Veterinarias especializadas en avicultura y ganadoras de los premios Ganadería en Femenino de Zoetis
Aurora Vaquero y Lola Murillo
Veterinarias especializadas en avicultura y ganadoras de los premios Ganadería en Femenino de Zoetis
"El futuro tiene que ser un mundo en el que no parezca extraño ver a una mujer veterinaria rural"
Redacción - 21-11-2024 - 12:45 H - min.
Recientemente Zoetis celebró la V edición de los premios Ganadería en Femenino, con el objetivo de destacar la aportación e innovación de las mujeres en el sector rural, desde su rol como ganaderas o veterinarias.
Asimismo, estos premios están enfocados a visibilizar y apoyar a las mujeres en el sector ganadero. La iniciativa está asociada a los principios de Igualdad, Diversidad e Inclusión que Zoetis impulsa diariamente en todo el mundo.
Este año, entre las ganadoras de los premios estuvieron las veterinarias Aurora Vaquero y Lola Murillo, especializadas en el sector avícola, que trabajan en equipo en la empresa Avimosa donde han conseguido muchos retos como el de robotizar la sala de incubación.
Ahora, en una entrevista para Animal’s Health ambas profesionales analizan la situación de las mujeres en veterinaria y, especialmente, en el entorno rural.
P. Contadnos un poco vuestra trayectoria. ¿Por qué estudiasteis veterinaria, cómo empezasteis? ¿A qué os dedicáis en la actualidad?
R. (Ambas) Veterinaria es una carrera vocacional y nosotras, desde bien pequeñitas ya lo teníamos claro. Yo (Aurora) tenía claro que me quería dedicar al ganado de producción, y mi familia se dedica al ganado vacuno de engorde, pero yo tenía ganas de probar algo distinto aunque en producción y, en cambio, Lola, quería hacer producción de vacuno pero durante unas prácticas asistiendo a un parto de una vaca se provocó una hernia discal y tuvo que cambiar la trayectoria al mundo de los pequeños animales hasta que se cruzó en su camino la avicultura, que era una rama de la producción ganadera que nunca se había planteado. Y así hasta el día de hoy.
P. ¿Qué os aporta dedicaros a la avicultura? Contadnos sobre vuestro proyecto de robotización en la sala de incubación.
R. (Ambas) La avicultura para las dos es muy importante, ambas hemos terminado aquí de casualidad y nos ha ido atrapando. Es un sector muy tecnificado lo cual te implica estar muy actualizadas y al ser una producción con un ciclo de vida corto, nos permite ver problemas y tomar soluciones rápido.
El proyecto de robotización ha sido el resultado de muchas horas delante del mismo junto al equipo de mantenimiento, producción… Ya que, no solo se trataba de un reto a nivel tecnológico, sino de que fuera acompañado de un beneficio a nivel de calidad de pollito y de bienestar animal por lo que se han tenido que cambiar horarios de personal, reorganizar las funciones e ir haciendo pequeños ajustes tanto a nivel de equipos como organizativos hasta conseguir optimizarlo.
P. ¿Sois una excepción entre vuestros compañeros de carrera? ¿Y entre vuestras compañeras? ¿Cuántas de ellas han acabado trabajando en ganado como vosotras?
R. (Aurora) Sí, somos una excepción. La gran mayoría de mis compañeros estudiaban veterinaria para dedicarse a la clínica de pequeños animales y ya entre mis compañeras soy la única que me he dedicado a la veterinaria de producción y dentro de la producción animal el mundo de la avicultura aún es más reducido.
P. ¿Faltan veterinarios en el campo?
R. (Ambas) Pues es verdad que veterinarios no faltan porque ya son quince las facultades que hay en España, pero la realidad, es que por mucho que haya avanzado el sector ganadero, y más aun en avicultura, en España, que no hay grandes núcleos productivos, todavía hay que desplazarse a más de cien kilómetros desde Madrid, que es donde residimos, y para diagnosticar, a pesar de que cada vez hay más kits rápidos en el mercado, el ciclo de los broiler es muy corto y para hacer un buen diagnóstico hay que hacer necropsias por lo que, al final, es el mismo trabajo que hacían veterinarios hace veinte años en las explotaciones y al que hay que sumar que las naves, a nivel de manejo están más tecnificadas con ventilación forzada, control remoto… Por lo que hay que tener formación en todos estos sistemas.
