Catedrático de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid
José Manuel Sánchez-Vizcaíno
Catedrático de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid
“Las vacunas ilegales ponen en peligro la erradicación de la peste porcina africana en Asia”
Jorge Jiménez - 01-03-2021 - 20:22 H - min.
José Manuel Sánchez-Vizcaíno, catedrático de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, se encuentra inmerso en el desarrollo de una vacuna contra la peste porcina africana (PPA), en el proyecto VACDIVA.
Concretamente, Sánchez-Vizcaíno tiene un plazo de aproximadamente más de 3 años para poder tener lista la vacuna que será como un soplo de aire fresco en medio de la pandemia de PPA que está poniendo contra las cuerdas a la sanidad animal mundial.
A pesar de lo apremiante de la situación, el veterinario español lo tiene claro, nunca sacará una vacuna de la que no pueda garantizar su seguridad. Además de la vacuna, Sánchez-Vizcaíno está también buscando otras formas de combatir la enfermedad mediante la detección temprana.
En este sentido, el catedrático repasa para Animal’s Health las principales líneas de investigación en las que se encuentra trabajando respecto a la PPA, así como las últimas noticias que llegan sobre el uso de vacunas ilegales en China y la amenaza de la llegada de “la Pepa” —como él la llama— a España que, según apunta, puede suponer el mayor golpe para el país después de la crisis del Covid-19.
P. Además de tu trabajo de investigación en la vacuna de la peste porcina africana, también has estado involucrado en otros proyectos como el del uso de unas esponjas que habéis creado en Visavet y que permiten la detección del virus de la PPA. ¿Cómo funcionan exactamente? ¿Cómo fue el proceso de creación de estas esponjas?
R. A grandes rasgos, se trata de una esponja pequeña que va en una bolsa de plástico, donde le ponemos una mezcla de alcoholes para que se empape. Una vez que está empapada, la esponja se pasa por las superficies que se quieren analizar.
Esto tiene muchas ventajas, la primera es que como lleva un alcohol, también arrastra la suciedad que pueda haber, con lo cual coge todo el material genético que se encuentre en la superficie. La otra ventaja es que, una vez se introduce la muestra en el alcohol que tenemos preparado para homogeneizarlo bien, se inactiva el virus que haya en la misma.
De esta manera podemos coger cualquier virus o cualquier bacteria que pueda haber en una superficie sin riesgo de que en el traslado de las muestras pueda haber un contagio y sin la necesidad de que se tenga que hacer un diagnóstico en un laboratorio de alta seguridad BSL3, que son muy escasos en nuestro país.
Estas esponjas, por ejemplo, nos permitirían controlar camiones de transporte antes de que embarquen los animales. También podemos controlar los vehículos de transporte cuando llegan al lugar de destino y antes de que descarguen al ganado, o incluso cuando se van descargando los animales, ya que podemos pasar las esponjas por su piel.
Esto supone una gran ventaja ya que normalmente lo que se hace con animales importados es que, según acaban de llegar, se les extrae sangre para comprobar que no tienen PPA, algo que no es necesario gracias a las esponjas que, por lo tanto, mejoran el bienestar animal impresionantemente. De hecho, sería suficiente con pasar la esponja por la piel del hocico y el cuello de los animales.
Respecto a la creación del sistema de esponjas, quien lo ideó fue mi compañero Lucas Domínguez, que lo comenzó a utilizar hace unos 6 años para investigar tuberculosis. No sé cómo me di cuenta del potencial de las esponjas de Lucas. Creo que un día estaba en su despacho, vi la publicación encima de la mesa y pensé que podrían servirnos para la PPA.
Así que comencé a trabajar con mi equipo con el virus de la PPA para ver si podía ser eficaz el sistema de las esponjas. Tras varios estudios con animales infectados y en diferentes muestras ambientales pudimos demostrar que también es un sistema de gran sensibilidad para la detección de virus de la PPA en diferentes superficies e incluso en la piel de los animales infectados. Además demostramos que el virus se inactivaba completamente y no era infectivo al ponerlo en la suspensión alcohólica. El trabajo científico ya está enviado a publicar.
P. Uno de los mayores riesgos que tiene España de entrada de PPA es mediante la importación de animales desde otros países. ¿Crees que estas esponjas podrían ser la herramienta definitiva para evitar la llegada de la enfermedad a través de animales importados?
