Los datos publicados por el Gobierno muestran que los casos de Brucella canis pasaron de sólo tres antes de 2020 a 240 en los últimos tres años
Las asociaciones veterinarias británicas se pronuncian tras dispararse los casos de Brucella en perros
Los datos publicados por el Gobierno muestran que los casos de Brucella canis pasaron de sólo tres antes de 2020 a 240 en los últimos tres años
Redacción - 22-01-2024 - 10:00 H - min.
Varias asociaciones veterinarias británicas han publicado un posicionamiento que incluye 13 recomendaciones y un conjunto de recursos sobre el diagnóstico, las pruebas y el tratamiento de Brucella canis en perros. El documento también pide al Gobierno que endurezca la normativa de importación de mascotas e introduzca pruebas obligatorias apropiadas antes de la importación para cerrar la puerta a esta y otras enfermedades exóticas graves.
Las organizaciones participantes en el posicionamiento son la Asociación Británica de Veterinaria (BVA), la Asociación Británica de Veterinarios de Pequeños Animales (BSAVA), la Sociedad de Cirujanos Veterinarios en Ejercicio (SPVS) y la Asociación Británica de Enfermería Veterinaria (BVNA).
Así, instan a los equipos veterinarios a considerar toda la información clínica disponible junto con los resultados de las pruebas de laboratorio para Brucella canis y a evaluar individualmente el riesgo de los casos al decidir el tratamiento adecuado o las opciones de eutanasia para aquellos perros que dan positivo.
Entre las recomendaciones, se pide a los veterinarios que usen su criterio clínico para tomar una decisión contextualizada con respecto a las pruebas de B. canis, basada en la evaluación de riesgos y las conversaciones con el propietario del animal y todas las partes interesadas relevantes.
Asimismo, explican que se debe informar a los propietarios sobre los costes asociados y los posibles resultados antes de realizar las pruebas para garantizar el consentimiento informado; e instan a utilizar pruebas serológicas de B. canis SAT e iELISA en la mayoría de los casos para determinar el estado de infección de un perro, utilizando muestras de sangre tomadas tres meses después de la posible infección.
“Sin embargo, las pruebas serológicas por sí solas no deben usarse para confirmar la infección, y los resultados deben considerarse junto con evidencia adicional, como signos clínicos, antecedentes de movimiento y probabilidad de exposición a la infección”, señalan.
También aconsejan que se evalúe individualmente el riesgo de los casos al decidir sobre el tratamiento adecuado o las opciones de eutanasia después de la confirmación de la infección por B. canis. La calidad de vida y el impacto potencial en ese perro, otros perros y personas deben tener prioridad sobre la longevidad del animal infectado.
Entre otras recomendaciones, hacen un llamamiento para trabajar para mejorar la conciencia sobre los signos clínicos y los factores de riesgo entre los veterinarios y propietarios de animales para ayudar a controlar y minimizar la propagación de la enfermedad, mientras continúa brindando la atención adecuada a los perros potencialmente en riesgo.
“En los últimos cuatro años, ha habido un aumento en el número de casos identificados de B. canis en el Reino Unido, que anteriormente habían sido esporádicos y aislados. Los datos publicados por el Gobierno muestran que los casos pasaron de sólo tres antes de 2020 a 240 en los últimos tres años. La mayoría de los perros eran importados, habían regresado de unas vacaciones en el extranjero o habían sido criados con un perro importado”, alertan las asociaciones veterinarias británicas.
En 2022, también surgió la noticia del primer caso de transmisión de perro a humano en el Reino Unido, lo que puso de relieve los riesgos para quienes manipulan y tratan a perros infectados y generó niveles de preocupación dentro de los equipos veterinarios, a pesar de ser relativamente bajos.
Anna Judson, presidenta de la BVA señala que “el aumento de los casos detectados de Brucella canis en los últimos años debe tomarse en serio, teniendo en cuenta que el riesgo para los seres humanos, incluso para los equipos veterinarios, se considera bajo en la actualidad”.
“Interpretar los resultados de las pruebas es un desafío y una sola prueba serológica por sí sola no es suficiente para confirmar definitivamente el estado de infección de un perro. Recomendamos que se tengan en cuenta los signos clínicos, los vínculos epidemiológicos y el diagnóstico al evaluar el estado de infección de un perro y considerar qué medidas tomar. Los equipos veterinarios deben seguir tomando las precauciones adecuadas para mitigar los riesgos de perros potencialmente infectados”, apunta Judson.
Por su parte, Carl Gorman, presidente de la BSAVA, indica que la “Brucella canis demuestra los riesgos potenciales que las enfermedades importadas representan para la salud humana y animal. El hecho de que un perro pueda portar la enfermedad sin ningún signo clínico obvio o que los signos clínicos puedan ser ambiguos, crea comprensiblemente un grado de incertidumbre tanto para los veterinarios como para los propietarios de mascotas”.
Ryan Davis, presidente de SPVS, señala que la “Brucella canis es un problema que se debe abordar ahora”. “Si bien la incidencia es actualmente baja, el riesgo para nuestros equipos es muy real, por lo que es crucial tomar medidas antes de que la enfermedad sea endémica. La posición política de la BVA a la que hemos contribuido es un recurso valioso para los equipos, pero debe estar respaldada por la legislación gubernamental”, defiende.
Lyndsay Hughes, presidenta de BVNA, apunta que actualmente “existe mucha preocupación e incertidumbre dentro de la profesión veterinaria con respecto a la incidencia de casos potenciales y reales de Brucella canis, y el riesgo para la salud humana, particularmente dentro de nuestros equipos veterinarios”. “Se debe asegurar a la profesión y al público que este riesgo es actualmente bajo; sin embargo, no podemos ignorar que la incidencia de Brucella canis está aumentando”, concluye.