Desde Dechra han compartido las principales estrategias que utilizan en su trabajo diario para los casos de Cushing
Problemas comunes en el tratamiento del síndrome de Cushing en perros
Desde Dechra han compartido las principales estrategias que utilizan en su trabajo diario para los casos de Cushing
Redacción -
22-05-2024 - 15:05 H - min.
El diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing en perros es complejo. Y es aún más complicado porque este tipo de casos no se presentan a diario en la consulta generalista. Además, los equipos de veterinarios tienen que atender un gran número de casos y trabajan bajo una enorme presión de tiempo.
Entre tanto trabajo, el síndrome de Cushing suele quedar relegado a un segundo plano, y estar al día de los últimos avances y soluciones de tratamiento de la patología es todo un reto. Así que Mireia Peña, senior Product Manager en Dechra Iberia y responsable técnico para endocrinología, ha compartido las principales estrategias que utilizan en su trabajo diario para los casos de Cushing, junto con la opinión experta de Emily Armstrong, head of technical services en Dechra, para ayudar a diagnosticar y tratar el síndrome de Cushing en perros.
Desde Dechra, apuntan que, a la hora de diagnosticar y controlar el síndrome de Cushing, es importante “ir más allá de las cifras”. “En su lugar, el paciente y su cuidador pueden decirte todo lo que necesitas saber”, indican.
Según Mireia Peña, “no existe ninguna prueba diagnóstica perfecta". “Uno de los errores que veo con más frecuencia es que los veterinarios quieren números en lugar de dejar que el paciente sea su guía, algo que puede lograrse examinando detenidamente los síntomas que presenta y escuchando activamente las observaciones del cuidador sobre su perro”, rememora.
También remarca que las incertidumbres iniciales en el diagnóstico del síndrome de Cushing pueden resultar frustrantes y confusas, tanto para el profesional veterinario como para el cuidador del perro, y en algunos casos puede ser necesario combinar pruebas diagnósticas con observaciones minuciosas del comportamiento del paciente para confirmar el síndrome de Cushing.
En general, cuando se plantea realizar una prueba endocrina para detectar el síndrome de Cushing, como el test de supresión con dosis bajas de dexametasona (LDDST, por sus siglas en inglés), es mejor tener primero una alta sospecha clínica de que se trate de dicho síndrome.
Esto significa que, además de los resultados de hematología, bioquímica y análisis de orina, la historia clínica del perro debe apuntar claramente a un síndrome de Cushing. En este sentido, recurrir a una prueba endocrina en aquellos casos en los que la sospecha clínica sea fundada aumentará la confianza en los resultados.
Como resalta Emily Armstrong, “no se trata solo de recopilar datos, sino que también hay que interpretarlos, lo cual requiere habilidad y experiencia para entender las sutilezas y los matices”.
Por otro lado, la supervisión periódica de la calidad de vida es una de las herramientas más importantes, aunque a menudo infrautilizada, en el tratamiento del síndrome de Cushing en perros.
“Para tratar el síndrome de Cushing, hay que hablar con los cuidadores sobre la calidad de vida y hacer una evaluación continua desde el principio. Los cuidadores no suelen preocuparse tanto por el coste del tratamiento como suponemos los veterinarios; en realidad, les interesa más el valor que pueda aportar un tratamiento al bienestar de su perro, y las evaluaciones de la calidad de vida son la clave para demostrar este valor”, defiende Mireia Peña
En este ámbito, gracias a herramientas como la Plataforma Conecta con el Cushing, Dechra Academy, Dechra Endocrinology App y el contacto con el servicio técnico de Dechra, los profesionales veterinarios disponen de un soporte único a la hora de diagnosticar, tratar y monitorizar sus pacientes con Cushing.
Asimismo, el trabajo en equipo es esencial para el tratamiento continuado del síndrome de Cushing en perros. Por ello, Emily Armstrong insta a ponerse en contacto con otros compañeros que tengan experiencia con el síndrome de Cushing o exponer los casos en una reunión sobre casos clínicos. “Conocer la opinión de los demás aumenta la confianza y la excelencia clínica”, afirma.
