Jefa de Producto de cirugía general abierta, intervencionismo y cardiología de B. Braun VetCare, S.A. España
Mireia Riba
Jefa de Producto de cirugía general abierta, intervencionismo y cardiología de B. Braun VetCare, S.A. España
“El reto es equiparar las técnicas intervencionistas veterinarias con las de medicina humana”
Redacción - 14-09-2020 - 10:07 H - min.
Tendencias como la humanización de las mascotas y el hecho de que los propietarios cada vez estén más dispuestos a invertir en el cuidado de los animales, está generando que el campo de la medicina veterinaria avance a un ritmo positivo.
Un ejemplo son las técnicas intervencionistas, como la ecografía, la endoscopia, o la cirugía de mínima invasión, que al tratarse de procedimientos menos agresivos favorecen una mejor recuperación del paciente y más rápida.
Este es por tanto un ámbito de especialidad muy a tener en cuenta, pues además se espera que el mercado de la mínima invasión crezca exponencialmente en un periodo de 5 a 10 años, acercándose poco a poco a la medicina humana.
Mireia Riba, Jefa de Producto de cirugía general abierta, intervencionismo y cardiología de B. Braun VetCare, S.A. España, reflexiona en una entrevista para Animal’s Health sobre este campo en crecimiento y sus efectos en el sector de la salud animal.
P. La medicina veterinaria cada vez avanza más y es más común ver técnicas que antes solo se realizaban en humanos. ¿Cuáles crees que van a ser las que más van a crecer en un futuro?
R. Según los expertos en la materia, las técnicas diagnósticas y terapéuticas que más van a crecer en la medicina veterinaria durante los próximos años serán aquellas que infringirán el mínimo daño y dolor permitiendo una mejor recuperación y bienestar del paciente. Además de ofrecer tratamientos que alarguen su esperanza de vida.
Entre ellas se encuentran técnicas diagnósticas como la ecografía o la endoscopia, así como técnicas terapéuticas como la cirugía mínimamente invasiva, la cual permite acceder a la región anatómica de interés a través de orificios naturales como en el sistema digestivo o el urinario, o bien mediante la realización de mínimas incisiones.
P. Con la crisis del coronavirus se ha puesto de relieve la importancia del concepto ‘One Health’ ¿Es importante también en el intervencionismo en medicina veterinaria?
R. Bajo mi punto de vista, es sumamente importante. Siempre ha sido relevante el intercambio de conocimientos dentro del ámbito de la veterinaria, así como entre la medicina humana y la veterinaria, pero con la aparición de la pandemia del Covid-19 esta necesidad se ha visto acentuada.
El concepto de ‘One Health’, que tiene como objetivo aumentar la comunicación y la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente nos beneficia a todos, a la vez que permite avanzar más rápidamente en conocimientos y hacer frente a las enfermedades existentes y emergentes.
Además, esta idea de flujo de información adquiere una especial relevancia en las técnicas intervencionistas, puesto que son herencia de la medicina humana y podemos tomar como punto de partida todo el conocimiento ya existente e intentar adaptarlo a nuestro sector veterinario.
P. En Europa y EE.UU. llevan más de 10 años realizando estos procedimientos en animales, ¿qué ha podido frenar su avance en España hasta ahora?
R. Son varias las barreras que han frenado el desarrollo de estas terapias a lo largo de los años, haciendo que fueran muy pocos los especialistas en estas áreas. Algunos obstáculos han sido la necesidad de invertir y formarse en técnicas avanzadas como endoscopia y fluoroscopia, así como la necesidad de dominio de estas técnicas y el elevado coste de los procedimientos y los dispositivos necesarios. Además, la curva de aprendizaje en técnicas intervencionistas es larga y formarse requiere inversión y dedicación.
P. ¿Qué crees que ha cambiado en los últimos años para que las técnicas de mínima invasión estén adquiriendo relevancia dentro de la veterinaria en España?
R. Por un lado, cada vez son más los centros de referencia que apuestan por esta nueva área y ofrecen formación, así como los centros que quieren invertir y formarse en estas técnicas. También existe una creciente tendencia entre los propietarios preocupados por el bienestar de sus mascotas, los cuales están dispuestos a pagar más por estas nuevas terapias y métodos diagnósticos.
No debemos olvidar que cada año se gradúan en nuestro país alrededor de 1.200 veterinarios, mientras que tan solo se generan unos 600 puestos de trabajo en el sector veterinario. Ante esta disyuntiva, una de las pocas soluciones es la especialización. Es aquí donde el intervencionismo representa una nueva especialidad en crecimiento dentro de la medicina veterinaria.
P. ¿Por qué habéis decidido apostar por esta nueva área en B. Braun VetCare, S.A. España?
R. Desde B. Braun VetCare, S.A. en España apostamos por esta nueva área en parte, porque el intervencionismo es core business en B. Braun a través de la división Vascular Systems donde existen dispositivos médicos para esta especialidad. Por otro lado, porque creemos que supone un nuevo horizonte para el futuro de la profesión veterinaria. Lo hacemos lanzando una nueva gama de productos para intervencionismo y cardiología mediante la alianza con la empresa norteamericana Dextronix, especializada en productos veterinarios para intervencionismo.
