Una nueva investigación ha estudiado el registro de tumores en mascotas del Archipiélago Canario
Analizan el riesgo de sufrir tumores cutáneos en las distintas razas de perro en Canarias
Una nueva investigación ha estudiado el registro de tumores en mascotas del Archipiélago Canario
Redacción - 05-05-2023 - 10:51 H - min.
Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han publicado un estudio sobre la Epidemiología de los tumores cutáneos de células redondas caninos en el archipiélago canario en España.
“En este estudio, llevamos a cabo un análisis exhaustivo de un Registro de Tumores en Mascotas del Archipiélago Canario (PTR-CA) en España para investigar la epidemiología de los tumores cutáneos de células redondas en caninos”, explican los investigadores.
A partir de una base de datos de 2.526 tumores recogidos entre 2003 y 2020, realizaron un análisis longitudinal de las principales tendencias en diagnóstico, edad, multiplicidad y distribución anatómica, así como un estudio de casos y controles comparando estos casos con la población canina contemporánea del Archipiélago Canario para analizar la distribución de razas.
“De acuerdo con estudios anteriores, encontramos que los histiocitomas afectan principalmente a perros jóvenes y los mastocitos afectan a perros de mediana edad y el grado 1 afecta a edades más jóvenes que tanto el grado 2 como el grado 3”, detallan.
Además, indican que los histiocitomas y los plasmocitomas mostraron una distribución anatómica similar, apareciendo principalmente en las regiones de la cara, la cabeza y el cuello, mientras que los tumores de mastocitos se presentan principalmente en las extremidades y el tronco.
Se encontró un mayor riesgo de tumores de mastocitos e histiocitomas para razas como bulldog, como boxer, Boston terrier y carlino (pug); mientras que los perros chihuahuas mostraron un riesgo significativamente menor.
“Cabe destacar que el presa canario, una raza autóctona, presentaba un bajo riesgo de padecer un tumor de mastocitos, lo que plantea la duda de si se trata de una peculiaridad genética de esta raza o de algún factor zootécnico y ambiental”, concluyen los investigadores en el estudio.
En los últimos años el cáncer se ha convertido en una de las enfermedades más comunes en las clínicas veterinarias, debido, en parte, al aumento de la esperanza de vida e los animales de compañía.
Y es que, las mascotas cada vez viven más años gracias a que sus propietarios les brindan mejores cuidados, e incluso les consideran miembros de la familia.
Por lo tanto, desde el sector de la salud animal, conscientes del gran interés de los titulares de los animales de compañía en ofrecer la mejor atención sanitaria posible a sus mascotas están realizando considerables esfuerzos en la lucha contra el cáncer.
Así, por ejemplo, hay laboratorios como Chemovet, que está estrictamente enfocado en la investigación, desarrollo, promoción y comercialización de medicamentos veterinarios oncológicos, diseñados específicamente para el tratamiento de mascotas, ya que, en muchos casos los veterinarios tienen que recurrir a medicamentos de uso humano.
Por ello, desde este laboratorio trabajan para ofrecer a los veterinarios agentes anticancerígenos orales formulados específicamente para el tratamiento de las mascotas; y ponen de relieve la importancia de tener en cuenta parámetros fisiológicos, patológicos y límites de tolerancia de los animales, que son diferentes de los de las personas.
Asimismo, en el sector de la salud animal se están viviendo grandes avances en la lucha contra los tumores, como es el toglato de tigilanol nueva molécula antitumoral que ya se utiliza en veterinaria para el tratamiento de mastocitomas subcutáneos irresecables y no metastásicos en perros.
Desarrollado por la compañía australiana Qbiotics y comercializado en el mercado veterinario por la compañía de salud animal Virbac con el nombre de Stelfonta, esta molécula permite optar por vías alternativas a la cirugía.
Además, actualmente se está investigando el uso de toglato de tigilanol para tratar el sarcoma de tejidos blandos en humanos.