Un nuevo estudio ha analizado la contribución de dos especies de garrapatas a la propagación de ehrlichiosis y anaplasmosis en la Península Ibérica y las Islas Baleares
Analizan el riesgo de transmisión de dos bacterias zoonósicas transmitidas por garrapatas en perros de España y Portugal
Un nuevo estudio ha analizado la contribución de dos especies de garrapatas a la propagación de ehrlichiosis y anaplasmosis en la Península Ibérica y las Islas Baleares
Jorge Jiménez - 26-11-2024 - 11:41 H - min.
La ehrlichiosis y la anaplasmosis son enfermedades bacterianas transmitidas por vectores producidas por especies intracelulares de rickettsias del género Ehrlichia y Anaplasma. Se han descrito casos de transmisión zoonósica de Ehrlichia canis y Anaplasma spp. (A. platys y A. phagocytophilum ) y son los principales agentes bacterianos de la ehrlichiosis y la anaplasmosis caninas.
Normalmente presentan un curso asintomático o leve en animales domésticos y salvajes con algunos casos letales descritos. El principal vector de estas enfermedades en Europa son las garrapatas Ixodes ricinus y Rhipicephalus sanguineus, aunque solo en esta última, el principal hospedador es el perro doméstico.
Ahora, un estudio elaborado por las universidades de Salamanca y Córdoba ha aplicado un enfoque integrador para convertir modelos de nicho ecológico (ENMs) en modelos de riesgo de transmisión potencial y comprender la contribución relativa de los dos vectores potenciales (R. sanguineus e I. ricinus) a la propagación de ambas enfermedades en la Península Ibérica y las Islas Baleares.
En cuanto a los resultados, se generaron con éxito dos ENM que cumplían todos los criterios para R. sanguineus e I. ricinus, siendo la huella humana la variable explicativa más relevante.
“La novedad del estudio radica en la combinación de ENM independientes para ambas especies para estimar el riesgo de transmisión de la enfermedad de bacterias específicas (E. canis, A. platys y A. phagocytophilum)”, explican los investigadores.
Asimismo, destacan que solo los mapas de riesgo de transmisión que tenían una mayor contribución de R. sanguineus que de I. ricinus mostraron correlaciones significativas positivas y relevantes entre el riesgo y la seroprevalencia en cualquiera de las dos especies de bacterias.
Con respecto a Anaplasma spp., el mapa con una contribución del 10% de I. ricinus y del 90% de R. sanguineus infirió un 47,4% de perros infectados en áreas de muy alto riesgo. En el caso de E. canis, el modelo mostró un mejor poder de validación (53,4% de perros infectados en zonas de muy alto riesgo).
A modo de conclusión los investigadores apuntan que el enfoque de validación utilizado en este estudio produjo una buena aproximación para comprender la contribución relativa de las dos especies de garrapatas en la transmisión de enfermedades bacterianas en perros en la Península Ibérica y las Islas Baleares.
Además, subrayan que Rhipicephalus sanguineus aparece como el principal transmisor de ambas enfermedades en el área de estudio (90% y 75% para anaplasmosis y ehrlichiosis respectivamente), de acuerdo con su mayor abundancia y preferencia de hospedador.