CEO de Biogénesis Bagó
Esteban Turic
CEO de Biogénesis Bagó
Biogénesis Bagó aterriza en Europa y se instala en España: “Tenemos mucho que aportar en reproducción animal”
Jorge Jiménez - 06-06-2024 - 11:00 H - min.
Desde unas nuevas oficinas ubicadas en Madrid, nos recibe Esteban Turic, el CEO de Biogénesis Bagó, una compañía argentina de biotecnología especializada en salud animal, en la que trabajan más de 1.000 personas y que está presente en más de 60 países.
En España, la empresa se encuentra en pleno proceso de instalación tras la compra, en el año 2022, de la línea de productos hormonales para la reproducción animal de una farmacéutica española.
De esta manera, Biogénesis se consolidaba como líder mundial en el ámbito de la reproducción animal, un sector en el que ya contaba con muchos años de bagaje. En este sentido, aunque ya llevaban tiempo trabajando con Europa, la adquisición ha supuesto el desembarco definitivo de la biotecnológica de origen argentino en España y, por lo tanto, en la región europea.
Así, en medio de este proceso el directivo ha concedido una entrevista al medio Animal’s Health, en la que ha analizado la compra de los productos hormonales, pero también el área de la vacunación animal, donde la biofarmacéutica es experta, contando con vacunas de reconocido prestigio a nivel internacional contra la fiebre aftosa y la rabia.
Turic también ha dado algunas pistas de cuáles serán los próximos pasos de su equipo, recién asentado en España, poniendo la vista en el mercado de los animales de compañía; y ha hecho un repaso por la historia de Biogénesis Bagó y su contribución a la salud global.
P. Este año la fiebre aftosa ha vuelto a ser noticia en España después de que el Ministerio de Agricultura advirtiera del aumento del riesgo de introducción de la enfermedad desde el norte de África. Como veterinario y CEO de Biogenesis Bagó, el mayor productor mundial de vacunas de fiebre aftosa, ¿qué puedes contarnos sobre la enfermedad y su impacto en los países que la sufren?
R. Efectivamente, organizaciones internacionales como la FAO lanzaron una alerta respecto al riesgo de la fiebre aftosa que, obviamente, replicó el Ministerio de Agricultura español.
Es una enfermedad, que para los que no están del todo familiarizados —porque a veces en los países donde una enfermedad no circula desde hace mucho se pierde la noción del riesgo—, es altamente contagiosa.
Además, tiene un impacto productivo muy grande, que afecta a animales ungulados, con lo cual están expuestas varias especies, como el cerdo, las vacas, las cabras y las ovejas como principales especies afectadas.
Teniendo esto en cuenta, la población susceptible de padecer la enfermedad es muy alta si consideramos que hay alrededor de 1.200 millones de cerdos a nivel global, unos 1.600 millones de vacas y 2.500 millones de cabras y ovejas.
Estamos hablando de una población de alrededor de más de 5.000 millones de individuos susceptibles de padecer esta enfermedad, un número de una magnitud considerable.
Si observamos cómo está distribuida esta población de animales susceptibles, tenemos una noticia que no es positiva: vamos perdiendo 7 a 3 contra la aftosa. Y es que, el 70% de esa población total, de esos 5.000 millones de individuos susceptibles o animales susceptibles, están en países que son aún endémicos, que no están libres de la enfermedad, ni siquiera con vacunación.
La buena noticia es que cuando se utilizan vacunas de calidad y cuando se diseñan buenos planes de vacunación, con la cooperación de los organismos oficiales, del veterinario y lógicamente de la industria en el abastecimiento de vacunas, es una enfermedad que se puede controlar relativamente rápido.
Hay varios ejemplos de ello que además hemos vivido en primera persona, como el de Argentina, donde en el año 2001 hubo una gran emergencia y la enfermedad se logró controlar en 11 meses con dos rondas de vacunación.
Tenemos también el ejemplo de Taiwán, donde se logró controlar la enfermedad rápidamente cuando se implementó un plan de vacunación bien organizado a través de los servicios veterinarios, de manera consistente y sostenible en el tiempo.
