La compañía veterinaria Calier ha analizado la respuesta inmunitaria de los cerdos frente al síndrome respiratorio y reproductivo porcino y ha dado pautas para la lucha contra el virus
Consejos para ayudar al sistema inmune de los cerdos frente al PRRS
La compañía veterinaria Calier ha analizado la respuesta inmunitaria de los cerdos frente al síndrome respiratorio y reproductivo porcino y ha dado pautas para la lucha contra el virus
Redacción - 01-07-2021 - 13:20 H - min.
El síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS) es una enfermedad vírica que, aunque algunas regiones se mantengan libres, tiene un alcance mundial y, en áreas endémicas, las granjas de cerdos positivas pueden representar entre el 60 y el 80% del total.
Por ello, y conscientes de lo complicado de la inmunidad frente a PRRS, desde Calier han explicado este particular sobre la enfermedad animal y han dado una serie de consejos para ayudar al sistema inmune de los cerdos.
En primer lugar, desde la compañía veterinaria han destacado las dificultades de la lucha frente a el PRRS. Así, señalan que, desde el punto de vista inmunológico, las cepas del virus de PRRS pueden relacionarse de maneras diferentes con el sistema inmunitario porcino, y de igual modo, puede suceder que la respuesta humoral y/o celular que se puedan generar, no tienen por qué tener reacción cruzada entre cepas. Además, remarcan que pueden producirse muchas diferencias en la respuesta individual y/o poblacional entre los animales tras su infección. “Todo lo cual, nos hacer difícil vaticinar que podría suceder en esos animales y en nuestra granja”, advierten.
Asimismo, remarcan que la sintomatología clínica que provoca PRRS tiene una alta variabilidad y, principalmente, esto es debido a diversas causas, como la diversidad genética del virus, la edad de los animales afectados, la inmunidad establecida, las infecciones secundarias, el ambiente y manejo de la granja, medidas de bioseguridad establecidas, la estructura de la granja, los vecinos, etc., “todo lo cual nos complica el poder valorar el nivel de protección que podrían tener nuestros animales frente a esta infección”, apuntan.
En lo referente a los conocimientos sobre la respuesta inmunitaria frente al virus de PRRS, explican, es cierto que se ha avanzado mucho, pero también es patente la información que aún se desconoce. “Todo lo cual nos lleva a la situación, en algunos casos, de no saber el por qué en nuestros cerdos la protección falla estrepitosamente, y en cambio los animales del vecino se protegen perfectamente, o viceversa por supuesto”, remarcan.
“Sabemos que puede haber una respuesta inmune inicial baja a la infección, lo que permite al virus de PRRS, cual guerrero vikingo, invadir tejidos como el linfático y el pulmonar, infectando y “apoderándose” de macrófagos y células dendrítica, lo cual terminará en una infección aguda, pero que se puede transformar en una persistente, haciendo que este indeseable “invitado”, se quede un buen tiempo en nuestro rebaño”, advierten.
Los cerdos que sean infectados producen una respuesta humoral rápida, pero este “ejército de anticuerpos que se crea como respuesta no es efectivo en la lucha frente al enemigo”, y, por lo tanto, no dan la protección esperable. Asimismo, podrían actuar de caballo de Troya, facilitando la entrada de virus a los macrófagos.
Así que las poblaciones invadidas deben esperar a partir de la cuarta semana de la ocupación, “a que llegue un ejército bien apertrechado, con anticuerpos neutralizantes, para poder combatir más efectivamente al enemigo, en especial para evitar la infección”, señalan.
“Aunque, sin embargo, a su vez la generación de la respuesta inmune celular medida como células productoras de IFN-γ, en otras palabras, los refuerzos para este segundo ejército, pueden no ir a la par de sus compañeros de batalla en el control del enemigo”, enfatizan.
Por otro lado, con lo particular que este agente infeccioso llega a ser, según apuntan desde Calier, es capaz de modular la respuesta inmune del huésped, inhibiendo la producción de ciertas citoquinas que son importantes en los mecanismos inmune, o al contrario, puede inducir la producción de otras citoquinas que son reguladoras en la inmunidad, lo cual puede llevar a que no se produzca un correcto desarrollo de la respuesta inmune celular.
Asimismo, la falla en la instauración de este tipo de respuesta inmune, puede contribuir a que esos “conquistadores” permanezcan “escondidos” en los nódulos linfáticos por un período largo, de tal manera que durante ese tiempo, podría haber excreción vírica.
La variabilidad de la inmunidad provoca, según la compañía veterinaria, que en una granja infectada por PRRS haya un “verdadero popurrí de tipos de cerdos”. Así, podemos encontrar animales que no estén infectados aún; cerdos que se encuentren en pleno proceso de infección; ejemplares con evidente clínica a PRRS, enfermedades secundarias y/o a agentes que se encuentren beneficiándose de la situación de inmunosupresión; animales con ausencia o ligera evidencia de estar enfermos; cerdos en fase de excreción de virus de PRRS; ejemplares recuperados y, por lo tanto, ya protegidos; y animales portadores.
“Es indudable que para la combatir la enfermedad de PRRS, necesitamos encontrar la forma de generar una respuesta inmune rápida, fuerte y adecuada, para buscar reducir el periodo de viremia y evitar así, la aparición de infecciones persistentes”, explican desde Calier.
En este sentido, el objetivo es estabilizar la granja y mantener a raya al virus y a la enfermedad y, por ello, desde la compañía han dado unas pinceladas sobre como hacerlo.
El uso de vacunas es una medida más en la lucha contra esta enfermedad, ya que, en general, la inmunización es una forma de prevenir y controlar las infecciones a través de la estimulación del sistema inmunitario y el establecimiento de una respuesta inmunitaria protectora frente a esa posible infección, y así intentar reducir los problemas que la enfermedad pueda provocar.
“Sin embargo, en el caso de PRRS, a través de todos estos años de la enfermedad en la industria porcina, lamentablemente se ha observado que la respuesta a la vacunación frente es PRRS es muy variable”, remarcan desde Calier.
“Así que, podemos, por un lado, apoyar al sistema inmunitario a desarrollar una inmunidad protectora (vacunas, inmunomoduladores), pero también debemos ayudar a los animales y a nuestra granja, a través de la conjunción de una serie de medidas para controlar, estabilizar, y/o, de ser posible, eliminar dicha infección de nuestras granjas”, concluyen.