La Federación Ecuestre Internacional ha publicado un informe en profundidad del brote de rinoneumonía equina en España en el que analizan los errores cometidos durante la gestión del evento en el que se desató
Un informe revela los fallos en la gestión del brote de rinoneumonía equina en España
La Federación Ecuestre Internacional ha publicado un informe en profundidad del brote de rinoneumonía equina en España en el que analizan los errores cometidos durante la gestión del evento en el que se desató
Francisco Ramón López -
04-03-2022 - 12:41 H - min.
La Federación Ecuestre Internacional (FEI) ha hecho pública la primera parte de un informe que analiza en profundidad el brote de la forma neurológica del virus del herpes equino (EHV-1), causante de la rinoneumonía equina, sucedido en Valencia en febrero de 2021. Se trató del mayor brote europeo en décadas y el de más envergadura que ha conocido España.
“La FEI se comprometió a realizar una investigación exhaustiva y totalmente transparente de todos los aspectos del brote. Este informe cubre los hallazgos completos de esa investigación, que se llevó a cabo internamente en la sede de FEI e incorpora múltiples informes externos”, apuntan.
La federación admite que “está claro que se cometieron errores”, y todos “deben asumir su parte de responsabilidad cuando corresponda”. “Si, después de un análisis exhaustivo por parte del Departamento Legal de la FEI, se inicia alguna acción legal, los resultados de esos procesos legales se harán públicos en su debido momento”, adelantan.
El informe comienza dando algunas cifras del brote, que provocó la muerte de 18 caballos en Europa continental y casos confirmados relacionados en 10 países: Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Qatar, España, Eslovaquia, Suecia y Suiza.
Esta primera parte del informe cuenta con unas conclusiones firmadas por Göran Åkerström, director veterinario de la FEI, y Grania Willis, consultora ejecutiva. En ellas desgranan, qué es lo que falló en la gestión del brote, y coinciden en que hubo numerosos fallos humanos y no se siguieron las regulaciones.
“Si bien no es posible identificar una sola razón o una sola persona responsable de este gran brote neurológico de EHV-1, la investigación ha encontrado que el brote fue causado por varios factores de riesgo presentes en un espacio y tiempo limitados, la falta de cumplimiento con las regulaciones veterinarias de la FEI, falta de preparación, en combinación con una mala toma de decisiones y falta de cooperación con la sede de la FEI una vez que se confirmó el brote”, afirman.
Las conclusiones son contundentes y aseguran que “la enfermedad en sí no era el problema, sino su manejo”, e insisten en que “desafortunadamente hubo factores, incluido el error humano, que permitieron que el virus se propagara mucho más rápido de lo que lo habría hecho si los protocolos de bioseguridad obligatorios se hubieran seguido correcta e inmediatamente”.
Así, explican que, si los caballos enfermos no se separan de los caballos sanos lo suficientemente rápido, esto permite que los caballos enfermos eliminen el virus y, por lo tanto, contribuyan a la carga viral en las instalaciones, causando potencialmente una propagación mucho más rápida de lo que normalmente se espera en esta enfermedad.
“La notificación a la FEI y a las autoridades veterinarias españolas del brote en Valencia llegó demasiado tarde. La enfermedad ya se había propagado entre la población de caballos en el lugar y se propagó aún más a otros lugares y países al partir los caballos”, afirman.
Para la FEI, el hecho de que los caballos salieran del recinto del CES Valencia “de forma descontrolada” y sin la documentación sanitaria necesaria aumentó el riesgo de propagación del virus.
“Un plan de bioseguridad viable con una separación clara de los caballos enfermos y sanos podría haber significado que los atletas confiaran en los protocolos establecidos y no sintieran que había una necesidad urgente de sacar a sus caballos del lugar lo más rápido posible, lo que habría permitido una salida controlada”, defienden.
Desde la Federación aseguran que las reglas sobre bioseguridad que ya estaban vigentes en el momento del brote eran adecuadas para su propósito, pero su implementación y cumplimiento fue insuficiente.
La FEI continúa explicando que entre las normas con las que contaban los organizadores está la de bloquear caballos enfermos o en contactos, que se incluyó ya en 2020. De hecho, afirman que esa regla fue fundamental para manejar el brote de 2021, ya que significaba que los caballos podían bloquearse en la base de datos.
La federación también señala que hubo una “brecha grave” en la jurisdicción de toda una jornada, entre el momento en el que se canceló el evento el 21 de febrero y el día siguiente, cuando las autoridades veterinarias españolas asumieron la jurisdicción.
“En retrospectiva, la FEI debería haber solicitado permiso a las autoridades españolas para permitir que más veterinarios estuvieran en el lugar más rápidamente. La FEI no envió ayuda antes porque no fueron informados de inmediato de cuán crítica era la situación hasta que un propietario cuyo caballo estaba gravemente enfermo lo alertó”, lamentan.
No obstante, admiten que hubo errores por parte de la federación. “Si bien las reglas vigentes en ese momento eran apropiadas, ha quedado claro en el proceso de redacción de este informe que la supervisión de la FEI de esas reglas y garantizar su cumplimiento por parte de las partes relevantes no fue óptima”, admiten.
Además, añaden que los responsables del evento no estaban preparados. “Debido a que un brote de esta gravedad es muy raro, no hubo suficiente preparación en nuestra comunidad, a pesar de que las Regulaciones Veterinarias de la FEI definen claramente las funciones y responsabilidades de todos los grupos de partes interesadas”, indican.
“Como organismo rector internacional, la FEI tiene que asumir su parte de culpa por educar insuficientemente a nuestra comunidad”, añade, y reconoce que no se contaba con una estructura para garantizar la aplicación. “Nosotros, como comunidad, no estábamos preparados”, insisten.
Entre las medidas para evitar que un brote así vuelva a ocurrir, que se explicarán de forma más ampliada en posteriores partes, la FEI señala que se está valorando establecer la vacunación obligatoria de la rinoneumonía equina en sus eventos.
En este sentido, han adelantado que están evaluando posibles protocolos mundiales obligatorios de vacunación. Eso sí, señalan que actualmente “no hay evidencia científica que respalde” que las vacunas actualmente disponibles en Europa continental protegerían a los caballos o creen inmunidad colectiva protectora.
Para tener un proceso de toma de decisiones basado en la ciencia sobre la obligatoriedad de la vacunación contra el EHV-1, la FEI ha encargado a un experto líder en el campo, el profesor Lutz Goehring, que lleve a cabo un proyecto de revisión sobre si la vacunación obligatoria podría ser efectiva en prevención de brotes de enfermedades neurológicas en eventos deportivos ecuestres internacionales. Los resultados de este proyecto científico se presentarán en el FEI Sports Forum 2022.
ACCEDE AL INFORME COMPLETO DE LA FEDERACIÓN ECUESTRE INTERNACIONAL