Estudios científicos avalan que la radiofrecuencia es la tecnología con mayor capacidad para alcanzar tejidos más profundos lo que aporta mejores resultados en la rehabilitación veterinaria
Avalan la radiofrecuencia frente a otras electroterapias en veterinaria
Estudios científicos avalan que la radiofrecuencia es la tecnología con mayor capacidad para alcanzar tejidos más profundos lo que aporta mejores resultados en la rehabilitación veterinaria
Redacción - 12-09-2020 - 09:55 H - min.
Una de las preguntas más frecuentes de los veterinarios sobre la tecnología de radiofrecuencia (RF) es su profundidad. En este sentido el profesor Tim Watson (Universidad de Hertfordshire, Reino Unido) ha estado estudiando e investigando EPA (agentes electrofísicos por sus siglas en inglés) durante los últimos 25 años. Durante ese tiempo, ha establecido claras diferencias entre la gama de modalidades disponibles en la actualidad.
En su reciente webinar “INDIBA vs. otras modalidades”, afirmó que una de las grandes diferencias entre los EPA es la profundidad con la que pueden conducir la energía en el tejido, afirmando que la variación se basa en el tipo específico de tecnología que utiliza.
Según la gran cantidad de investigaciones publicadas sobre todas las modalidades, la RF es la tecnología con mayor capacidad para alcanzar tejidos más profundos en comparación con las demás. Algo que Watson pudo confirmar en todos sus años de investigación y conocimiento de todos los demás EPA. La radiofrecuencia puede dirigirse a tejidos más profundos con mayor eficacia.
“Esta es una de las preguntas más comunes que recibimos y la respuesta se basa en la física. Nuestro sistema trabaja con una corriente electromagnética en circuito cerrado (medida a una radiofrecuencia de 448kHz), lo que significa que la corriente debe ir desde el punto “A” (electrodo CAP-RES) al punto “B” (placa de retorno)” explican desde INDIBA.
En este sentido apuntan que la física de una corriente eléctrica establece que la corriente siempre encontrará “el camino de menor resistencia” y no la distancia más corta en términos de medición.
De esta manera, el tejido más húmedo proporciona el camino menos resistente a una corriente eléctrica; por ejemplo, el músculo. La corriente no tomará la ruta más corta en términos de medición lineal. Por lo tanto, desde INDIBA explican que incluso cuando se trata más cerca de la placa de retorno (B), la corriente seguirá atravesando el tejido más húmedo más profundo para regresar a la placa y no solo a lo largo de la superficie de la piel.
Sin embargo, indican que todo el tejido del cuerpo tiene un contenido de agua, incluso el hueso, por lo que, aunque la mayor parte de la corriente pasará a través de los músculos/articulaciones sinoviales/tejido neural, también intentará abrirse paso a través de estructuras menos vasculares como tendones, ligamentos y huesos (el periostio en la superficie del hueso también tiene un suministro de sangre, por lo que está ‘húmedo’).
“Sabemos cómo funciona la física de las corrientes eléctricas, pero en un cuerpo vivo que se esfuerza por lograr la homeostasis por encima de todo, ¿qué sucede cuando se pasa una corriente de radiofrecuencia de 448 kHz?”, apuntan.
A principios del siglo XIX, personas como Tesla y D’arsenal sabían que se podía hacer pasar una corriente eléctrica a través del cuerpo y sentir calor. Inicialmente plantearon la hipótesis de que solo pasaba a través de la piel.
Ahora las evidencias apuntan que esto no es así y para confirmar los efectos que están ocurriendo debajo de la piel, el profesor Watson y su equipo estudiaron los efectos reales en el cuerpo en un ambiente controlado por laboratorio, investigando el efecto sobre el flujo sanguíneo superficial y profundo.
Por otro lado, también se han realizado estudios para explicar las reacciones de los tejidos a la corriente de RF en las estructuras más profundas, así como para observar la saturación de hemoglobina. En todos los estudios, encontraron que los efectos fisiológicos de la RF eran mayores y más profundos en comparación con todas las demás modalidades.
Cuando se habla de profundidad de tratamiento, a menos que la energía pueda llegar a la lesión, no tendrá un efecto que valga la pena. Si se desea influir en la vía de reparación del tejido, se debe utilizar la energía más adecuada y eficaz para lograr la resolución de la lesión más rápidamente, por lo tanto, la que pueda alcanzarla y entregar suficiente energía en un período corto de tiempo brindará mejores resultados para el animal.
“Cuando se usa INDIBA, el aumento de temperatura en el tejido es generado por la ley de Joule o efecto Joule, donde la temperatura (Q) depende de la intensidad (i) (cantidad de energía), la resistencia (R) y el tiempo (t)”, apuntan.
Cada parte del cuerpo y cada tipo de tejido, así como el estadio de la lesión, es diferente y necesita una dosis diferente, por lo que tenemos que considerar esta ecuación al momento de aplicar un tratamiento con INDIBA.
“Durante muchos años hemos estudiado las respuestas específicas de los diferentes tejidos a la corriente de Radiofrecuencia a 448kHz, y esto nos ha llevado a desarrollar nuestro propio sistema de monitorización de la energía denominado ‘IAS’, o INDIBA Analogue Scale”, aseguran.
En cuanto a la seguridad del tratamiento INDIBA ha investigado extensamente por su seguridad sobre las células vivas. “Los resultados de más de 20 años de investigación molecular han concluido que es seguro y efectivo (consulta nuestra sección de Literatura Científica para obtener más información)”, explican.