Cristina Costa

En los últimos años, el uso de derivados del cannabis en veterinaria ha generado gran interés en el sector, tanto en los profesionales como en los propios titulares de los animales de compañía.

Sin embargo, todavía hay mucho desconocimiento sobre en qué consisten compuestos como el cannabidiol (CBD), en qué casos está recomendado su uso e incluso si este cannabinoide es legal en España. Para aclarar estas cuestiones, Animal’s Health ha entrevistado a la veterinaria Cristina Costa, una de las mayores expertas en la materia.

Durante la entrevista, la veterinaria aclara la situación legal del CBD en España, la aceptación de su uso por parte de los propietarios y el potencial de futuro que tiene este compuesto en pacientes con dolor, con cáncer e incluso con epilepsia.

Costa es doctora en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y profesora asociada del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la misma universidad. Además, es la responsable del Servicio de Anestesia del Hospital Clínico Veterinario de la UAB y de la Unidad del Dolor de este centro hospitalario.

P. Lo primero de todo: ¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de cannabis para animales de compañía?

R. La única variedad de cannabis de la que disponemos actualmente para animales de compañía, y que podemos encontrar en el mercado español en forma de complemento nutricional, es el cáñamo. De una forma general cuando hablamos de cannabis nos referimos a cualquier variedad de la planta del género Cannabis sativa L. Tanto el cáñamo como la marihuana pertenecen a este género de planta.

P. ¿Qué diferencia hay entonces entre el cáñamo y la marihuana? ¿Qué es el cannabidiol o CBD?

R. La principal diferencia entre el cáñamo y la marihuana es su perfil fitocannabinoide, es decir la cantidad y tipo de compuestos biológicamente activos que se encuentran en las diferentes plantas de este género. Los principales cannabinoides y también los más abundantes son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).

Basándonos en una clasificación de tipo legal, y debido a los efectos psicotrópicos del THC, los diferentes tipos de cannabis se clasifican en los que tienen un alto contenido en THC como la marihuana, y los que tienen un bajo contenido en THC como el cáñamo.

El CBD es un cannabinoide abundante en el cáñamo y debido a sus efectos terapéuticos actualmente se seleccionan cepas de cannabis con un alto contenido en CBD para destinarlo a usos médicos.

P. ¿Por qué crees que cada vez hay más interés por productos con cannabis para las mascotas?

R. En mi opinión se debe a varios factores. Por un lado, a que el mercado online se ha llenado en los últimos años de productos derivados del cánnabis para mascotas, incentivando cada vez más el interés y la curiosidad de los propietarios de animales de compañía.

Por otro lado, la población en general está bien informada en cuanto a los efectos terapéuticos del cannabis medicinal y es conocedora de la presión social que se está ejerciendo para que la prescripción médica sea legalizada en España, igual que ha ocurrido ya en otros países, tanto en Europa como en Estados Unidos y Canadá.

Algunas personas consideran que lo que puede ser beneficioso para ellos lo será también para sus mascotas, lo que no deja de ser un riesgo ya que, si bien es cierto que el sistema endocannabinoide está presente en todos los mamíferos, los perros son mucho más sensibles al THC debido a una mayor expresión de receptores cerebrales.

De ahí la importancia de informar bien a nuestros clientes, advirtiéndoles también del riesgo de administrar productos que no estén destinados a animales de compañía o que sean de una dudosa procedencia.

P. ¿Cuál es la actitud de los propietarios ante el cáñamo? ¿Cómo reaccionan cuando se propone su uso? ¿Qué suelen preguntar? ¿Hay algún tipo de reticencia?

R. Precisamente por ese acceso a la información diría que el caso del cannabis es algo peculiar y en ocasiones son los mismos propietarios quienes nos preguntan por el CBD en mascotas y su efectividad en animales o acerca de productos que han visto anunciados en internet.

Cuando nosotros les recomendamos añadir el CBD a su tratamiento de base, fundamentalmente les explicamos que se trata de un cannabinoide y que el producto que vamos a administrar es un derivado del cáñamo. Sí es cierto que en ocasiones se sorprenden de que podamos disponer de cannabinoides.

Cuando les explicamos que lo que le van a administrar a su animal no es marihuana y que no le va a producir ningún efecto psicotrópico ni causar dependencia, por lo menos hasta el momento, ninguno de ellos ha mostrado ninguna reticencia.

También debemos tener en cuenta que no es un tratamiento que utilicemos de primera línea, sino que normalmente ya se han administrado antes otros tratamientos que no han sido suficientemente efectivos y que por tanto los cuidadores están abiertos a otras opciones terapéuticas.

Procuramos explicarles bien la pauta que vamos a seguir para su administración, como iremos controlando sus efectos y adecuando el resto de medicación, igual que hacemos con otros tratamientos.

P. Otra duda muy común, tanto por parte de veterinarios como de propietarios, es cuál es su situación legal. En este sentido, ¿Cómo se encuentra la legislación actual en veterinaria en España?

R. El uso del cannabis en España está despenalizado, pero no está legalizado, es decir, se puede hacer un uso personal pero no se puede comercializar. La única prescripción médica autorizada actualmente en la especie humana es la de medicamentos que contienen fitocannabinoides puros y que están registrados para el tratamiento del dolor en la esclerosis múltiple y para algunas formas de epilepsia infantil.

En cuanto a veterinaria, no disponemos en la actualidad de medicamentos registrados, sin embargo, la inclusión del cáñamo en nutrición animal sí está autorizada. La legislación europea es estricta en cuanto a la cantidad de THC que puede contener el cáñamo industrial, que es el que se utiliza como materia prima para nutrición animal.