Tampoco hay que olvidarse de los auxiliares clínicos de veterinaria (ACVs) y otro personal del centro, ya que desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de muchas enfermedades crónicas y, a través de las clínicas ambulatorias gestionadas por estos profesionales, que mantienen un contacto habitual y cercano con los clientes, se puede ayudar a reducir la presión que recae sobre los veterinarios.
Además, es una buena oportunidad para implicar a todo el equipo de la clínica, incluido el personal de recepción y los responsables de las consultas, pues participan mucho en la comunicación con el cliente y la atención al paciente, y pueden ser esenciales a la hora de detectar los síntomas.
Igualmente importante es la colaboración con el cliente para saber cómo se encuentra el perro. Según explica Mireia Peña, “el tratamiento médico del Cushing ayuda a aliviar los síntomas, no la causa subyacente”. “Es fundamental obtener un buen cuadro clínico a través del cuidador, de otros miembros del equipo y de la exploración clínica”, señala.
Para atender a los pacientes con síndrome de Cushing de la clínica, desde Dechra recuerdan que los veterinarios pueden formarse y ponerse al día con la información más reciente y puntera a través de Dechra Academy, que ofrece cursos de formación gratuitos bajo demanda.
Entre ellos mencionan: ‘Comunicación y cumplimiento en el síndrome de Cushing con la Dra. Audrey Cook’, ‘Cortisol pre-Vetoryl: un protocolo de seguimiento mejorado’, ‘Vetoryl: síndrome de Cushing’ y ‘Descifrando el enigma de Cushing’.
Para facilitar el trabajo de los profesionales veterinarios en los centros de atención primaria, Dechra también acaba de crear la primera aplicación de este tipo, Dechra Endocrinology App, que se ha diseñado en colaboración con expertos del Royal Veterinary College y se basa en la inteligencia artificial.
Esta aplicación pretende ofrecer a los profesionales veterinarios una guía sobre la probabilidad de que se presente el síndrome de Cushing. Esto resulta útil en pacientes en los que se sospecha que padecen esta enfermedad, pero el veterinario se plantea si el siguiente paso sería realizar una prueba endocrina.
Según Emily Armstrong, “gracias al poder del big data, hemos podido crear algoritmos que ahora se aplican en la consulta para ayudar a los veterinarios a decidir si conviene proseguir con el diagnóstico de Cushing”.
Sumado a todo ello, destacan que, si cuesta llegar a una conclusión o se necesita una segunda opinión para un caso determinado, el servicio técnico de Dechra puede ayudar, pues acumula una trayectoria de dos décadas en endocrinología y se ocupa a diario de enfermedades endocrinas y casos de Cushing.
Este equipo puede colaborar en la interpretación de los resultados (por ejemplo, resultados de pruebas bioquímicas o endocrinas), sobre los que pueden discutir, o ayudar para saber si se deben realizar más pruebas o de qué tipo. También proporcionan apoyo en la monitorización del tratamiento.
El servicio técnico de dechra recibe, de media, unas 25 consultas de veterinarios cada semana. Esto suponen más de 1.300 consultas al año. De estas, más de 700 están específicamente relacionadas con el síndrome de Cushing. Gracias a su experiencia en endocrinología, Dechra también puede ofrecer apoyo especializado e individualizado para casos concretos.
Aunque el diagnóstico y el tratamiento del síndrome de Cushing es un proceso complejo, muchos de los obstáculos pueden superarse sin dificultad si se cuenta con la orientación y el apoyo adecuados.
Gracias a la ayuda de estrategias de eficacia probada y a la disponibilidad permanente de nuevos datos y recursos, el diagnóstico y el tratamiento del síndrome de Cushing resultan cada vez más sencillos para todas las partes afectadas.
“Dechra se complace en poder seguir combinando sus últimos descubrimientos con décadas de experiencia y una red especializada de apoyo, para que los casos de Cushing sean un poco más sencillos para los profesionales veterinarios ocupados como tú”, concluyen.