Agricultura licita kits de diagnóstico de tuberculosis bovina

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), actualmente dirigido en funciones por Luis Planas, ha publicado el anuncio de licitación de la Junta de Contratación del MAPA que tiene como objeto la adquisición de kits de la prueba Elisa gamma-interferón para el diagnóstico complementario de la tuberculosis bovina.

En este sentido, el valor estimado de dichos kits de diagnóstico está estimado por el Ministerio en 540.000 euros, que especifica, además, que no se aceptarán variantes de los mismos. Por su parte, la duración del contrato que se establecería entre el Ministerio y la entidad ganadora de la licitación sería de 24 meses, según la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Por otro lado, desde el MAPA se especifica que las condiciones de participación que deben cumplir aquellos interesados en la licitación. Entre estas condiciones específicas se subraya que los participantes no se encuentren incursos en incompatibilidades. Asimismo, aquellos que se presenten a la licitación deberán encontrarse en estricto cumplimiento con las obligaciones de la Seguridad Social y las tributarias.

Por último, el plazo para la recepción de ofertas o solicitudes de participación será hasta las 14:00 horas del día 22 de julio de 2019.

PROBLEMÁTICA EN ESPAÑA

En materia de detección de tuberculosis bovina en España, algunas organizaciones del sector agroganadero como Unión de Uniones se han mostrado disconformes con la supuesta ineficacia de las pruebas de tuberculina que se realizan en los controles del plan de saneamiento, señalando que no cuentan con la confianza de los ganaderos al tratarse de una prueba cuyos resultados dependen de la “correcta ejecución” y de la severidad en la “interpretación” de los resultados.

Y es que, según apuntaban desde la organización agraria, sea falso o no el positivo en la prueba, desencadena un protocolo que representa, según Unión de Uniones, la pérdida de la calificación sanitaria favorable de la explotación, el sacrificio de las vacas y la imposibilidad de reponerlas hasta que los controles vuelvan a ser negativos al cabo de un mínimo de tres meses, lo que supone “graves perjuicios” para los ganaderos.

Por otro lado, desde la organización Unión Extremadura, en declaraciones para Animal’s Health, el secretario técnico de dicha organización, Luis Cortés, indicaba la necesidad de que se saneasen las poblaciones de animales silvestres como el jabalí, principal reservorio de la tuberculosis en la comunidad extremeña, subrayando que “se pueden matar a todas las vacas y cabras que se quiera, pero mientras los jabalíes y los ciervos campen a sus anchas, no hay solución”.

En este sentido, desde Unión Extremadura hicieron especial hincapié en que el problema de la tuberculosis no solo tenía que enfocarse desde el lado ganadero sino, también, desde el de la fauna silvestre, incrementando la presión cinegética sobre la misma para sanearla y reducir así la capacidad de transmisión de tuberculosis de esta al ganado doméstico.