Y, bueno, también nos ha tocado a nosotros enfrentar emergencias como en Corea del Sur, donde se daban brotes recurrentes y desde el momento que empezaron a utilizar vacunas como la nuestra, que estaban debidamente validadas y con una eficacia muy alta, se logró controlar la situación.
En resumen, el mundo sigue estando expuesto a la fiebre aftosa. De hecho, siguen apareciendo emergencias en países donde por muchos años no circulaba.
P. Aunque España y la Unión Europea son libres de fiebre aftosa, ha habido brotes en los últimos años. De hecho, el antecedente de la ola epizoótica de 2001 en territorio europeo nos recuerda que puede regresar y causar estragos, ¿consideras que España es un país especialmente expuesto?
R. La garantía del riesgo cero no la tiene nadie, lamentablemente, ni siquiera los países que son libres con vacunación, porque es un virus que tiene siete serotipos. Entonces, si bien puedes estar libre de los que hayan circulado, el tránsito de las personas y de mercancías, que se ha incrementado en las últimas décadas, hace que a veces aparezcan nuevas cepas en una región.
Un caso reciente, relacionado con la exportación de animales, ha sido el de Egipto, en el que apareció un virus sudamericano. En el caso de Inglaterra nunca se supo el origen de los casos que se notificaron. Es una isla y estaba libre desde hace muchísimos años y sin embargo tuvo un brote de aftosa.
Y así te podría mencionar otros muchos, por lo tanto, insisto en que el riesgo cero no existe. Lo que sí existe son las medidas de bioseguridad, para tratar de reducir esos riesgos al máximo posible.
P. ¿Cuál crees que es la forma más probable con la que la fiebre aftosa podría regresar a la Unión Europea o a España? ¿Cuáles son las regiones más críticas a nivel mundial?
R. Bueno, claramente aquí no hay un reservorio, porque llevan muchas décadas sin tener esta enfermedad.
Entonces, el mayor riesgo sería que se introdujera por medio de material que pudiera contener el virus. Estamos hablando de situaciones en las que se cometieran irregularidades, porque los gobiernos son claramente muy estrictos en qué cosas se pueden hacer y qué cosas no, o qué alimentos se pueden introducir, cuáles no, o qué animales.
Por eso, creo que la entrada de fiebre aftosa podría deberse más a una negligencia, a alguien que infrinja las normas y los controles vigentes. Pero bueno, estas cosas pueden pasar, así que yo diría que no es el riesgo de que haya una reemergencia a través de un reservorio viral, que claramente no lo tienen, pero sí obviamente una introducción desde fuera.
En ese sentido, no estoy diciendo nada nuevo al comentar que el norte de África está teniendo brotes de aftosa y muchos, y que, si bien el virus no es capaz de trasladarse cientos de kilómetros, a veces hay formas de acelerar la propagación. Con lo cual, en todo lo que sea el tránsito de mercancías y de personas, el control ahí es lo más importante.
En cuanto a las regiones más críticas, según los informes oficiales existentes, estaríamos hablando, por orden de importancia y desde la óptica de Europa, del norte de África y Medio Oriente, donde ha habido una reemergencia del virus y una rápida propagación desde los países del Golfo hasta Argelia y Túnez. También hay mucha actividad viral en lugares como puede ser la India o Sudeste Asiático, esas son zonas que siguen teniendo focos con frecuencia.
Además, Indonesia tuvo una emergencia hace dos años y el sur de África también viene reportando casos. Después hay muchos otros países donde no hay un reconocimiento de la situación, o sea, no hay información cierta de qué es lo que está pasando, no ofrecen suficiente información. Por último, hay algunos países de Europa o Asia Occidental que también están con focos y no hay suficiente información.
P. Biogénesis Bagó ha logrado abastecer a Libia, Argelia, Arabia Saudí o Israel, entre otros países, en contextos muy complejos, para que puedan controlar la fiebre aftosa, ¿qué supone esto para esos países y para regiones libres como la europea?
R. Para esos países, y para la Unión Europea, proporciona una tranquilidad enorme, porque supone que haya abastecimiento de una vacuna, como la de Biogénesis Bagó, que lleva ya muchos años en el mercado y que ha sido validada primero a nivel local con una autoridad sanitaria que goza de muy buen prestigio en términos de desarrollo de vacunas contra la fiebre aftosa.
