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La biodiversidad aumenta el riesgo de tuberculosis en el ganado

Un estudio español ha demostrado que a más variedad de especies en un ecosistema más transmisión de tuberculosis, lo que contradice la teoría del efecto positivo de la biodiversidad en el control de enfermedades

El estudio se llevó a cabo en 45 cotos de caza y dehesas con vacas del suroeste español.
El estudio se llevó a cabo en 45 cotos de caza y dehesas con vacas del suroeste español.

La biodiversidad aumenta el riesgo de tuberculosis en el ganado

Un estudio español ha demostrado que a más variedad de especies en un ecosistema más transmisión de tuberculosis, lo que contradice la teoría del efecto positivo de la biodiversidad en el control de enfermedades

Francisco Ramón López - 24-06-2019 - 14:38 H - min.

Un grupo de investigadores españoles de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Castilla la Mancha han demostrado en un estudio que la riqueza y variedad de especies —en este caso de ungulados: vacas, gamos, ciervos y jabalíes— en la zona mediterránea española, aumenta la transmisión de tuberculosis.

El grupo de investigación sostiene que este descubrimiento pone en duda la aseveración genérica de que la riqueza de especies en el ecosistema siempre modera la transmisión de patógenos, el conocido como ‘efecto de dilución’, sino que en este caso, en este ecosistema y enfermedad concreta, crea un efecto de amplificación, concretamente de un 46% en la competencia de transmisión.

“Nuestros hallazgos proporcionan evidencia de que los aumentos en la biodiversidad no necesariamente reducen el riesgo de enfermedad, al menos en escenarios gestionados”, sostienen. El estudio se llevó a cabo en 45 cotos de caza y explotaciones extensivas de vacuno del suroeste español.

Los resultados demuestran por tanto que la competencia de la comunidad para transmitir y mantener la tuberculosis en ecosistemas más ricos en variedad de especies (entre tres o cuatro) es mayor en comparación con los medios donde solo hay una. Sin embargo, la abundancia de cada una de las especies no tuvo ningún efecto.

Los investigadores han destacado que la infección por tuberculosis presenta una serie de  particularidades que influyen en su patogenicidad y en estos resultados, ya que generalmente se desarrolla de forma crónica, con persistencia a largo plazo en poblaciones y baja inmunidad inducida.

Por lo tanto, esta enfermedad puede inducir un período muy amplio de riesgo de transmisión en el que el contacto directo entre individuos puede favorecer la transmisión tanto por contacto directo como indirecto.

EL JABALÍ, LA ESPECIE QUE MÁS INFECTA

En el estudio, la competencia de transmisión de cada reservorio varió ampliamente entre las especies unguladas, siendo los valores más altos los del jabalí. Además, los investigadores comprobaron que la introducción de hospedadores menos frecuentes pero altamente competentes en la transmisión de la enfermedad aumentó la capacidad de la comunidad para transmitir la tuberculosis.

Como se comentaba, los investigadores defienden que esto no fue atribuible a la abundancia de estos huéspedes más competentes, ya que la infección aumentó sin cambios en la abundancia general o específica del huésped.

Una posible explicación dada por los investigadores es que el modo el modo de transmisión “masivo” de la tuberculosis se beneficiaría del aumento de nichos ofrecidos por una mayor diversidad de hospedadores, lo que también resultaría en un aumento y diversidad de redes de contactos directos e indirectos, lo que evitaría la dilución.

Este escenario se aplica en particular a los patógenos que infectan a múltiples hospedadores como las micobacterias, capaces de persistir en el medio ambiente. Y es que la mayoría de las infecciones con estos patógenos solo afectan físicamente a los huéspedes en etapas muy avanzadas, por lo que no representan un riesgo en la supervivencia de especies en la comunidad durante la mayor parte de su vida.

Por todo esto, los investigadores sostienen que “aunque la riqueza de las comunidades de especies es deseable para la función y la conservación de los ecosistemas, su papel en el control de las enfermedades infecciosas sigue siendo discutible”.

Así, abogan por conocer más detalladamente la ecología de transmisión de un patógeno concreto, para valorar si, efectivamente, la biodiversidad creará un efecto de dilución, algo especialmente a tener en cuenta a la hora de repartir los “escasos recursos” de conservación o salud pública.

En este sentido, abogan por realizar más investigación en cuanto a los mecanismos de transmisión de patógenos en comunidades de varias especies, pues la mayoría de los enfoques que evalúan la epidemiología y la transmisión de patógenos compartidos solo involucran una o dos parejas de especies, sin tener en cuenta los conjuntos comunitarios completos.

 

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