo de desarrollo posterior de DAC.
“Parece que la infección por Toxocara canis puede tener un efecto protector contra la EAc inducida por Dermatophagoides farinae. Los ácaros del polvo doméstico (D. farinae y D. pteronyssinus ) siguen siendo el grupo de alérgenos más común al que reaccionan los perros atópicos”, añaden.
Por último, señalan que, actualmente, los principales alérgenos relacionados con D. farinae en perros incluyen Der f 2, Der f 15, Der f 18 y Zen 1.
A lo largo de los años, la ICADA ha publicado también documentos relativos al tratamiento de la dermatitis atópica canina. En este caso, indican que para el tratamiento de la dermatitis crónica los primeros pasos en el manejo son la identificación y evitación de los factores de exacerbación, así como garantizar que exista una higiene y cuidado adecuados de la piel y el pelaje.
En cuanto al tratamiento farmacológico, indican que los medicamentos más eficaces para reducir el prurito crónico y las lesiones cutáneas son los glucocorticoides tópicos y orales, la ciclosporina oral o el oclacitinib oral (Apoquel, de Zoetis).
Respecto a los glucocorticoides tópicos existe el aceponato de hidrocortisona en formato spray, que es efectivo para mejorar la reducción del prurito, especialmente cuando se reduce la dosis de oclacitinib.
ICADA también menciona la inmunoterapia con alérgenos específicos y las aplicaciones proactivas intermitentes de glucocorticoides tópicos, que son las únicas intervenciones que probablemente previenen o retrasan la recurrencia de los brotes de prurito.
En el caso de la inmunoterapia con alérgenos (ITA), está disponible Letivet Retard, de LETI Pharma, que recientemente demostró su eficacia utilizando pautas de inmunoterapia subcutánea de aumento rápido o acelerado de la dosis (ITAs-R).
Además de estos tratamientos, en los últimos años ha habido también otros avances. Uno de ellos son los anticuerpos monoclonales de Zoetis (Cytopoint), una terapia para la dermatitis atópica canina que cuenta también con la indicación como tratamiento del prurito asociado a dermatitis alérgica.
También, se están proponiendo otras opciones novedosas. Una de ellas es Atopivet Collar, de Bioiberica, que ofrece a los tutores de mascotas una alternativa a los tratamientos tópicos y orales existentes, y que funciona liberando directamente sobre la piel del animal Biosfeen, un extracto lipídico que ha demostrado efectos beneficiosos para la piel tanto en ensayos in-vitro como in-vivo.