Desde finales de 2019, hemos firmado un contrato de distribución exclusiva de sus productos para España, Portugal y Andorra. Dextronix presenta un amplio portfolio de productos para cirugía intervencionista y cardiología que abarca desde stents, catéteres, extractores de cuerpos extraños, hasta marcapasos y dispositivos para la monitorización cardiaca.
Dextronix dispone de plantas de fabricación en EE.UU. —donde ocupa la segunda posición en dispositivos especializados para el sector veterinario—, Francia y Alemania, y lleva unos años introduciéndose en el mercado nacional.
El objetivo de B. Braun VetCare, S.A. es ayudar a los veterinarios ofreciendo servicios diferenciales que promuevan el desarrollo de su carrera profesional, así como minimizar las barreras existentes que frenan el número de cirugías mínimamente invasivas realizadas en España. Además de dar soporte logístico, formación, asesoramiento técnico y reducir los tiempos de entrega de los productos, así como ayudarles en la adquisición del equipamiento necesario.
P. ¿Cuál pronosticas que será la tendencia futura en este campo?
R. Actualmente en España son muy pocos los centros que disponen de los recursos para ofrecer estas técnicas, pero la tendencia del mercado es que se incrementen exponencialmente en los siguientes 5 - 10 años.
P. ¿Qué necesita tanto el veterinario como la clínica veterinaria para poder aplicar técnicas de mínima invasión?
R. Para poder realizar estas técnicas, a parte de la formación, se necesita disponer de la tecnología y el conocimiento de su manejo para visualizar el campo quirúrgico. El empleo de endoscopios y fluoroscopios (también llamados arcos C) permiten trabajar “a distancia”. Es decir, el campo operatorio no está expuesto por lo que necesitamos esta tecnología para visualizar el interior de los órganos y vasos sin tener que realizar una incisión.
Si trabajamos con fluoroscopio, el quirófano debe estar protegido frente a la radiación emitida y debemos disponer de material de protección para el personal, así como los dispositivos (stents, catéteres, guías metálicas, etc.) necesarios para cada procedimiento y el equipo de esterilización adecuado (por ejemplo: esterilización por óxido de etileno).
P. ¿Cuáles son las ventajas para el veterinario? ¿Y los beneficios para el propietario y el paciente?
R. Las ventajas de estas técnicas son muchas tanto para el veterinario, como para el paciente y el propietario. A diferencia de la cirugía abierta convencional, permiten acceder a zonas anatómicas donde antes no se podía, así como dar alternativas terapéuticas que alarguen y mejoren la calidad de vida de los pacientes en aquellos casos en los que en el pasado no era posible. Además, al tratarse de procedimientos menos agresivos, que implican generalmente menos tiempo quirúrgico y anestésico, con el objetivo de ejercer el mínimo daño y dolor, hay consecuentemente una recuperación del paciente mejor y más rápida.
P. ¿Son todos los pacientes candidatos a ser sometidos a este tipo de técnicas intervencionistas?
R. Realmente no. Como profesionales de la medicina veterinaria, debemos destacar que no todos los pacientes son candidatos a ser sometidos a técnicas intervencionistas. Es aquí donde radica la importancia de la labor diagnóstica del clínico: detectar cuál es el paciente idóneo para ser sometido a estos procedimientos y hacer un balance entre beneficios terapéuticos y posibles efectos adversos, a la vez que informar al propietario de las posibles complicaciones que puedan surgir.
P. ¿En qué tipo de especialidades es más común aplicar técnicas intervencionistas?
R. Son muchas las especialidades que utilizan este tipo de técnicas. En cardiología, se aplican para la implantación de marcapasos para tratar, por ejemplo, bradiarritmias sintomáticas, shunts portosistémicos intrahepáticos mediante un stent de vena cava y coils, malformaciones congénitas como el ductus arterioso persistente (DAP) mediante oclusores vasculares, etc.
En urología permiten extraer cálculos o bien mantener abierta la luz de las vías urinarias en procesos obstructivos como tumores gracias al uso de stents uretrales y ureterales, entre otros. Algunas especialidades no están tan desarrolladas en medicina veterinaria como en humana. Sería el caso de la neurocirugía mediante mínima invasión, pero ofrecen una futura oportunidad de especialización.
En resumen, podríamos decir que las técnicas más comúnmente utilizadas en nuestro país son: la implantación de stents traqueales, stents uretrales, stents y bypass ureterales, así como el uso de marcapasos.
P. ¿A qué retos se enfrentan los profesionales veterinarios en el ámbito del intervencionismo?
R. Dentro del ámbito del intervencionismo, el principal reto es equiparar las técnicas intervencionistas veterinarias con las de medicina humana. Actualmente están lejos de llegar hasta ese punto, pero cada vez son más los veterinarios que quieren ofrecer los mejores servicios para sus clientes gracias, en parte, a que cada vez existe una mayor demanda de estos servicios en el mercado.
Para concluir, el intervencionismo o el uso de cirugía mínimamente invasiva representa una oportunidad para el desarrollo de la profesión veterinaria. Estas nuevas técnicas ofrecen nuevas especializaciones y dan soporte al futuro de la profesión.
Para más información se puede contactar con el delegado de B. Braun VetCare, S.A. en su zona o consultar en la página web www.bbraun-vetcare.es