Es por ello, que a pesar de la cantidad de compañeros veterinarios que terminan la carrera cada año, a la hora de intentar incorporarse al campo, se suma que la avicultura es una rama poco conocida de la ganadería y que es un trabajo duro a nivel físico el hecho de estar visitando granjas por lo que se hace muy difícil encontrar a compañeros que estén dispuestos a realizar el trabajo de campo.
P. ¿Como mujeres veterinarias, habéis vivido algún episodio incómodo en el desempeño de vuestro trabajo, precisamente por el hecho de ser mujeres?
R. (Ambas) Algún episodio hemos vivido y hemos escuchado de alguna compañera, sobre todo al inicio de nuestra contratación en la empresa, que ya estamos hablando de hace casi quince años. A día de hoy, ha cambiado todo bastante, pero todavía hay mucho trabajo por hacer porque siguen apareciendo micromachismos como tener que llevar pantalón largo hasta en verano para evitar comentarios desafortunados, que si vas acompañada de un veterinario (hombre) se dirijan a él cuando a lo mejor tienes tú más experiencia…
P. ¿Cómo es el día a día de una veterinaria como vosotras?
R. (Aurora) Es intenso e imprevisible. No me aburro nunca y tengo que estar al pie del cañón para actuar ante imprevistos lo más rápido posible.
P. ¿Cuál es la parte más complicada de vuestro trabajo? ¿Cómo es el asunto de la conciliación familiar en vuestro caso?
R. (Ambas) La parte más complicada es la gestión del personal y el estar disponibles las 24 horas del día y los 365 días del año. La parte del personal es complicada porque son muchos los problemas que nos salpican y que tenemos que resolver rápidamente para que la producción no se vea afectada y respecto a la disponibilidad es complicado porque siempre que nos llaman es debido a algún problema y sea la hora que sea tenemos que conectar rápido y buscar soluciones.
Respecto a la conciliación familiar, por supuesto que es complicado. Hay horarios nocturnos, cambios de turnos… Tienes que tener un gran soporte familiar para poder hacer frente a los virus de guardería, extraescolares…
P. ¿Qué ha significado para vosotras recibir este galardón por parte de Zoetis?
R. (Ambas) Ha sido toda una sorpresa. No nos habíamos planteado presentarnos al premio, pero a última hora nos animamos y ahora estamos muy agradecidas por el mismo y sobre todo la gratificación a nivel personal que ha supuesto por el significado que conlleva aunar la ganadería, que es nuestra pasión y el empoderamiento de las mujeres en este sector.
P. ¿Se debería fomentar más en las facultades la veterinaria de animales de producción?
R. Por supuesto que sí. En mi caso, estudié en la Universidad Complutense y está más enfocado a animales de compañía. Es verdad que, hablando con colegas veterinarios de otras provincias, según cuál sea la facultad donde han estudiado se hace mayor hincapié en producción. En la producción avícola, que es nuestro sector, sólo se tocan un par de ´´pinceladas´´ cuando según datos de del Ministerio de Agricultura, Pesca y alimentación supone un 11,8% de la producción de carne y somos el segundo productor europeo, desde que empezamos nosotras en este sector, se ha visto un gran cambio. Cuando asistíamos a algún congreso o curso con compañeros veterinarios avícolas la mayoría eran hombres, pero desde hace unos años ha dado un giro y cada vez somos más las mujeres que aparecemos en este tipo de eventos.
P. ¿Cómo crees que debe ser el futuro de la veterinaria rural? ¿Y qué papel crees van a tener las veterinarias en ello? ¿Habrá más?
R. (Aurora) El futuro tiene que ser un mundo en el que no parezca extraño ver a una mujer veterinaria rural, donde no tengas que luchar para hacer valer tu trabajo por ser mujer. Se cuestiona tu trabajo no solo como veterinaria sino también como mujer.
El papel de las veterinarias en el futuro es muy importante, pero yo confío que las nuevas generaciones vienen empoderadas y al igual que nosotras hemos visto un cambio en estos 14 años de trayectoria, ellas lo verán también y que continúen con este rumbo.
P. Para terminar, ¿qué les diríais a las nuevas generaciones de veterinarias?
R. (Ambas) Que nadie dijo que se tratase de una tarea fácil, pero que, aunque haya mucho camino por recorrer todavía, que sean valientes, que no miren atrás y que merece la pena todo el esfuerzo invertido tanto a nivel profesional como familiar.