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EMPRESAS

Calier da las claves para la prevención de la leishmaniosis canina

La compañía veterinaria Calier ha publicado una serie de recomendaciones para lograr prevenir la leishmaniosis, que supone un riesgo sanitario para animales y humanos

Calier defiende que la forma más eficaz de combatir la leishmaniosis en los perros es la prevención.
Calier defiende que la forma más eficaz de combatir la leishmaniosis en los perros es la prevención.

Calier da las claves para la prevención de la leishmaniosis canina

La compañía veterinaria Calier ha publicado una serie de recomendaciones para lograr prevenir la leishmaniosis, que supone un riesgo sanitario para animales y humanos

Redacción - 13-07-2021 - 13:44 H - min.

Las principales estrategias de prevención de la leishmaniosis canina pasan por evitar la picadura del flebótomo, vector de esta enfermedad. Por ello, desde la compañía veterinaria Calier recuerdan que para proteger a las mascotas “resulta esencial” conocer el nivel de riesgo al que están expuestas y usar collares repelentes.

“Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Esta frase, atribuida al rey Salomón, encierra una gran verdad. De ahí que sea tan importante proteger a nuestros fieles compañeros y hacer lo que en nuestra mano esté para garantizar su salud. Por eso los llevamos al veterinario y les ponemos las vacunas necesarias”, apuntan desde Calier.

Sin embargo, explican, “hay un enemigo tan poco visible como peligroso: la leishmaniosis, una enfermedad escurridiza, capaz de burlar hasta el calendario de vacunación más estricto. Se trata de una patología grave, difícil de tratar y que se puede contagiar al ser humano”. Por ello, la compañía veterinaria ha publicado una serie de recomendaciones para prevenir la enfermedad.

LEISHMANIOSIS, QUÉ ES Y CÓMO SE TRANSMITE

En cuanto a la enfermedad, desde Calier explican que la leishmaniosis se transmite a través de la picadura de un flebótomo (un diminuto insecto parecido a un mosquito) del género Leishmania.

“Cuando este se alimenta de un animal infectado, su picadura se convierte en un riesgo para la salud, en particular de perros, gatos y personas. En el caso del can, cuando lo infecta, el parásito se reproduce dentro de sus células y puede afectar, directa e indirectamente, a muchísimos tejidos y órganos”, detallan.

Sus manifestaciones clínicas más frecuentes son las lesiones en la piel, un característico sangrado nasal y pérdida de peso. En su peor versión, puede derivar en un grave cuadro clínico (incluso letal), conocido como leishmaniosis visceral. Sin embargo, señalan que también es posible que no cause signos, sin que por ello sea menos importante.

Respecto a si existen tratamientos contra la leishmaniosis, desde Calier indican que “la respuesta corta es sí”. Sin embargo, destacan que los tratamientos son largos y pueden tener importantes efectos secundarios. Además, no siempre eliminan al parásito por completo y queda una infección latente. “Una vez que se ha presentado la enfermedad, el pronóstico suele ser entre reservado y grave”, aseguran.

“Un perro infectado puede ser un factor en la diseminación de la enfermedad. Siempre que el flebótomo esté presente, habrá riesgo de reinfección. Así pues, en la lucha contra la leishmaniosis, la clave es la prevención” afirma la compañía.

El flebótomo necesita de sitios húmedos y ricos en materia orgánica para poner sus huevos

ESTRATEGIAS PARA PREVENIR LA LEISHMANIOSIS

“Esta enfermedad tiene varios componentes: el protozoario parásito (causa o agente etiológico; desencadenante), el mamífero que sufre la infección (huésped o, en conjunto, reservorio) y el flebótomo transmisor (vector). Este es, por así decirlo, la piedra angular. Por ello, si evitamos su picadura, todo el ‘edificio’ de la leishmaniosis se derrumba”, explican y señalan que, por lo tanto, “sin flebótomo no hay leishmaniosis”.

De esta manera, indican que si se conocen las horas, las temporadas y los lugares de mayor actividad del flebótomo, se puede (aunque no siempre será conveniente) evitar pasear a los perros en los picos de mayor riesgo. “Permanecer a cubierto es más seguro que salir durante los momentos de mayor actividad del vector”, subrayan.

“El flebótomo es nocturno, aunque la mayoría de las picaduras se producen al amanecer y al atardecer. A este insecto le gustan las temperaturas por encima de los 10 °C, y necesita de sitios húmedos y ricos en materia orgánica para poner sus huevos: grietas, agujeros, acumulaciones de basura, raíces y huecos de árboles”, detallan desde la compañía.

Por otro lado, desde Calier aseguran que la vacunación se recomienda, en especial, para perros que viven en zonas endémicas y están expuestos a un riesgo alto (por ejemplo, los que viven al aire libre). En este sentido, apuntan que la vacuna ayuda a que los animales no desarrollen la enfermedad, pero destacan que debe usarse junto con collares y pipetas repelentes para ser más efectiva.

SEGUIMIENTO SEROLÓGICO PARA CONOCER EL RIESGO DE LEISHMANIOSIS

“Gracias a las pruebas serológicas (en sangre), científicos y epidemiólogos averiguan cuánta leishmaniosis hay en una zona. De este modo, es posible conocer el nivel de riesgo y adoptar la mejor estrategia de prevención”, indican.

Por ello, desde Calier explican que cuando un perro es diagnosticado con esta enfermedad, es importante hacerles pruebas a otros animales que convivan con él, ya que es probable que hayan estado expuestos. A este respecto, recomienda que los titulares de los animales de compañía acudan a su veterinario para consultar sobre la incidencia de leishmaniosis en la zona en la que vivan.

“Sin duda, la mejor estrategia para la prevención de la leishmaniosis es el uso de collares repelentes de calidad. Un gesto tan simple puede marcar la diferencia”, apuntan, destacando que el uso de un buen collar protege al perro de la picadura del flebótomo durante varios meses.

En cuanto a los períodos de utilización, en lugares endémicos, recomiendan que los perros lleven collar durante todo el año. En los demás, el uso puede ser estacional. “Si tenemos pensado escaparnos unos días con nuestro fiel compañero a una zona de riesgo, las pipetas pueden ser nuestras aliadas, ya que protegen durante un corto periodo de tiempo”, señalan

“En la lucha contra la leishmaniosis, todos debemos poner nuestro granito de arena. En este sentido, lo mejor que podemos hacer como propietarios es estar al tanto del nivel de riesgo del lugar en el que vivimos y proteger a nuestra mascota con collares repelentes. De esta manera, cuidamos su salud a la vez que evitamos que sea un factor en la diseminación de esta grave enfermedad”, concluyen desde la compañía veterinaria.

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