La dermatitis alérgica a la picadura de pulga es el proceso dermatológico más común en el perro y el gato y, en zonas endémicas, puede provocar el 50% de los casos de dermatitis en mascotas
LabianaPets desentraña la dermatitis alérgica a la picadura de pulga
La dermatitis alérgica a la picadura de pulga es el proceso dermatológico más común en el perro y el gato y, en zonas endémicas, puede provocar el 50% de los casos de dermatitis en mascotas
Redacción -
23-04-2021 - 10:30 H - min.
LabianaPets, la marca de medicamentos para animales de compañía de Grupo Labiana, continúa con su apuesta por la formación de veterinarios y propietarios de mascotas sobre asuntos de intereses de la salud animal.
Así, por ejemplo, recientemente desde la marca veterinaria explicaron como prevenir y tratar las tenias en perros y gatos o los signos, diagnóstico y tratamiento del gusano pulmonar canino. Ahora, han desentrañado la dermatitis alérgica a la picadura de pulga (DAPP).
La DAPP es el proceso dermatológico más común en el perro y el gato y, según apuntan desde LabianaPets, “en áreas endémicas puede llegar a ser la causa de hasta el 50% de las dermatitis observadas en estos animales”.
Concretamente, consiste en una dermatosis prurítica papulocrostosa en animales que han desarrollado hipersensibilidad a fracciones proteicas antigénicas de la saliva de las pulgas.
En cuanto a la patogénesis, durante la alimentación las pulgas inyectan saliva en la herida para prevenir la coagulación de la sangre. Esta saliva es una sustancia compleja que contiene enzimas, polipéptidos, aminoácidos y compuestos aromáticos con propiedades irritantes y alergénicas.
Así, estas moléculas antigénicas pueden inducir una reacción de hipersensibilidad inmediata mediada por IgE de tipo I y una reacción de hipersensibilidad retardada de tipo IV.
Los signos clínicos se manifiestan normalmente a partir de los 6 meses de edad, independientemente de la raza o el sexo. En este sentido, las razas predispuestas a la dermatitis atópica son más propensas a desarrollar DAPP y viceversa.
La DAPP es un problema crónico que puede tener carácter estacional según la presencia de pulgas, aunque en zonas de clima templado y animales que viven en el interior de la vivienda puede manifestarse todo el año.
En los perros afectados se manifiesta como una dermatitis papular prúritica con lesiones secundarias al autotrauma como, alopecias y pelo quebradizo, escoriaciones, erosiones, costras, pioderma superficial, etc. En los gatos se pueden observar distintos patrones de presentación como dermatitis miliar, alopecia autoinducida simétrica o complejo del granuloma eosinofílico etc.
En cuanto al diagnóstico, se basa normalmente en la observación de signos clínicos compatibles con DAPP; en la observación de pulgas o sus deyecciones en el pelo; y en la demostración de la hipersensibilidad.
La demostración de la hipersensibilidad se puede realizar mediante una prueba intradérmica con extractos de parásito que puede detectar reacciones de hipersensibilidad tipo I y tipo IV o mediante un test invitro que detecta las IgE contra antígenos de la saliva de pulga, es útil ante casos de hipersensibilidad tipo I pero no ante hipersensibilidad tipo IV.
El tratamiento de la DAPP se basa en una combinación entre la eliminación de las pulgas tanto del hospedador como del ambiente con productos adulticidas, larvicidas y ovicidas; LA Corticoterapia sistémica y/o inmunoterapia para controlar los signos clínicos; y, en caso de complicaciones, habrá que aplicar tratamientos específicos según su etiología como antibioterapia, baños antisépticos, etc.
“Entre los productos indicados para el tratamiento y prevención de la DAPP para perros y gatos se encuentran productos en forma spot on como Selehold. Su composición en base a Selamectina, un compuesto semisintético de la clase de las avermectinas es efectiva ante múltiples parásitos internos y externos”, explican desde la marca de animales de compañía.
Selehold es un producto de Labiana Pets que puede aplicarse como parte del tratamiento ante una DAPP y como medida de prevención de forma profiláctica mediante administración mensual en una pauta de desparasitación.
“Ante una DAPP es importante mantener una conversación con el veterinario de confianza que nos recomendará el tratamiento y las estrategias de control ambiental a seguir según cada caso y la estrategia de prevención más adecuada”, concluyen.