Y es que el Servicio Sanitario Argentino, que es el SENASA, se tuvo que involucrar en el desarrollo de las vacunas para el control de la fiebre aftosa para resolver una problemática local. La cooperación público-privada generó lo que es hoy una vacuna de clase mundial que es reconocida.
Y cuando digo reconocida a nivel global me refiero a que incluso es utilizada como reserva para Estados Unidos, Canadá y México, en caso de emergencia y también para otros países como Corea. Además, es utilizada en planes de vacunación de rutina en países con altas exigencias en cuanto a seguridad y eficacia de este tipo de vacunas.
Para nosotros significa eso, un reconocimiento a la calidad de nuestros productos y creo que para esos países y para Europa es una garantía de tranquilidad, porque no deja de ser un escudo de protección.
P. La vacuna contra la fiebre aftosa Bioaftogen, de Biogénesis Bagó, es una de las tres vacunas que han sido precalificadas por la Comisión Europea para la Lucha contra la Fiebre Aftosa (EuFMD), ¿cómo funciona y qué la hace un referente mundial?
R. De forma resumida, lo que se tiene que demostrar es la seguridad y la eficacia de un producto, es decir, lo básico de una vacuna antiaftosa, como la nuestra, Bioaftogen, es la seguridad y la eficacia.
¿Cómo se garantiza esto o cómo se evalúa esto? Bueno, a través de los antecedentes. Y en esos antecedentes hay un montón de información de ensayos clínicos desarrollados de manera interna y de manera conjunta con organizaciones públicas, no solamente de Argentina, sino también internacionales, y de laboratorios de referencia mundial que han ido validando todos estos atributos que debe cumplir una vacuna, que sea segura y eficaz, pero, además, esa seguridad y eficacia se tiene que sostener en toda su vida útil.
Sumado a todo esto, también tiene que haber una confianza en torno al abastecimiento. Tú puedes tener una excelente vacuna, pero si no eres capaz de abastecer cuando realmente hace falta, tampoco es muy útil.
La precalificación es una revisión de los antecedentes en cuanto a seguridad y eficacia de una vacuna para que, en caso de emergencia, aun cuando la vacuna no esté registrada en ese país que esté teniendo una emergencia, se cuente con una evaluación previa de estos atributos.
La base de todo esto es que Argentina, tras la emergencia y por la confianza que generó su complejo científico tecnológico, se convirtió en un laboratorio de referencia para fiebre aftosa de la Organización Mundial de Sanidad Animal y adoptó todas las guías que define la OMSA para la evaluación de este tipo de productos.
Y esas son las guías que se aplican a las vacunas que utiliza en Argentina y son las que han generado la confianza y los antecedentes para que nuestra vacuna haya sido la primera en ser precalificada y que además se utilice en muchas partes. Hay que tener en cuenta que la exportamos a 20 países del mundo.
P. Recientemente habéis firmado un convenio con el Centro Árabe para el Estudio de las Tierras Áridas y Secas (ACSAD) para colaborar en la mejora de la productividad de los animales de granja y la prevención de enfermedades de los países de la Liga Árabe, ¿qué supone esto para Biogénesis?
R. Para nosotros supone un reconocimiento al trabajo que venimos desarrollando en la región, abasteciendo productos de calidad para la prevención de enfermedades como la fiebre aftosa y la rabia, porque somos productores también de vacunas antirrábicas para muchos países del mundo.
Esto supone la posibilidad de extender esta confianza generada y estos buenos antecedentes en otras acciones que tiendan a esto, al bien común, a tratar que los productores puedan ser lo más eficientes posibles en zonas que son muy particulares en cuanto a sistemas productivos. Y es que hablamos de zonas muy extensivas, donde es difícil reunir los animales y donde hay movimientos de animales de una zona hacia la otra en búsqueda de recursos forrajeros.
El antecedente fue, de nuevo, aftosa y rabia, pero no está limitado a eso, sino que también nos ven como un potencial socio de cooperación en términos de reproducción, que es otra de las áreas donde nosotros tenemos una gran experiencia y un área de trabajo muy extensa por varios continentes.