R. Para mí ahora mismo la importación de cerdos vivos es el mayor riesgo de introducción de peste porcina africana en España. Es verdad que los animales que importamos en España vienen de zonas “limpias” de PPA, pero el camión donde vienen pasa por países afectados o puede proceder de algún lugar que esté afectado por la enfermedad.
El riesgo es muy elevado y, de hecho, la importación, junto con la introducción de alimentos de países infectados en una zona de picnic, representa uno de los mayores riesgos. Por ejemplo, en una zona de picnic es muy fácil que la gente no tenga en cuenta medidas de bioseguridad y dejen comida posiblemente contaminada que posteriormente pueden comer los jabalíes, y ahí es cuando viene el problema serio. La tercera vía de introducción del virus sería el avance de jabalíes infectados, aunque de momento están muy lejos.
Las esponjas van a tener un enorme impacto en la vigilancia del transporte de cerdos porque, además, el tiempo que se tarda en analizar una esponja en un laboratorio está en torno a las 2 horas y no supone un coste elevado.
P. ¿Tenéis pensado utilizar estas esponjas para detectar otros virus tanto animales como humanos?
R. Además de utilizar las esponjas para detectar el virus de la PPA, también se están utilizando muchísimo para el Covid-19 porque en un principio se pensaba que muchas superficies, en las que se encontraba ácido nucleico viral, podían ser una fuente de infección.
Creo que las esponjas son una maravilla para ver realmente qué cantidad de virus hay en las superficies. Además, ya se han probado también para detección de bacterias y creo que en el futuro podrán utilizarse para otros virus. Desde luego, tienen un gran potencial tanto para la salud humana como para la salud animal.
P. Crees que España se está protegiendo bien contra la PPA?
R. Esto es un tema de responsabilidad personal de cada ganadero. La Administración y los investigadores avisamos, yo de hecho he avisado en muchas ocasiones al sector porcino. Los ganaderos de porcino están jugando con su futuro y el de las futuras generaciones españolas.
Y además es que tenemos ahora mismo condiciones inmejorables, como nunca las ha tenido España para ponerse a la cabeza mundial en comercio de porcino. Pero esto solo lo podríamos conseguir si no nos entra la peste.
El porcino español es un sector que ha mejorado enormemente sus instalaciones y ha invertido una gran cantidad de recursos en mejorar sus infraestructuras y el bienestar animal. Además, en España tenemos una industria cárnica extraordinaria.
A pesar de esto, lo cierto es que, si tenemos un foco de peste, aunque solo sea en un jabalí, todo se irá al traste. Se está jugando con excesivo riesgo. Pero es que, si la Unión Europea garantiza que la zona desde donde tú estás importando cerdos está libre de PPA, entonces puedes hacerlo y nadie está cometiendo ninguna irregularidad. Además, no tenemos ninguna norma que prohíba traer animales en camiones que no sean previamente esterilizados con su debido comprobante.
Estamos dando por hecho que nuestro sistema es bueno y que por lo tanto la regionalización de la Unión Europea es segura. Pero esto implica riesgos, no por los animales, sino por el camión que ha podido hacer otros servicios en las zonas infectadas y no haberse limpiado y desinfectado adecuadamente. ¿Quién debería regular eso? El que más riesgo tiene, que en este caso es el que importa los cerdos, o sea España.
Y en cuanto a los importadores de animales en España hay dos tipos de ganaderos, los que lo hacen muy bien, que son la mayoría y que están tomando todas las medidas de seguridad posibles; y los que los hacen todo por la “vía rápida”.
No podemos poner un policía detrás de cada ganadero y tenemos que apelar a la responsabilidad individual de cada uno. En España estamos jugando a la ruleta rusa con la PPA porque no somos conscientes de la pérdida social y económica que puede suponer la entrada de la peste porcina africana en el país. Nadie quiere hacer los números de lo que significaría acabar con el sector porcino en España porque las cifras son aterradoras.
Siendo un poco más conservadores y responsables, los ganaderos españoles de porcino podrían ser los números uno en muy poco tiempo.
P. ¿Qué medidas propondrías para evitar el posible desastre en el porcino?
R. Yo no diría que en España hacen falta medidas, lo que de verdad hace falta es concienciación. Europa tiene política de regionalización que ha apoyado España y que constituye una herramienta buena, siempre que se utilice adecuadamente.
