Preocupación por el burnout en el sector veterinario: “Hay que hacer algo y frenar esto”

La compañía de alimentación animal Hill's Pet Nutrition continua con la serie de entrevistas a expertos en la profesión ‘De veterinario a veterinario’ que arrancó en julio. En este segundo episodio la invitada es Nuria Tabares, veterinaria, consultora de marketing y gestión de talento, que habla sobre un tema muy importante en la profesión: el ‘burnout’.

Este lunes 10 de octubre se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental, que llega después de sufrir dos crisis a nivel mundial: la pandemia y la guerra de Ucrania. Representantes como la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, Stella Kyriakides, admiten que estos son factores terminan afectando a la salud mental, que ya estaba en mala posición, pues en 2018 1 de cada 6 europeos ya tenían problemas mentales.

En España, el Gobierno ha situado la salud mental en el epicentro de sus políticas públicas, prestando especial atención a los jóvenes y adolescentes, con un plan completo que aborda también a los universitarios, creando un grupo de trabajo con el objetivo de tener un diagnóstico sobre la salud mental y el bienestar emocional del estudiantado, incluido el de los estudiantes de veterinaria.

Y es que el sector veterinario es uno de los más golpeados por problemas de salud mental. Hill’s coincide con la importancia de tomar medidas en este sentido. “Vemos que es una cuestión que preocupa mucho a la profesión y que de verdad debemos cuidar como parte indispensable de la salud mental”, defienden.

En la entrevista, conducida por Sara Gero, Associate PVA Manager de Hill’s Pet Nutrition España, la invitada, con más de 20 años de experiencia en la gestión de equipos en el sector, indica que los estudios y encuestas que se han llevado a cabo, e incluso los propios profesionales transmiten que hay una sensación general de cansancio emocional. “Tenemos que ajustar ciertas cosas”, afirma Tabares. "Es una alarma del sector, hay que hacer algo y frenar esto", defiende.

Ateniéndose a los datos de la encuesta que cita Tabares, un 30% de los profesionales veterinarios españoles están en riesgo de padecer burnout y un 12% ya lo sufren, unos resultados en la línea con el de otros países de nuestro entorno. Cuando se habla de estos datos no hay que olvidar el problema de los suicidios, pues son de dos a cuatro veces más que en el resto de las profesiones, sobre todo en mujeres.

La solución pasa por contar con una serie de “escudos”: apoyo psicológico, pasear por el campo, mindfulness, aficiones o apoyarse en la pareja. De hecho, la encuesta ponía de manifiesto que las mujeres con hijos tenían menos riesgo de padecerlo, y pasaba algo parecido con los profesionales que practicaban deporte. “Es una profesión que te encanta, pero si el resto de pilares se caen, al final te come”, advierte.

“LOS VETERINARIOS NOS AUTOPRESIONAMOS MUCHÍSIMO”

Otras soluciones pueden ser incluso cambiar de lugar de trabajo, pues el ‘burnout’ puede mejorar con un cambio de ambiente, algo que no ocurre con otros trastornos como la fatiga por compasión que “persigue” a los profesionales allí donde ejerzan.

Para Tabares, la parte de la profesión dedicada al cuidado de los animales es una de las causas del burnout. Esto, unido a los horarios exigentes, que pueden dificultar disfrutar del ocio o la familia, y la necesidad continua de estar al día es un caldo de cultivo para el burnout. “Nos autopresionamos muchísimo”, asegura Tabares. Esto es algo que también ocurre con los gerentes, y muchos de ellos también están quemados.

Sin embargo, la veterinaria lamenta que todo esto está normalizado dentro del sector. El problema es que como el estrés crónico avanza poco a poco cuando te das cuenta es cuando ya está muy avanzado. Hay que estar atento a las señales, como la irritabilidad con las personas que te rodean, para poder frenarlo a tiempo.

También es común que se genere dolor de cuello, cabeza, cansancio continuo, dormir mal; todo esto genera un bucle del que es difícil salir. A veces la solución pasa por descansar, un parón profesional y, sobre todo, apoyo psicológico.

Para Tabares la prevención no tiene que venir solo de los profesionales individuales, sino también desde dentro de cada centro. El liderazgo tiene que fomentar que puedan salir a su hora y tengan, por ejemplo, tiempo y espacio para comer o incluso darse una ducha. Sumado a todo esto hay que trabajar también como sector para evitar que los profesionales terminen por abandonar la clínica.

“A mí me llaman profesionales muy jóvenes que me dicen: ‘Nuria, necesito ayuda, no puedo más’; y son personas que llevan tres años ejerciendo”, expone Tabares, que indica que también ocurre con los que llevan muchos años y que les pasa lo mismo: quieren cambiar su vida radicalmente y abandonar su profesión, que es su sueño. “Me da mucha pena”, lamenta.

Además de en Youtube, la entrevista completa está disponible en la Academia Veterinaria de HillsVet.es o en formato podcast en Spotify.