DOMINGO, 15 de septiembre 2024

DOM, 15/9/2024

MASCOTAS

Analizan los factores que influyen en la seroconversión de la vacuna de la rabia en perros de España

Un estudio en más de 1.000 perros de España ha analizado el estado de la respuesta inmune frente al virus de la rabia en perros de diferentes orígenes y hábitats

Los investigadores han evaluado el nivel de seroconversión de la rabia en un total de 1.060 perros de diversas partes de España.
Los investigadores han evaluado el nivel de seroconversión de la rabia en un total de 1.060 perros de diversas partes de España.

Analizan los factores que influyen en la seroconversión de la vacuna de la rabia en perros de España

Un estudio en más de 1.000 perros de España ha analizado el estado de la respuesta inmune frente al virus de la rabia en perros de diferentes orígenes y hábitats

Francisco Ramón López - 03-04-2024 - 17:13 H - min.

La rabia, una enfermedad viral transmitida por mordeduras de animales infectados que causa encefalitis en humanos y otros mamíferos, es una enfermedad infecciosa desatendida presente en todos los continentes excepto en la Antártida.

España está libre de rabia terrestre desde 1978. Sin embargo, por su situación geográfica, supone un puente para los casos importados desde un continente endémico como es África hacia Europa.

La vacunación antirrábica en perros es una herramienta preventiva imprescindible frente a esta zoonosis. Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza, la UNED y el Instituto de Salud Carlos III ha llevado a cabo un estudio para determinar el estado de la respuesta inmune frente al virus de la rabia en perros de España.

La intención era también demostrar si intervienen varios factores que previamente se han relacionado con la seroprevalencia de esta especie. En este sentido, los autores destacan que se analizaron variables que nunca antes habían sido incluidas en un estudio de este tipo.

En el estudio, se evaluó el nivel de seroconversión de este virus zoonósico en un total de 1.060 animales procedentes de distintas partes de España y de distintos contextos sociales. Se utilizó ELISA indirecto para obtener la titulación de anticuerpos y posteriormente aplicar un análisis estadístico.

Los resultados se clasificaron como nivel alto de seroconversión (>4 UI/mL), recomendado (0,5 a 4 UI/mL), insuficiente (0,125 a 0,5 UI/mL) o indetectable (<0,125 UI/mL). En general, en el estudio, el 66,8% de los animales analizados tenían una protección adecuada contra el virus.

Entre los individuos incluidos, el 58,29% eran machos, el 41,71% eran hembras y el 17,90% habían sido esterilizados. Este procedimiento demostró ser un factor protector, disminuyendo la probabilidad de no protección casi siete veces.

Según los autores, el estado reproductivo de un animal y las hormonas, principalmente la testosterona, influyen en la respuesta inmune. “Esta observación, combinada con el hecho de que los perros no esterilizados, especialmente los machos, tienen un mayor riesgo de morder y que la esterilización es una de las medidas más efectivas para reducir el comportamiento agresivo, podría tener implicaciones muy importantes para las campañas de esterilización”, remarcan.

LOS PERROS CON PROPIETARIO, MUCHO MÁS PROTEGIDOS CONTRA LA RABIA QUE LOS DE REFUGIOS

Con respecto al hábitat, se demostró que los animales que vivían en jaulas (o perreras) tenían una probabilidad 6 veces mayor de estar protegidos que los que vivían en una casa con jardín o en una granja.

Por otro lado, los perros en refugios tenían hasta 20 veces más probabilidades de estar desprotegidos que los perros que asistían a clínicas con sus propietarios o casi 16 veces más probabilidades de estar desprotegidos que los animales entrenados para trabajos de seguridad o rescate.

“Este trabajo demuestra que el lugar de residencia influye en si los perros obtienen la vacuna adecuada contra la rabia. Vivir en perreras representa un factor que disminuye claramente el papel protector de la vacunación en relación con los demás grupos de alojamiento. Es probable que el estrés altere los procesos y funciones inmunes”, apuntan.

En animales procedentes de instalaciones de cría o de experimentación también disminuyó, aunque en menor medida, la probabilidad de no presentar anticuerpos protectores frente al virus.

Considerando el comportamiento de los animales, la probabilidad de no estar protegido aumentó más del doble para los perros más sociables. Más aún al considerar animales de razas peligrosas. El grupo más sociable incluye animales menores de un año y medio que interactúan con mayor frecuencia con niños, adultos y otros perros.

EL TAMAÑO DE LOS ANIMALES TAMBIÉN INFLUYE EN SU TITULACIÓN DE ANTICUERPOS CONTRA LA RABIA

Al comparar las variables estudiadas en todos los animales según el tamaño, se detectó un riesgo 4 veces mayor de no presentar anticuerpos protectores frente al virus en los animales de tamaño mediano que en los pequeños.

Según los autores, observaciones similares se han descrito en un estudio realizado en Suecia, lo que sugiere que esto se debe a factores genéticos. Además, otros consideraron la posibilidad de un secuestro de antígeno a través de la grasa presente a nivel subcutáneo en los sitios donde se aplica con mayor frecuencia la vacuna.

La condición óptima del animal también actuó como factor protector, aumentando hasta casi duplicar la probabilidad de presentar anticuerpos séricos, aunque para la variable origen no se observaron diferencias significativas. Sin embargo, respecto a esta última categoría, cabe mencionar que el número de perros cuyo origen fue Europa del Este representó sólo el 1,07% de los animales, por lo que no fue posible hacer cálculos.

Con respecto a la edad, se observó una mayor protección a medida que aumentaba la edad. Se demostró una tendencia similar para las otras variables cuantitativas, ya que la probabilidad de mostrar protección aumentó a medida que aumentó el número de dosis de vacuna administradas.

“Desde el punto de vista de las autoridades competentes, este estudio ayudará a comprender mejor los diferentes factores que influyen en la consecución de una inmunidad antirrábica adecuada en los perros y a tenerlos en cuenta a la hora de establecer programas de vacunación”, señalan.

El estudio, afirman, se ha llevado a cabo bajo el concepto ‘One health’. Y es que recuerdan que la rabia se previene mediante la sensibilización y la educación. “Teniendo en cuenta las conclusiones extraídas de este estudio, se debe prestar atención al impacto del bienestar animal, garantizando las condiciones óptimas de las instalaciones, para lograr una buena inmunización, así como garantizar un control más riguroso en los puestos fronterizos de la UE enfatizando la importancia no sólo de la vacunación antirrábica sino también de la titulación”, concluyen.

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