Y no ataco a la regionalización, pero no me gusta en absoluto la regionalización salvaje, que es en lo que estamos ahora. Todos los ganaderos de Europa son conscientes de los riesgos que corren al comprar animales en un determinado lugar. Esto se sabe, no falta información, en algunos casos sobra codicia.
Que la peste porcina africana acabe llegando a España es una cuestión de lotería. De momento no nos ha tocado el gordo, pero con que nos toque el reintegro ya perderíamos mucho.
Por otro lado, es importante que tengamos en cuenta que la vacuna, cuando esté por fin lista, será una herramienta fantástica para erradicar más rápidamente y controlar una enfermedad, pero no para instaurarla de manera sistemática. En el caso de una enfermedad de declaración obligatoria yo nunca instauraría la vacunación de forma continua, porque entonces perdemos mercado. En estos casos, tienes que vacunar para erradicar, pero no para convivir.
P. Además, estás desarrollando la vacuna contra la PPA. ¿Cómo está progresando?
R. Nosotros seguimos progresando muy bien en nuestros estudios, tenemos unos resultados bastante buenos tanto en doméstico como en jabalíes. Y estamos contentos con la evolución que tenemos conforme a los objetivos del Proyecto VACDIVA, que desde sus inicios persigue desarrollar una vacuna segura y eficaz; la realización de un test de diagnóstico DIVA para esa vacuna; y la elaboración de un programa de vacunación en los diferentes escenarios epidemiológicos.
En el ámbito de las vacunas llevamos 3 ensayos realizados ya en jabalíes y estamos terminando el tercero en doméstico también. Todos estos experimentos están hechos para buscar y garantizar la seguridad de la vacuna, el nivel de protección frente al virus.
P. Todo este tiempo que os está llevando el desarrollo de una vacuna segura para la PPA puede contrastar con lo rápida que ha sido la creación de la vacuna contra la Covid-19. ¿Qué diferencias hay?
R. Es completamente diferente la situación. El Covid-19 en primer lugar ha generado una situación de emergencia sanitaria global, es un virus que claramente induce anticuerpos neutralizantes, por lo que no tiene nada que ver con la PPA. Por otro lado, el Covid-19 en general es un virus que no tiene la capacidad de generar tantas variantes genéticas como la peste porcina africana
En el caso de la PPA no tenemos manera de detectar anticuerpos neutralizantes frente al virus, ni tenemos ningún sistema in vitro como en el resto de los demás virus que pueda valernos, lo que nos obliga a que tengamos que hacer los estudios de inmunidad cruzada en animales con diferentes cepas.
El Covid-19 es un virus relativamente sencillo, de hecho, en el sistema que se ha creado para algunas de las vacunas contra el Covid-19, ni siquiera se produce el virus. Lo que se hace es hacer un RNA mensajero que es lo que inmuniza y la persona a la que se le pone la vacuna es la que fabrica la proteína.
En el caso del sistema de RNA mensajero que se ha elegido en las vacunas contra el Covid-19, la producción es mínima y la capacidad de cambiar la vacuna es tremenda, porque el RNA mensajero es algo que se hace de forma sintética. Si ahora sale una mutante que afecta a la reacción cruzada la van a cambiar y van a tener la vacuna muy rápido, mientras que de la otra manera tendrían que volver a producir el virus de la variante.
Ojalá pudiera yo hacer en PPA este tipo de vacunas, pero es imposible porque no tengo un RNA mensajero que produzca neutralización.
Además, en el caso de la vacuna del Covid-19 se ha actuado de forma muy rápida porque hay una emergencia mundial de salud humana y un apoyo económico y de recursos humanos como no lo ha habido en ninguna otra vacuna. Ten en cuenta que se ha dispuesto de cientos de miles de voluntarios de diferentes edades. Pero no hay nada que nos pueda hacer dudar de la seguridad de las vacunas contra el Covid-19, yo de hecho me la voy a poner en cuanto me toque.
P. ¿Daréis pronto la buena noticia de que la vacuna contra la PPA está lista?
R. Yo estoy convencido de una cosa muy importante, y es que jamás sacaremos en VACDIVA una vacuna contra la peste porcina africana que no sea segura, solo lo haremos cuando cuente con una muy alta seguridad, y cuando podamos garantizar que proteja contra el mayor número de cepas posibles. De momento estamos esperanzados, aunque estoy preocupado por la situación de Asia, porque puede alterar la percepción que la gente tiene de las vacunas a causa de las malas prácticas.
