Desarrollan una Escala Grimace para medir el dolor de los burros

La Escala Grimace es un método que permite conocer el dolor que experimentan determinados animales en función de los cambios en las expresiones faciales de los mismos. En el caso concreto de los gatos este sistema puede resultar de gran ayuda, ya que los felinos son una especie experta en ocultar sus problemas de salud.

De hecho, debido a su importancia para el manejo del dolor felino, recientemente la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) lanzó un sitio web para facilitar el acceso a esta escala del dolor, gracias a la colaboración de la Universidad de Montreal y Zoetis, empresa de salud animal que ha apostado por mitigar el sufrimiento de los gatos, impulsando la creación del Comité de Expertos en Dolor Crónico Felino.

Ahora, un equipo internacional formado por investigadores del Departamento de Genética de la Facultad de Veterinaria y del Worldwide Donkey Projects de la Universidad de Córdoba (UCO); de la Universidad de California Davis (UC Davis); y de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad en Animales de San Francisco (San Francisco SPCA), ha dado un paso más en pos del bienestar animal, concretamente del burro, desarrollando una Escala Grimace para estos équidos.

Los objetivos del estudio fueron establecer un etograma —catálogo o inventario de comportamientos o acciones exhibidas por un animal— de los burros, seguido de una Escala Grimace para estos animales que se aplicaría antes y después de su castración.

Además, los investigadores también buscaron comprobar si había una diferencia notable en las puntuaciones del dolor basadas en el conocimiento del observador, su género y experiencia, que pudiera revelar posibles molestias o dolores.

Para realizar el estudio, nueve asnos adultos machos sanos fueron castrados quirúrgicamente, y se seleccionaron 54 fotos de vistas frontales y laterales de la cabeza, así como corporales, tomadas antes y después de la castración.

Los observadores, con conocimientos y niveles de experiencia mínimos o extensos, basados en la educación y las horas al mes pasadas con los burros, puntuaron seis fotos por burro en una escala de 0 a 2 (0 = dolor no presente, 1 = moderadamente presente, 2 = obviamente presente).

Las puntuaciones se basaron en el lenguaje corporal y en los siguientes parámetros faciales: Orejas caídas, orejas hacia atrás, ojos blancos, mirada vidriosa, tensión orbital, forma redonda de los ojos, tensión de las fosas nasales, forma estrecha de los ojos, tensión del hocico, y postura anormal y percepción general del dolor del animal.

El nivel de experiencia y conocimiento, así como el género de manera significativa, afectó la capacidad de los observadores para puntuar las imágenes con precisión.

"El estudio sugiere que los indicadores más significativos de dolor en los burros son la apariencia general y la postura corporal anormal, siempre y cuando sus valores de sensibilidad, especificidad y precisión sean del 63,18%, 62,07% y 62,60%, respectivamente", concluyen los investigadores.