Los anticuerpos monoclonales son una terapia eficaz y de fácil cumplimiento para perros con dermatitis atópica, y las investigaciones en este campo están ahondando en algunos de sus beneficios
Anticuerpos monoclonales y novedades en el tratamiento de la dermatitis atópica canina
Los anticuerpos monoclonales son una terapia eficaz y de fácil cumplimiento para perros con dermatitis atópica, y las investigaciones en este campo están ahondando en algunos de sus beneficios
Francisco Ramón López - 27-05-2024 - 10:30 H - min.
En 2020, Cytopoint (lokivetmab, de Zoetis), la primera terapia con anticuerpos monoclonales en veterinaria para la dermatitis atópica canina, incorporaba una nueva indicación. Así, al alivio de los síntomas de la dermatitis atópica en perros, se unía el control del prurito para un amplio rango de casos alérgicos caninos: alergia a las pulgas, alergia alimentaria y alergia de contacto.
Cytopoint permite un mejor control clínico al facilitar el cumplimiento (inyectable de cuatro semanas de duración) por parte del propietario (comprimidos de administración diaria) y, además, por su elevada seguridad, está especialmente indicado en el caso de cachorros de menos de 12 meses o cuando existen otras comorbilidades (cáncer, inmunodepresión, etc.).
Algunos estudios incluso han señalado la posibilidad de su uso preventivo. De esta forma, en un estudio experimental, se demostró que una inyección de lokivetmab prevenía casi todas las manifestaciones esperadas de prurito inducidas por alérgenos.
En perros con dermatitis espontánea, la mediana del tiempo hasta el brote después del tratamiento proactivo con lokivetmab fue de 63 días, y una cuarta parte de los perros no presentó ningún brote durante al menos un año mientras recibían monoterapia con lokivetmab.
En los últimos años, también se han llevado a cabo estudios para conocer el funcionamiento de Cytopoint junto a otros tratamientos, como la inmunoterapia subcutánea (SCIT). La inmunoterapia con alérgenos específicos (ASIT) se ha demostrado como eficaz para la dermatitis atópica canina, mientras que la inmunoterapia intralinfática (ILIT) es potencialmente beneficiosa para reducir el tiempo hasta la eficacia clínica.
En este sentido, se llevó a cabo un estudio para comparar la eficacia clínica de ILIT combinada con lokivetmab. En este estudio aleatorizado, doble ciego, 36 perros recibieron seis inyecciones mensuales de ILIT combinadas con tres inyecciones mensuales de lokivetmab (grupo ILIT) o seis inyecciones mensuales únicas de lokivetmab.
Se realizaron evaluaciones mensuales con la escala analógica visual de prurito (PVAS), el índice de extensión y gravedad de la dermatitis atópica canina, cuarta iteración (CADESI-04) y las puntuaciones de medicación (MS).
Como resultado, se observó una disminución significativa en las puntuaciones medias de la escala analógica visual de prurito y el índice de extensión y gravedad de la dermatitis atópica canina en ambos grupos.
Igualmente, el grupo ILIT tuvo una tendencia hacia una mayor puntuación médica. La calidad de vida fue mejor en el grupo de Lokivetmab, y a los 12 meses se observó una respuesta subjetiva de buena a excelente en el 77,8% de los perros del grupo ILIT/SCIT. La eficacia de este protocolo fue comparable con la monoterapia con lokivetmab a los seis meses. Cuando se continuó con ILIT, se observó una respuesta favorable.
Asimismo, se han llevado a cabo otro tipo de estudios para avanzar en el conocimiento de la dermatitis atópica canina y el efecto del lokivetmab en la calidad de vida durante el manejo de esta enfermedad mediante el uso de anticuerpos monoclonales.
Es el caso del cortisol capilar. Y es que no existían estudios que evalúen el cortisol capilar como marcador biológico de estrés y ansiedad en perros con prurito durante el tratamiento de la dermatitis atópica.
Por ello, un grupo de investigadores llevó a cabo una evaluación longitudinal de las concentraciones de cortisol en el cabello, la gravedad de la enfermedad y la calidad de vida en 10 perros con dermatitis durante el tratamiento con lokivetmab.
Los perros fueron evaluados en tres momentos: en la visita inicial el día (D) 0 y en el D28, cuando se administró lokivetmab, y en el D56 para una evaluación adicional. En todos los momentos, el prurito y la gravedad de la lesión se evaluaron mediante PVAS y CADESI-04.
Además, los propietarios completaron un cuestionario de calidad de vida validado y se midieron las concentraciones de cortisol en el cabello a partir de muestras recolectadas de la misma área en cada perro.
A lo largo del estudio hubo una reducción significativa en la escala analógica visual de prurito y una mejora en la calidad de vida de los perros y de los propietarios después de la administración de lokivetmab.
Sin embargo, no hubo diferencias en las puntuaciones de CADESI-04 en los diferentes momentos, aunque se detectó una reducción significativa en los niveles de cortisol en el cabello en el día 56 en comparación con el día 28.
“El cortisol capilar puede ser un marcador útil de estrés en perros con dermatitis atópica. Estos resultados resaltan el impacto negativo de la enfermedad en la calidad de vida de los perros y sus propietarios, y el beneficio positivo de la terapia con lokivetmab”, manifiestan los autores.