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EMPRESAS

Las responsabilidades de tener una mascota

La compañía veterinaria Stangest explica todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de decidir hacerse cargo de un animal de compañía

Al igual que los humanos, los animales no están todo el día en un único sitio en casa.
Al igual que los humanos, los animales no están todo el día en un único sitio en casa.

Las responsabilidades de tener una mascota

La compañía veterinaria Stangest explica todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de decidir hacerse cargo de un animal de compañía

Redacción - 16-08-2022 - 13:35 H - min.

Cuando se toma la decisión de adoptar un animal se deben dejar de lado sentimientos como alegría o euforia y tener en cuenta las responsabilidades de tener una mascota en casa, ya que estas provocan cambios importantes en las vidas de los nuevos propietarios.

Y es que la adopción de un perro o un gato trae consigo cambios a nivel de organización de horarios en el día a día y en la manera de pensar y actuar con respecto al entorno, como el tipo de personas con las que se interactúa o incluso a dónde ir de vacaciones.

Por eso es importante plantearse si es el momento de hacerse cargo de un animal, si se conocen las responsabilidades de tener una mascota en casa, si se podrá involucrar en dedicar tiempo, amor, respeto, dinero o paciencia y, por último, si se saben cuáles son las necesidades básicas que se deben cubrir para que tenga calidad de vida.

Así, desde Stangest se ha querido profundizar en 6 puntos que pueden ser claves para cuando se deba tomar la decisión de adoptar o no a un animal de compañía.

En primer lugar, explican que es importante tener conocimientos del sitio o la persona que da en adopción a la mascota. De esta forma, teniendo en cuenta el elevado número de abandonos de animales en España, recomiendan que antes de pagar a un particular se consulte con las protectoras que pueda haber en la zona.

Eso sí, recuerdan que es probable que algunos animales de las protectoras tengan alguna estereotipa, traumas físicos y/o mentales-emocionales, por lo que hay que estar preparado para ayudarles en su proceso de curación y de confianza con los humanos.

Respecto a un criador o particular, piden verificar la información que se proporciona (vacunas, cartilla, desparasitaciones, historial de los padres…) y que se permita visitar la zona en la que está el animal para tener una idea del estado sanitario, el entorno, si comparte espacio con otros, etc.

Además, sobre todo si es un animal cuya raza está predispuesta a padecer ciertas patologías, recuerdan que los criadores deben de dar garantías de que en el historial familiar no hay casos.

ESPACIO PARA EL ANIMAL Y TIEMPO PARA LA COMUNICACIÓN

Al igual que los humanos, Stangest apunta que los animales no están todo el día en un único sitio en casa. “Cada habitación de la casa cumple una función y cualquier animal tiene la necesidad de tener un espacio para estar tranquilo, otro lugar para comer, para jugar o para hacer sus necesidades”, explican.

Y es que los perros necesitan tener un espacio donde poder moverse, jugar, estirarse. “Que cada vez que se gire no tropiece con algo o que para tumbarse tenga que estar encorvado o con la cabeza pegada a un mueble”, indican.

Desde Stangest aseguran que los gatos necesitan tener sitios por donde saltar, trepar, rascar… Tener diferentes alturas a donde subirse y algún rincón donde esconderse.

Por otro lado, explican que cada vez se vive mucho más con altos niveles de estrés. “El tiempo que se debe dedicar a las mascotas es importante porque es cuando se conocen y se va construyendo esa relación de convivencia y acompañamiento”, defienden.

El tiempo es necesario para los paseos, el juego, las caricias. “Es el momento de comunicarse el uno con el otro y saber si todo está bien o algo no encaja”, afirman.

EDUCACIÓN Y ALIMENTACIÓN

Stangest asegura que la mayor parte del tiempo que hay que dedicar al principio es sobre todo para su educación. La educación desde el cariño es lo ideal, conforme explican. No sólo porque los resultados son mejores que con el castigo, sino porque es más fluida y se respeta más las características de la manera de ser de ese perro o gato.

“Una mascota debe aprender a gestionar sus emociones, no se debe obligar a hacer lo que se quiera cuando se quiera. Se trata de encontrar un punto medio en la negociación de los intereses de ambas partes”, apuntan.

Muchos problemas de comportamiento (miedos, fobias, reactividad, ansiedades, etc.), apunta Stangest, tienen como origen este pilar, porque no se hacen bien las adaptaciones, no se cubren necesidades y se cree que van a entender las cosas sin que se las expliquen.

Igualmente, la compañía señala que se cuentan con profesionales que pueden ayudar o enseñar, pero el esfuerzo e implicación es responsabilidad de los tutores.

Otro pilar fundamental es la salud de cualquier ser vivo. “Por suerte cada día se es más consciente de la importancia de una buena alimentación y las repercusiones que esto puede tener en la salud y la prevención y tratamiento de enfermedades”, apunta Stangest.

No es un tema con el que se deba escatimar en gastos, porque eso también ayudará a ir menos al veterinario. Es por ello que, si se da alimento seco, hay que cerciorarse de que sea bueno por su composición y no por el nombre, precio o el marketing que lo respalde.

La compañía recomienda su artículo sobre la alimentación natural o el de la microbiota, para hacer una idea al propietario de las consecuencias en el organismo del animal en función de la alimentación elegida.

LOS GASTOS DEL VETERINARIO

Por otro lado, la compañía explica que, en España, para los tratamientos de la salud de las mascotas, todo funciona mediante atención privada, donde los gastos se ven reflejados en las facturas. “En humanos, si dijeran el coste de cada consulta, prueba médica o tratamiento que se aplica, quizás habría más consciencia de todo el gasto real que conlleva la medicina y esto haría comprender mejor la inversión económica en el veterinario”, afirman.

Por ejemplo, explican que existen unos costes comunes-básicos: las consultas, desparasitaciones internas y externas (opciones más químicamente agresivas o más naturales), las vacunas y algunas analíticas.

Si algo sale alterado (independientemente del animal y su edad), desde la compañía afirman que podría necesitar tratamiento, pruebas diagnósticas específicas e incluso alguna cirugía.

Alertan que se debe ser precavido y contemplar la posibilidad de que se produzca algún imprevisto, como alguna enfermedad crónica, un accidente, hernias discales, alergias. Además, recuerdan que los servicios de urgencias son de tarificación más elevada.

Stangest subraya que la experiencia de compartir la vida con un animal “es una de las más enriquecedoras” que se pueden experimentar como persona. Sin embargo, resaltan que trae consigo responsabilidades que limitan la economía, los hábitos y las emociones.

Por último, aseguran que convivir con un animal no es algo que tenga ticket de devolución, es una decisión que se debe tomar desde la más profunda consciencia, madurez y visión de darles calidad de vida y aportarles bienestar de verdad a las macotas. La compañía anima a reflexionar y tomar consciencia del esfuerzo y sacrificio que conlleva tener una mascota, a pesar de que, una vez en su compañía, “compensa”.

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