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Día Mundial de la Fisioterapia: La radiofrecuencia, eficaz contra la enfermedad del disco intervertebral en veterinaria

Un caso clínico ha demostrado cómo la radiofrecuencia aplicada junto con otras técnicas consiguió favorecer la rehabilitación de un perro de 12 años con enfermedad de disco intervertebral multifocal

El perro sufría enfermedad de disco intervertebral multifocal.
El perro sufría enfermedad de disco intervertebral multifocal.

Día Mundial de la Fisioterapia: La radiofrecuencia, eficaz contra la enfermedad del disco intervertebral en veterinaria

Un caso clínico ha demostrado cómo la radiofrecuencia aplicada junto con otras técnicas consiguió favorecer la rehabilitación de un perro de 12 años con enfermedad de disco intervertebral multifocal

Redacción - 08-09-2023 - 00:00 H - min.

Este viernes 8 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Fisioterapia, que persigue crear conciencia sobre la contribución crucial que hacen los profesionales dedicados a la fisioterapia de todo el mundo para mantener a sus pacientes en buen estado de salud, móviles e independientes.

Pero la fisioterapia no solo se aplica en personas, sino también en animales. De hecho, entre los veterinarios hay un interés creciente en formarse en esta materia, para ofrecer los mejores tratamientos a sus pacientes.

Es el caso del Centro de Rehabilitación Animal de Referencia (CRAR), especializado en est ecampo, que recientemente han compartido un caso clínico en su web llevado a cabo por la veterinaria rehabilitadora Marina Gonzalo en el que se trata a un perro con enfermedad del disco intervertebral (IVDD).

Desde el CRAR explican que es una de las enfermedades más frecuentes a las que se enfrentan los veterinarios especializados en fisioterapia y rehabilitación y engloba una serie de patologías que pueden darse en el disco intervertebral que pueden resumirse en herniación del disco intervertebral con o sin signos clínicos y en degeneración del disco intervertebral sin herniación.

“La extrusión discal supone el 2% de todas las enfermedades del perro”, señalan, y destacan que la hernia discal suele estar precedida, en mayor o menor medida, de un proceso de degeneración del disco intervertebral. Esta degeneración se produce de forma natural con la edad, pero también está influenciada por la genética del individuo y acelerada por la presión de las fuerzas biomecánicas que haya recibido el disco intervertebral.

En cuanto a los signos clínicos y síntomas de la enfermedad de disco intervertebral, cuando son consecuencia de una hernia discal varían desde dolor paraespinal hasta paraplejia, con pérdida de sensibilidad dolorosa profunda.

Asimismo, los signos pueden tener un inicio agudo o subagudo y pueden causar un deterioro progresivo o estabilizarse en 24-48h seguido de una mejora dependiendo del grado de compresión y la posterior extrusión del disco.

Respecto al diagnóstico, señalan que las radiografías de columna pueden mostrar evidencias de degeneración del disco (calcificación del núcleo) y pueden mostrar signos de hernia (estreñimiento del espacio intervertebral, opacificación del agujero intervertebral).

Eso sí, desde el CRAR detallan que el diagnóstico definitivo solo se establece mediante resonancia magnética, tomografía axial automatizada o mielografía.

En cuanto al tratamiento, desde el CRAR indican que suele tener 4 objetivos: eliminar la causa del daño medular primario; reducir el dolor paraespinal agudo producido por la inflamación, compresión de meninges y raíces nerviosas; prevenir el dolor de origen neuropático que puede permanecer de forma crónica después de una hernia discal; así como prevenir la lesión medular secundaria y favorecer la recuperación de la función motora.

EL CASO CLÍNICO

En cuanto al caso clínico al que tuvo que enfrentarse Gonzalo, se trataba de Clark, un perro mestizo de 12 años, que había sido operado de una hernia discal cervical en C5-C6 en marzo de 2022 y que sufría enfermedad de disco intervertebral multifocal con mínima compresión en L5-L6 y L6-L7, además de artrosis coxofemoral izquierda.

Para abordar el caso, se estableció un plan de rehabilitación semanal, y espaciaron las sesiones de mantenimiento cada 3 semanas. En el plan, la veterinaria optó por aplicar la radiofrecuencia Indiba y láser. La radiofrecuencia para promover la bioestimulación y regeneración de tejidos en el raquis y en las cervicales, y el láser para el control de la inflamación y dolor en la columna.

“Estas terapias aumentan el metabolismo dentro de la célula, mejorando el transporte de nutrientes a través de la membrana celular. Además, se incrementa la producción de energía celular (ATP), generando una cascada de efectos beneficiosos, con aumento de la función y salud celulares”, explican desde el CRAR.

Además, se aplicó la terapia manual. “La terapia manual nos sirve tanto para detectar cualquier alteración como para obtener información y tratar muchas patologías. En CRAR enseñamos ejercicios concretos de masaje a los cuidadores para que puedan realizarlos en casa en las rutinas de rehabilitación.  La implicación de las familias es imprescindible para conseguir una buena evolución de los pacientes. En el caso de Clark, los masajes ayudaron a relajar la columna y las articulaciones”, explican.

Por otro lado, otra de las técnicas que se aplicaron fue la electroestimulación, mediante electrodos colocados en la piel, donde se administraron impulsos eléctricos que provocan contracciones musculares. Se utilizó en isquiotibiales de la extremidad posterior izquierda para ganar tono muscular.

Además, se optó también por la cinesiterapia pasiva y activa, para ayudar a fortalecer el core y realizar calentamientos: estas terapias se basan en movimientos de las extremidades. En el caso de la cinesiterapia pasiva, los movimientos los realiza el veterinario rehabilitador.

Gracias a la terapia de rehabilitación el perro dejó de mostrar cojera al andar y pasó a poder realizar 3 paseos de calidad al día de entre 15 y 30 minutos.

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