P. Además de referente de la vacunación de fiebre aftosa, Biogénesis Bagó también cuenta con otro producto de clase mundial, su vacuna contra la rabia, elegida por la organización panamericana de la salud (OPS) para su campaña de control de la enfermedad a nivel global, ¿qué nos puedes contar de esta vacuna y de esta enfermedad?
R. Lo que podemos decir es que este fue un compromiso que asumió la empresa hace muchos años, de tener un rol protagonista en el abastecimiento de la vacuna antirrábica desde una mirada ‘One Health’.
Sobre muchas de las vacunas que nosotros elaboramos, les decimos a los veterinarios y a los productores que tienen que ser aplicadas, no por una cuestión productiva, sino por una responsabilidad en la tenencia de animales, ya que hay enfermedades que se pueden transmitir a las personas que están en contacto con ellos.
Precisamente, respecto a la rabia, lanzamos una campaña publicitaria en la que decíamos que lo que da rabia es no vacunar, porque las vacunas antirrábicas son vacunas que llevan muchos años en el mercado. Además, se trata de una vacuna que es altamente efectiva.
Sin embargo, la rabia es una enfermedad que sigue matando gente y mucha. El número que se maneja es de alrededor de 60.000 a 70.000 personas al año. Una persona cada 9 minutos muere a consecuencia de la rabia.
Las vacunas de la rabia son muy accesibles en términos económicos y se pueden aplicar una vez al año. No son tratamientos súper complejos, es cuestión de llevar a la mascota al veterinario una vez al año para proteger no solo a la mascota, también a las personas que viven con ella y a las que pueden estar expuestas a ese animal.
El hecho de que el problema de la rabia sea muy fácil de resolver y aun así siga muriendo gente, es lo que nos motivó a involucrarnos más en nuestro rol, que es el de producir el mayor volumen de vacunas posible y de la forma más accesible posible.
Por otro lado, es importante generar conciencia también de que hay muy poca disponibilidad de vacuna antirrábica para las personas. Cuando miras a nivel el abastecimiento global de vacuna antirrábica para las personas no sobran en absoluto.
P. Al final, hacer frente a las enfermedades de los animales termina teniendo un impacto en la salud pública y humana, el conocido como enfoque ‘One Health’, ¿cómo es la situación en Argentina y Sudamérica en este sentido? ¿Está afianzado el enfoque en esta región?
R. Sí, creo que se está avanzando a nivel global, cada vez hay más conciencia de esto. La pandemia hizo que el contacto con las mascotas fuera más intenso y que la gente tomara más conciencia de lo que podía representar eso.
Recuerdo que se abordó el asunto del riesgo de salto del coronavirus de las mascotas y eso se tradujo en un pico de conciencia sobre ‘One Health’.
En el ‘One Health’ obviamente se viene trabajando hace muchos años y en regiones como Europa y Estados Unidos, donde se realizan trabajos sistémicos con una muy buena regulación, se ha avanzado mucho.
No obstante, me parece que falta todavía un enfoque ‘One Health’ más desarrollado sobre los animales de producción. Bajo mi opinión, considero que en Sudamérica se está un poquito más atrás en este sentido, y hay que seguir trabajando en ello, porque hemos visto como muchas de las enfermedades zoonósicas de los animales de producción se transmiten a las personas.
Por ejemplo, lo estamos comprobando ahora con los casos de gripe aviar en vacas lecheras. Es la primera vez que sucede, pero a veces ocurre que las enfermedades dan estos saltos, por ello hay que seguir trabajando desde la industria veterinaria para proteger a las personas que están expuestas a los animales de producción a través de la prevención de enfermedades que son fácilmente evitables.
El protagonista del enfoque ‘One Health’ es sin duda el veterinario. La industria puede ayudar con el desarrollo de campañas e iniciativas, pero el punto de conexión con el entorno es el veterinario.
El rol del veterinario tiene que ser puesto en valor aquí: como la persona que sí tiene la autoridad para hablar de estos temas, para entenderlos, para tratarlos y para generar difusión.
El veterinario es el profesional que mejor puede captar lo que está sucediendo y conectar con las herramientas y tecnologías disponibles.
P. Biogenesis Bagó es un laboratorio con sede en Argentina, pero con presencia en más de 60 países, incluida Europa. De hecho, tras la compra de la línea de productos hormonales de Hipra en 2022 señalasteis que esto serviría para comenzar vuestras operaciones comerciales en Europa, ¿cómo va este proceso? ¿Qué tenéis planeado para Europa y España?
