Presidente de la Federación Europea de Veterinarios
Rafael Laguens
Presidente de la Federación Europea de Veterinarios
"La sociedad valora mejor al veterinario de lo que el veterinario se valora a sí mismo"
Redacción - 25-06-2018 - 11:00 H - min.
Después de más de una década representando a España a nivel europeo, Rafael Laguens se convirtió en 2015 en el primer español en presidir la Federación Europea de Veterinarios, cargo para el que fue reelegido dos años más tarde. Desde entonces, este experto en seguridad alimentaria ha guiado a la profesión veterinaria europea ante los distintos avatares a los que ha tenido que enfrentarse en los últimos años.
Licenciado por la Facultad de Veterinaria de Zaragoza en 1978, Laguens también es presidente del Colegio de Veterinarios de Soria y entre 2003 y 2007 fue nombrado miembro de la Junta Asesora de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aecosan). Además, también ha trabajado como veterinario Oficial de Salud Pública en San Leonardo, Soria.
En una entrevista en exclusiva para Animal’s Health, Laguens repasa los principales retos de la profesión veterinaria y de la sanidad animal, tanto a nivel nacional como en el entorno europeo.
P. Antes de que llegara usted, ningún presidente de la federación europea había sido español, ¿recuerda cómo le recibieron los miembros de su ejecutiva?
R. La junta se elige al completo por elección. Íbamos todos juntos y nos ayudamos unos a otros, por lo que éramos un equipo cuando nos presentamos y somos un equipo ahora. Además, yo ya estaba en la federación, por lo que siempre me he sentido arropado y he tenido relaciones muy amistosas y directas entre compañeros. Me he sentido siempre en casa. No he tenido ningún rechazo. En mi elección competía con un alemán, y me eligieron con una amplia mayoría, por lo que estoy muy contento.
P. ¿Cómo ha vivido a nivel personal todo este período al frente de los veterinarios europeos? ¿Es difícil compaginar el cargo con su vida personal?
R. Ahora estoy más centrado en la Federación Europea y es complicado compaginar el trabajo con la vida familiar. Pasas mucho tiempo fuera y es duro. Mi familia me ha apoyado y animado en todo momento porque sabe que es un tema que me gusta. La familia es imprescindible porque si la familia no te apoya no podría estar realizando un tipo de actividad como esta.
P. Es un experto en el ámbito de la seguridad alimentaria, ¿no cree que es una faceta del veterinario que la sociedad desconoce en gran medida?
R. Es cierto que es una faceta muy desconocida. Llevamos trabajando en este campo mucho tiempo y no logramos que nos conozcan mejor. La explicación que le doy es que la idea que tiene la sociedad sobre nosotros es que somos médicos de animales y, es verdad que a ello se dedican la mayoría de los veterinarios. Esto provoca que los que se dedican a la seguridad alimentaria tengan menos repercusión. De cara a los medios de comunicación, por su parte, es más atractivo hacer programas de médicos de animales en televisión, por ejemplo, que hacerlo sobre un inspector de alimentos. Esto también influye en que se conozcan más unas facetas que otras.
P. España trabaja para desarrollar especialidades veterinarias que tengan un reconocimiento en toda Europa, aunque a nivel nacional el Gobierno no haya desarrollado las especialidades veterinarias, ¿qué opina sobre esta cuestión?
R. Los dos países europeos que tienen un sistema de especialización más completo, para mí, son Alemania y el Reino Unido, y en ambos casos quienes hacen las especialidades son los equivalentes a los colegios profesionales. Creo que en España el modelo podría ser similar. Y creo que el Consejo está por esta vía. De esta forma, si la propia profesión organiza su sistema, no tiene por qué ser nada malo. En lo que respecta a la especialidad de Salud Pública, la vía MIR tiene una serie de especialidades entre las que no se encuentra la veterinaria. Esto es una deuda pendiente del Sistema Nacional de Salud con la profesión veterinaria española.
P. ¿Cree que es necesario que España unifique los servicios veterinarios dentro de un mismo ministerio? En ese caso, ¿los veterinarios deben depender de Agricultura o de Sanidad?
R. Creo que sería conveniente estar unificados bajo una misma estructura, no sé si en un ministerio o en un organismo autónomo. En la mayoría de los países europeos quien capitanea la estructura es el Ministerio de Agricultura, en otros, como Italia, es el de Sanidad. Personalmente me inclino más por el Ministerio de Sanidad, porque si tenemos en cuenta que la veterinaria es una profesión sanitaria y hablamos del concepto de One Health, me inclinaría más por una protección de la salud integral, incluyendo la de los seres humanos. También hay quien lo ve más claro bajo la óptica de Agricultura. Es un tema polémico en todo caso.
P. Su federación ha lanzado el proyecto VetFutures, sobre los retos de futuro de la profesión. Si tuviera que quedarse con uno, ¿cuál cree que es más prioritario?
R. La promoción de la profesión y los nuevos campos que se tienen que abrir. Quizás adaptarse al futuro es fundamental y a esos nuevos campos que se van a abrir para la profesión en función de la demanda de la sociedad. Creo que ese sería el reto fundamental.
P. En un principio, el proyecto VetFutures se marcaba sus objetivos de cara a un horizonte fijado en 2030. ¿Cómo cree que será la profesión para entonces?
R. La profesión veterinaria será una profesión que tiene que trabajar en equipo, no solamente con otros veterinarios, sino también con otras profesiones y que tiene que profundizar más en el aspecto de asesoría. Porque el veterinario tiene que asesorar más a los ganaderos y a los propietarios de mascotas, en todos los aspectos. Al veterinario del futuro lo veo más como un asesor. Porque en Sanidad lo más importante es prevenir, además de curar. Y para prevenir tiene que haber un asesoramiento y una comunicación.
P. ¿Jugará un papel también en medio ambiente?
R. En el concepto de One Health, el medio ambiente es fundamental, por lo que es otra de las cuestiones en las que el veterinario tiene que incidir más de cara al futuro.
P. Pese a la feminización de la profesión, en Europa, la brecha salarial de los veterinarios es del 28%, y en el caso de España se alcanza el 34%, ¿cómo pueden reducirse estas diferencias?
R. Hay que hacer un análisis más profundo de por qué se produce esa brecha. Reflexionando sobre este tema creo que es un problema más general de la sociedad, que tiene que proteger y mejorar las condiciones laborales de la mujer respecto a los hombres. Sin duda la maternidad es un bien social, y eso hay que protegerlo sin perjudicar a la mujer. Se trata de un tema que es común a todas las profesiones, no sólo a la veterinaria.
P. ¿Por qué medida o proyecto le gustaría ser recordado durante su mandato al frente de los veterinarios europeos?
R. Me gustaría que me recordaran como un amigo, una persona que ha tratado de hacer las cosas lo mejor posible en el tiempo que ha tenido, que ha intentado mantener la fortaleza y la unidad de la federación europea. Me gustaría atraer más a los países que aún no forman parte de la federación de veterinarios, y crear más unión entre los que ya están de cara al siguiente relevo.
P. ¿El siguiente relevo también podría ser español?
R. Es difícil, todos los países quieren tener un presidente o miembros de la junta. Pero nunca se puede descartar nada.
P. ¿Los veterinarios de otros países se sienten más valorados por la sociedad que los españoles?
R. En general hemos detectado que la sociedad valora mejor al veterinario de lo que el veterinario se valora a sí mismo. Pero efectivamente en países donde hay una dificultad económica mayor, o donde no hay una estructura laboral adecuada, la autoestima puede ser menor que en otros países.
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