Un grupo de investigadores propone que se apoye a las industrias nacionales de países en desarrollo para que se mejore el acceso y la demanda de vacunas entre los ganaderos pobres del mundo
Estrategias para que ganaderos de países pobres vacunen a sus animales
Un grupo de investigadores propone que se apoye a las industrias nacionales de países en desarrollo para que se mejore el acceso y la demanda de vacunas entre los ganaderos pobres del mundo
Francisco Ramón López - 26-04-2019 - 13:18 H - min.
La mayoría de los pequeños agricultores y las poblaciones marginales en África, Asia y América Latina dependen del ganado para su sustento. Sin embargo, un número significativo de estos animales no alcanza su potencial de producción, mueren debido a una enfermedad o, lo que es más grave para la salud pública, transmiten enfermedades zoonóticas. Se estima que en el mundo existen entre 600 y 900 millones de ganaderos pobres.
Para mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus comunidades, un grupo de investigadores dirigido por la científica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Melbourne, Meritxell Dondaeu, ha publicado un estudio que desgrana una serie de estrategias para mejorar la adopción de la vacunación en estas zonas. Y es que el equipo considera que con vacunas ya existentes se podrían prevenir y controlar algunas de estas enfermedades, pero con frecuencia estos productos no llegan a estas zonas, por lo que consideran que es necesario crear estrategias específicas de adopción de vacunas.
Para llevar a cabo su estudio, los investigadores analizaron informes de organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como del trabajo previo de los autores en el área y otras revisiones bibliográficas y búsquedas en Internet.
Las áreas consideradas para la revisión fueron todas las que forman parte de la cadena de suministro, es decir, la fabricación, la distribución, la adopción por agricultores comerciales y la adopción por pequeños agricultores y poblaciones marginales. De este modo, se omitieron otras áreas, como la investigación, el desarrollo, la ampliación y el registro, pues el estudio solo se aplica a vacunas comerciales ya existentes.
Tras hacer esto, el equipo asegura que ha identificado varias estrategias que tienen el potencial de aumentar la adopción de vacunas entre los ganaderos pobres. Eso sí, estas varían según el tipo de vacunas involucradas, pues los investigadores han descubierto que las estrategias difieren si las vacunas están dirigidas a enfermedades que causan pérdidas económicas, enfermedades controladas por el gobierno o enfermedades desatendidas.
Concretamente esta última fue en la que vieron el “mayor desafío” para mejorar su adopción, ya que son principalmente las enfermedades zoonóticas que producen pocos o ningún signo clínico en los animales, las que dificultan que los agricultores aprecien el valor de las vacunas.
Los investigadores, por tanto, concluyeron que las estrategias de mejora de la adopción en estos países deberían estar centradas en dos campos: aumentar la disponibilidad y acceso a vacunas de calidad, produciéndolas en cantidad suficiente; y aumentar la demanda de los pequeños ganaderos y las poblaciones marginales.
A modo de conclusión, el equipo de científicos cree que, en general, las numerosas estrategias con el potencial de reducir la morbilidad y la mortalidad del ganado, o prevenir las zoonosis en zonas deprimidas comparten puntos comunes, requerirían de la participación de donantes y organizaciones internacionales para estimular y facilitar la adopción sostenible. También se requeriría apoyo para los fabricantes de vacunas nacionales y regionales, especialmente para vacunas contra enfermedades de interés solo en países en desarrollo.