R. Biogénesis es una compañía que tiene un origen en Argentina, donde tenemos plantas industriales, las más grandes, pero también tenemos plantas industriales en Brasil, en Arabia Saudita, en Corea y en China.
Y a través de terceros elaboramos en Europa productos para este continente y para fuera del mismo. Además, tenemos 12 filiales propias en el mundo, pero llegamos a más de 60 países exportando productos y también servicios desde estas plantas u oficinas.
Nos desarrollamos primero localmente, Argentina fue el primer país, luego regionalmente en el entorno Mercosur, hasta llegar a México y luego nuestro salto fue a Asia, por la alta demanda y la necesidad de vacunas de calidad en China, Taiwán, Corea, Vietnam y Tailandia, que son todos países que hoy estamos abasteciendo de vacuna antiaftosa y de vacuna antirrábica.
Después de esto empezamos, por las mismas necesidades y por la misma especialización de la compañía, a expandirnos más por Medio Oriente y Norte de África y en Europa.
Aunque no de manera directa, el grupo accionista de Biogénesis Bagó tiene actividad desde hace más de 40 años en Europa y tenía sentido abrir una oficina y empezar a desarrollar también una oferta tecnológica de Biogénesis para este continente.
Así, lo que hicimos fue dar un primer paso, con la adquisición de productos de un segmento en el que somos un player global, que es el área de reproducción animal, adquiriendo toda la línea de Hipra, para, a través de esto, empezar a tener presencia comercial en Europa.
Después de esto, vendrán obviamente más proyectos, porque somos una empresa muy orientada a la prevención de enfermedades y a la productividad. De hecho, del total de la facturación de Biogénesis Bagó, el 70% procede de las vacunas.
Esto supone una diferencia muy grande cuando nos comparas con el top 10 de las empresas veterinarias, donde la participación de biológicos difícilmente supera el 40%; y el resto son antiparasitarios, antimicrobianos y otros fármacos.
De momento, inicialmente en España y en Europa nuestra principal oferta está orientada a la reproducción.
A futuro también queremos desarrollar algunos productos que están orientados a animales de compañía, ya que el europeo es un mercado muy atractivo para eso. Así que estamos desarrollando algunos productos innovadores en el área de animales de compañía.
P. La llegada de Biogénesis Bagó a España y Europa supone un auténtico reto, teniendo en cuenta la gran cantidad de laboratorios con fuerte implantación en el continente, ¿qué ofrece esta compañía argentina al sector de la salud animal de este territorio?
R. Nosotros donde tenemos mucho que aportar, por el momento, es en el aspecto de la reproducción. Hay que tener en cuenta que además de adquirir una línea de productos que ya estaba desarrollada por otro laboratorio, en Biogénesis llevamos 30 años trabajando en el sector de la reproducción.
Aquí, además de lo que hemos adquirido, la idea es desarrollar más y mejores herramientas que permitan incrementar la productividad a través de la reproducción, adecuándonos a las necesidades del mercado.
También, como hemos comentado, somos productores de vacunas antiaftosa a nivel global, una de las principales reservas en caso de emergencia para muchos países. Por tanto, estamos explorando también si hay una necesidad de algún país en particular y de algún sector en particular, que quiera tener una reserva estratégica en caso de emergencia contra la fiebre aftosa.
Precisamente, por todo lo que hemos mencionado, dada la cercanía que tienen con Europa los países donde hay fiebre aftosa, somos una compañía a tener en cuenta.
La reserva estratégica funcionaría mediante un contrato de abastecimiento, que es lo que hacemos regularmente con los países que quieren tener una reserva, sea España o cualquier otro. Es lo que tenemos, por ejemplo, con países como Estados Unidos, Corea y demás.
De esta manera, se almacena el antígeno en una forma muy particular, de manera ultra concentrada, permitiendo almacenar grandes cantidades o millones de dosis en pequeños volúmenes que puedan ser, en caso de ser demandadas por una emergencia, rápidamente descongeladas para ser utilizadas en forma de vacunas; y en plazos muy cortos de tiempo (entre 5 y 10 días).