Purina lanza Cardiocare, la dieta que ayuda a frenar la progresión de la valvulopatía mitral

Cada vez existen más evidencias científicas de la importancia de una dieta adecuada para la salud de los animales de compañía, no solo para combatir problemas como la obesidad, sino para ayudar a prevenir otras enfermedades. Un ejemplo es la dieta Cardiocare de Purina, que ha demostrado eficacia frente a la enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (MMVD), la enfermedad cardíaca más común en perros.

Así, por primera vez se ha demostrado el efecto beneficioso de una combinación de nutrientes creada con el objetivo de ayudar a prevenir la progresión de la MMVD, teniendo en cuenta los cambios metabólicos observados en sus etapas más tempranas.

En este sentido, Nestlé Purina llevó a cabo distintos estudios para valorar la eficacia de su dieta Purina® Pro Plan® Veterinary Diets CC CardioCare™ en perros con MMVD.

Así, en un estudio inicial, la compañía aplicó tecnologías metabolómicas y transcriptómicas para evaluar los cambios metabólicos que sufre el corazón en perros con MMVD.

Lo que se observó fue una disminución del metabolismo de los ácidos grasos de cadena larga como fuente principal de energía de los cardiomiocitos, así como una adaptación de las mitocondrias a utilizar otros sustratos para obtener energía, como glucosa o cuerpos cetónicos. Por otro lado, en el estudio también se identificó un aumento del estrés oxidativo y de los mediadores de la inflamación.

Una vez identificados estos cambios metabólicos, los científicos de Nestlé Purina crearon una fórmula de protección cardiaca (CPB del inglés Cardiac Protection Blend) combinando distintos nutrientes para apoyar la función del corazón de estos pacientes desde un abordaje nutricional.

De esta manera, incorporaron Triglicéridos de Cadena Media (TCM), como fuente de energía alternativa para los cardiomiocitos; así como aminoácidos clave como la metionina y la lisina, precursores de la Carnitina, que participa en el transporte de ácidos grasos al interior de las mitocondrias para producir energía o ATP.

Además, incorporaron ácidos grasos omega-3, para ayudar a reducir la inflamación; vitamina E, para ayudar a prevenir el daño oxidativo celular; magnesio que se une al ATP para proporcionar energía a las células del corazón; y taurina, para ayudar a mantener la función contráctil del corazón.

FRENO A LA PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD

Tras formular la dieta, pasaron a otra fase de la investigación, en este caso un estudio ciego de intervención dietética de 6 meses de duración en el que se incluyó a 19 perros con etapas tempranas de MMVD y 17 perros sanos, todos ellos de raza pequeña.

A los perros se les administró de forma aleatoria una dieta control o una dieta suplementada con la fórmula de protección cardíaca. Para analizar el efecto de la dieta sobre la progresión de MMVD se obtuvieron mediciones cardíacas al comienzo, a los 3 y a los 6 meses.

Los resultados mostraron que en los perros sanos, independientemente del tipo de dieta que se les administró, no hubo cambios significativos en ningún parámetro en las mediciones tomadas a los 3 y 6 meses.

Sin embargo, en el caso de los perros con MMVD, con el tiempo sí que se observó un efecto significativo de la dieta. De hecho, después de 6 meses de estudio, los resultados en los perros con MMVD alimentados con la fórmula de protección cardíaca (CPB) mostraron que un 60% de los animales presentaron una tendencia hacia la disminución (-2,9%) del diámetro de la aurícula izquierda (DAI) y su relación con el diámetro aórtico (AI/Ao).

Además, el 30% de los perros mostraron una reducción del grado de regurgitación mitral y ninguno mostró progresión de la etapa de la enfermedad.

Mientras, en el mismo período de tiempo, los perros con MMVD alimentados con la dieta control mostraron un incremento significativo del DAI (+10,8%) y del AI/Ao (+9,5%) en comparación con los datos basales, y el 37% de los perros mostraron progresión de la etapa de la enfermedad.

Por último, los investigadores de Purina llevaron a cabo un estudio metabolómico, donde se analizaron los metabolitos séricos de los mismos perros del estudio anterior. En este estudio se observó que la fórmula de protección cardíaca (CPB) tuvo un impacto positivo en las vías metabólicas en los perros con MMVD, ya que mejoró el uso de ácidos grasos para obtener energía y redujo la inflamación y el estrés oxidativo.