Solo el 35% de los propietarios de gatos con enfermedad renal crónica de Portugal cumplieron con el calendario de revisiones establecido por su veterinario
Advierten que la frecuencia de seguimiento veterinario de los gatos con enfermedad renal crónica es inferior a la recomendada
Solo el 35% de los propietarios de gatos con enfermedad renal crónica de Portugal cumplieron con el calendario de revisiones establecido por su veterinario
Francisco Ramón López -
27-11-2023 - 14:38 H - min.
La enfermedad renal crónica (ERC) se ha considerado uno de los trastornos metabólicos más comúnmente diagnosticados en la veterinaria felina, particularmente en gatos de mediana edad y mayores, con una prevalencia general estimada de hasta el 50%, según las diferentes poblaciones de gatos.
Se ha reportado un impacto clínico importante en esta especie doméstica, dada la alta morbilidad y mortalidad asociadas con esta enfermedad, que tiende a aumentar con la edad. De hecho, se ha situado como la causa más frecuente de muerte (13,6%) en gatos mayores de 5 años. La intervención dietética y la hidratación son las piedras angulares del tratamiento de la ERC.
Teniendo esto en cuenta, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio para caracterizar el manejo clínico de la enfermedad renal crónica felina por parte de los veterinarios en Portugal.
Para ello, se diseñó un estudio basado en cuestionarios a veterinarios que hubieran diagnosticado y tratado al menos un caso de ERC felina en el año anterior. Un total de 409 veterinarios respondieron al cuestionario, y aproximadamente la mitad de ellos diagnosticaron entre 2 y 5 casos de ERC felina por mes (53,5%).
En los resultados, los autores señalan que, aunque una alta proporción de ellos informó haber utilizado las directrices publicadas por la Sociedad Internacional de Interés Renal (92,7%), sólo el 19,1% realizó mediciones sistemáticas de la presión arterial sistólica (PAS) en todos sus pacientes.
Asimismo, la dieta renal fue aconsejada por casi todos los encuestados (99,3%), pero el 36,9% de ellos consideró que representaba menos del 75% de la ingesta diaria de alimentos para la mayoría de sus pacientes. Esta intervención dietética a menudo se prescribió independientemente de la etapa (73,4%) y sin una transición dietética gradual adecuada.
Por otro lado, se prescribieron con frecuencia estimulantes del apetito (89,5%), así como un bloqueador de los canales de calcio (41,8%) y un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (59,9%) para controlar la hipertensión sistémica y la proteinuria, respectivamente. La prescripción de un quelante de fosfato también fue común (76,0%).
En cuanto al seguimiento, el 70,9% recomendó que los pacientes estables fueran reevaluados cada 2-3 meses o con mayor frecuencia, pero sólo el 35,7% pudo cumplir con esta periodicidad por limitaciones de los propietarios.
Los hallazgos mostraron que, aunque la mayoría de los encuestados conocen las pautas internacionales para el manejo clínico de gatos con ERC, la medición de la PAS aún debe ser más sistemática para permitir una subestadificación y detección adecuadas de la hipertensión sistémica.
Igualmente, advierten que la frecuencia de seguimiento fue inferior a la recomendada. “Además, la introducción de una dieta terapéutica renal debe perfeccionarse para mejorar su tasa de aceptación”, concluyen.
Este último fin de semana del mes de noviembre, ha tenido lugar en Córdoba el XVIII Congreso Andaluz de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía, en el que la veterinaria Marta Ballesteros, del departamento técnico veterinario de Hill's Pet Nutrition España, ofreció una ponencia sobre la enfermedad renal crónica, concretamente sobre las toxinas urémicas de origen intestinal: cómo influyen y cómo reducirlas en enfermos renales.
En esta línea, Xavier Roura, responsable del servicio de Medicina Interna del Hospital Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona, ya manifestó en una entrevista en ‘De veterinario a veterinario’ de Hill’s, que el enfoque nutricional es lo más importante, destacando el papel del microbioma y el eje intestino-riñón en este ámbito.
Los estudios científicos sustentan el valor de la dieta, que se considera el único tratamiento que ha demostrado mejorar la esperanza y la calidad de vida en perros y gatos con ERC. De hecho, ensayos clínicos aleatorios y controlados han mostrado que proporcionar un alimento dietético renal (Hill’s Prescription Diet k/d) da lugar a mayores tiempos de supervivencia y a una mejor calidad de vida en perros y gatos.
Estudios recientes en perros y gatos con ERC en estadio inicial también han demostrado que incluir en la dieta betaína y una combinación exclusiva de fibras prebióticas (ActivBiome+ Kidney Defense) proporciona efectos beneficiosos, entre otros una reducción de las toxinas urémicas, un aumento de los antioxidantes, una reducción de los marcadores de inflamación y estrés oxidativo, un aumento de las bacterias intestinales beneficiosas y un aumento de la masa corporal.
“Los estudios han demostrado que el microbioma de perros y gatos con ERC es significativamente diferente al de perros y gatos sanos. Esta disbiosis se caracteriza por un cambio del microbioma hacia un metabolismo proteolítico, lo que genera un aumento de la producción de toxinas urémicas a nivel intestinal, una alteración de la barrera intestinal y un mayor daño renal”, explican desde Hill’s.
Por todo ello, la intervención nutricional utilizando niveles controlados de proteína de alta calidad e incorporando betaína y una combinación exclusiva de fibras prebióticas (FOS de cadena corta) actúa sobre el microbioma intestinal aumentando los niveles de antioxidantes, las poblaciones de bacterias intestinales beneficiosas y la masa corporal, y reduciendo al mismo tiempo los marcadores inflamatorios, el estrés oxidativo y los niveles de toxinas urémicas.