Por esta razón en los productos formulados como complemento nutricional y que han sido autorizados para animales en nuestro país la cantidad de THC que contienen nunca va a ser superior al 0,2%.

P. ¿En qué situaciones clínicas y para qué afecciones puede ser útil el uso de cáñamo en animales de compañía?

R. El CBD y otros cannabinoides que se encuentran en el cáñamo actúan en múltiples receptores dentro del organismo produciendo efectos analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos, antieméticos y neuroprotectores. Actualmente la mayor evidencia clínica que tenemos sobre su efectividad, tanto en personas como en animales, está en el tratamiento del dolor y por tanto esta es actualmente su principal indicación.

Por ejemplo, en pacientes con cáncer que tienen dolor, pérdida de apetito, problemas gastrointestinales y que no toleran bien algunos antiinflamatorios por sus efectos adversos, el CBD es una opción analgésica a tener en cuenta.

Empiezan también a aparecer datos sobre su uso en la epilepsia refractaria en perros y, si nos basamos en la especie humana, otros potenciales terapéuticos pueden ser en el futuro el tratamiento de enfermedades inflamatorias y neurodegenerativas.

P. ¿Es posible combinar el cannabis con otros fármacos?

R. Afortunadamente disponemos de datos de interacciones farmacológicas que incluyen tanto el CBD como el THC. El CBD se metaboliza en el hígado a través de enzimas como el citocromo P450, por lo que su administración crónica sí puede interaccionar con otros fármacos que compitan por la misma enzima. Esto es especialmente importante para el caso de fármacos que tengan un estrecho margen terapéutico, como opioides, barbitúricos, antiarrítmicos o inmunosupresores.

En el caso de los gabapentinoides que reciben muchos animales con dolor crónico, es habitual ver un aumento de la somnolencia, o en el caso de que se utilicen dosis elevadas de cáñamo junto con otros medicamentos de metabolismo hepático se puede producir un aumento de la fosfatasa alcalina.

Por eso es importante hacer un seguimiento de estos pacientes. En el caso del dolor, por otro lado, todo parece indicar que su administración con antiinflamatorios no esteroideos pueda tener un efecto sinérgico beneficioso.

P. ¿Hasta qué punto está demostrada la eficacia del cáñamo? ¿Hay estudios?

R. Disponemos ya de investigación clínica suficiente para obtener conclusiones sobre su efectividad en el tratamiento del dolor en la especie canina. En cuanto a otras especies ha aparecido recientemente alguna publicación sobre su uso en caballos con dolor refractario.

También se está investigando el efecto del CBD en el tratamiento de la epilepsia canina, pero el número de estudios clínicos es todavía muy reducido. Además, otros estudios han demostrado la sobreexpresión de receptores cannabinoides en otras patologías como la gingivoestomatitis felina o la dermatitis atópica, aunque no disponemos todavía de estudios clínicos. Probablemente no tarden en aparecer los que evalúen la efectividad del CBD en estas patologías.

P. ¿Cuál es tu experiencia como profesional? ¿Has visto mejoría en perros y gatos tras su uso?

R. Mi experiencia se basa fundamentalmente en el tratamiento del dolor en perros y la respuesta es muy variable. Depende fundamentalmente del tipo de dolor. En mi caso los pacientes que mejor han respondido han sido los que padecían dolor severo de tipo neuropático siendo mucho más variable la respuesta en perros con osteoartrosis y parecido a los resultados que encontramos publicados en la bibliografía.

También lo he utilizado en pacientes oncológicos y los seguimientos con cuestionarios nos han permitido evidenciar una mejora en su calidad de vida durante sus tratamientos quimioterápicos y paliativos.

P. En España, Stangest es una de las compañías que está apostando fuerte por los complementos nutricionales formulados con cannabis. Uno de los productos más populares es el Cronicare, ¿En qué consiste la fórmula? ¿Hay estudios en veterinaria sobre este complemento?

R. Stangest fue la primera empresa que comercializó en nuestro país un producto derivado del cáñamo al mismo tiempo que empezaban a emerger los primeros estudios de dolor en perros con osteoartrosis en Estados Unidos. En estos estudios se utilizaba aceite de cáñamo rico en CBD muy parecido al Cronicare.

Este producto es un extracto de planta entera con un 1% de CBD y menos del 0,05% de THC. Cuando ya se estaba comercializando como complemento nutricional tuvimos la oportunidad de iniciar un estudio piloto para valorar la efectividad del Cronicare en el tratamiento del dolor y que ahora hemos ampliado para que sea un estudio multicéntrico con un mayor número de casos, centrándonos en pacientes con dolor neuropático. Espero que pronto podamos publicar los resultados.

P. ¿Cuál crees que es el futuro de este tipo de suplementos nutricionales para animales de compañía en nuestro país?

R. La única opción de la que disponemos para administrar cannabinoides en animales son los suplementos nutricionales y creo que seguirá siendo así durante mucho tiempo. Su futuro depende en parte del buen uso que se haga de ellos.

Para ello se debería contar con un adecuado asesoramiento veterinario, ya que su efectividad depende de su correcta administración. Igual de importante respecto a su futuro es que se sigan las recomendaciones por parte de profesionales sobre la adquisición únicamente de productos de calidad que cuenten con certificados de análisis, tanto de composición como de contaminantes, tal y como alerta la Federación de Veterinarios de Europa.