Cuando tú tienes en frente una pandemia del calibre de la PPA y del Covid-19, la gente confía en la vacuna, porque es una herramienta que les da la esperanza de poder volver a una situación de normalidad. Entonces, cuando ven que algunas cosas no se están haciendo como se debería, esa esperanza parece que se desvanece, y eso nos afecta a todos los que trabajamos en las vacunas.
P. Recientemente hemos visto cómo el uso de vacunas contra la PPA en Asia provocaba la aparición de dos aislados de PPA ¿Qué riesgo tiene esto?
Lo que ha pasado en este caso asiático es que se han usado vacunas ilegales que están generando enfermedades crónicas o degenerativas en los cerdos. Y es porque cogieron un virus, lo deleccionaron y simplemente vieron que protegía frente al homólogo virulento.
En resumen, lo que han hecho en Asia es soltar una cepa atenuada de PPA mediante ingeniería genética sin estudios previos de larga duración de la evolución de seguridad que va a tener ese producto como inmunizante, y aún menos qué seguridad va a tener si ese animal se infecta con una cepa o cepas diferentes.
Lo único que han conseguido es tener animales que están evolucionando con enfermedades crónicas que se manifiestan con problemas a la hora de caminar, inflamaciones tremendas de las articulaciones, abortos, problemas cutáneos, etc.
Todo esto son los efectos secundarios de unas vacunas que no se han testado lo suficiente contra diferentes cepas. Además, hay que tener en cuenta que han utilizado estas vacunas en un país como China, donde hay muchos virus de PPA circulantes. El uso de estas vacunas ha provocado la aparición de nuevos aislados virales artificialmente.
P. ¿Cómo os afectan estas prácticas a vosotros en VACDIVA?
R. A VACDIVA concretamente no le afecta para nada, pero nos produce tristeza como equipo investigador el hecho de que la gente pueda perder la esperanza en una vacuna, que se presenta al mercado como una herramienta segura y resulta que luego parece que no lo es tanto.
Por eso yo me he comprometido a que esto con VACDIVA no pasará jamás, porque yo he vivido los efectos secundarios de tener cepas crónicas en un país, y eso complica muchísimo las cosas a la hora de erradicar una enfermedad, porque dejas un país desde el punto de vista técnico y sanitario infectado. Por lo tanto, las vacunas ilegales ponen en peligro la erradicación de la peste porcina africana.
P. Otro de los escollos que ha tenido que sortear VACDIVA ha sido la crisis sanitaria. ¿Cómo os ha afectado la pandemia en el desarrollo de la vacuna?
R. Pues la verdad es que nos ha afectado muchísimo y nos ha afectado de manera diferente dependiendo de la situación de los países donde se encuentran los grupos de investigación de VACDIVA.
Por ejemplo, nuestros compañeros de Portugal han estado casi un año sin poder trabajar por culpa del Covid-19, porque el Estado portugués tuvo que dedicar plenamente a Covid-19 el laboratorio donde estábamos trabajando con el virus de la PPA, porque no tenía más laboratorios de nivel 3 que pudiera utilizar.
Aquí en España también pudo ser una catástrofe, porque en los inicios de la pandemia no podíamos venir a trabajar, pero tuvimos la suerte enorme de que nuestras autoridades sanitarias se dieron cuenta de la magnitud del ensayo que teníamos entre manos, con muchísimos animales y más de un año de investigación detrás, y nos permitieron trabajar. En esos momentos, mi equipo tuvo que dejarse la piel y trabajar sin apoyo e, incluso, se tuvo que encargar de las labores de limpieza y el cuidado de los animales.
Desde que se aprobó VACDIVA hemos vivido las peores circunstancias humanas posibles para un proyecto de investigación, llegando a tener que dividir la plantilla en grupos por culpa del Covid-19 lo que ha dificultado mucho el trabajo.
Sin embargo, tengo que decir que, a pesar de todas estas adversidades, salimos reforzados y gracias a nuestro esfuerzo hemos podido obtener unos resultados que me han dado mucho optimismo con el desarrollo de la vacuna.