Detectan 2 nuevos focos de fiebre del Nilo en caballos en España

A principios de julio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), comunicaba en un informe el primer caso de fiebre del Nilo Occidental en la temporada 2021 de España, correspondiente con un équido centinela de Cádiz. Poco antes se había descartado otro caso en humanos en Sevilla, que resultó ser un falso positivo.

Posteriormente, a mediados de agosto, la Junta de Andalucía confirmaba hasta tres casos  humanos de menigoencefalitis causada por el virus del Nilo Occidental en los municipios sevillanos de Coria del Río y Villamanrique de la Condesa. Uno de los afectados falleció. 

Sin embargo, el virus sigue extendiéndose esta temporada por la región andaluza, y ya se ha detectado el primer positivo en la localidad de Huelva, en esta ocasión, al igual que en Cádiz en un équido de la localidad de Gibraleón. Además, han comunicado otro en Sevilla, en el municipio de Aznalcázar.

Así lo acaba de comunicar el MAPA en un nuevo informe hecho público este miércoles 25 de agosto, en el que explica que el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete confirmaba el pasado día 17 estos dos resultados positivos en 2 équidos que mostraron signos compatibles con la enfermedad. Los équidos han obtenido resultado positivo por ELISA de IgM.

EN 2020 SE NOTIFICARON 139 FOCOS DE VIRUS DEL NILO EN CABALLOS

Los focos comunicados hoy suponen el segundo y tercer foco tras el caso de Cádiz, una cifra muy lejana (aunque aún queda bastante temporada por delante) de los casos en équidos de 2020, que sumaron, según información del Ministerio de Sanidad, un total de 139 focos equinos, mayoritariamente en Andalucía (125), Extremadura (7), Cataluña (6) y la comunidad Valenciana (1).

El informe del MAPA explica que la fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad endémica en ciertas zonas de España de origen vírico, y transmitida mediante la picadura de mosquitos (género Culex). Afecta principalmente a aves, si bien también puede afectar a équidos y personas.

Aunque la enfermedad suele cursar de forma asintomática tanto en caballos como en personas, un pequeño porcentaje puede desarrollar una forma grave de curso clínico caracterizado por un cuadro de encefalomielitis con sintomatología neurológica. En cualquier caso, es importante resaltar que los équidos y las personas actúan de fondo de saco epidemiológico, es decir, no transmiten la infección ni actúan como reservorios del virus.

La detección de estos casos se ha producido gracias a la implementación del Programa nacional de vigilancia de la fiebre del Nilo Occidental en animales aplicado en España, en particular gracias al componente de vigilancia pasiva incluido en el mismo, el cual se basa en la identificación de síntomas compatibles con la enfermedad y comunicación inmediata de la sospecha a los servicios veterinarios oficiales de la comunidad autónoma.

Los resultados del programa de vigilancia en animales sirven a las autoridades de Salud Pública como sistema de alerta precoz de riesgo de infección en personas, con objeto de que puedan adoptar las medidas preventivas adecuadas.