El Ministerio de Sanidad ha publicado un informe analizando el riesgo para la salud pública de la gripe aviar en España y concluye que el riesgo para la población general es muy bajo
España descarta que la gripe aviar se convierta en una nueva pandemia en humanos
El Ministerio de Sanidad ha publicado un informe analizando el riesgo para la salud pública de la gripe aviar en España y concluye que el riesgo para la población general es muy bajo
Francisco Ramón López - 31-01-2022 - 18:00 H - min.
Tras la llegada de la gripe aviar a España, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad ha hecho una evaluación rápida de riesgo para conocer el impacto que podría tener esta enfermedad zoonósica en el país.
Las conclusiones son que para España, teniendo en cuenta el elevado número de focos en Europa, el riesgo de nuevas introducciones de gripe A(H5N1) y su diseminación en aves se considera muy alto, aunque apuntan que el riesgo sería para los animales, y el impacto estaría fundamentalmente relacionado con las pérdidas económicas asociadas.
Y es que en España, desde el 4 y hasta el 20 de enero de 2022 se han detectado 4 focos de gripe aviar o Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) A(H5N1) en aves silvestres y 1 foco en una explotación de pavos.
Por otro lado, el riesgo de que se produzcan casos humanos debidos a la transmisión de A(H5N1) desde aves a humanos se considera muy bajo para la población general mientras que, para las personas en contacto directo con aves, el riesgo sería bajo o moderado.
En este grupo incluyen a profesiones como ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medio ambiente, en los que se recomienda utilizar medidas de protección adecuadas cuando estén en contacto con los animales, especialmente si éstos muestran síntomas clínicos compatibles con la enfermedad. Otra de las recomendaciones es la vacunación de la gripe estacional a estos grupos ocupacionales.
Eso sí, apuntan que cuando se presentase algún caso aislado y la enfermedad asociada fuera grave, “dado que la transmisión interhumana es muy limitada, se considera que el impacto poblacional sería muy bajo”.
Sanidad advierte que en humanos, durante 2020 y, sobre todo, en 2021, se ha producido a nivel mundial un aumento importante en la notificación de casos esporádicos de gripe zoonósica, casi diez veces más en 2021 respecto a la media de casos anuales notificados entre 2007 y 2019.
Esto ha ocurrido mayoritariamente en China, en personas en contacto con aves, producidos por virus del subtipo A(H5N6), en el que se han encontrado en ocasiones algunas características comunes al A(H5N1) circulante en aves en Europa. En España, apuntan que no se ha detectado en esta temporada ni las anteriores, ningún caso de gripe aviar en humanos.
“Los virus de la gripe aviar se encuentran entre los patógenos emergentes y reemergentes más preocupantes para la salud pública por su potencial pandémico. Aunque, en principio, la transmisión de aves a humanos y la transmisión interhumana es muy poco frecuente, podrían adquirir la capacidad de transmitirse eficazmente, lo que provocaría su expansión. Por ello, es necesario un seguimiento estrecho de la evolución de estos virus”, apuntan.
Sanidad explica que la capacidad de un virus de la gripe aviar para establecerse y mantenerse en los mamíferos es limitada debido a las diferencias que existen en los receptores celulares. La unión a los receptores permite al virus introducirse en la célula e infectarla. Sin embargo, señalan que una vez que el virus se adapta a un mamífero, “podría propagarse fácilmente”.
“Cuando la transmisión ocurre entre distintas especies, con la aportación de nuevas propiedades antigénicas a través del reordenamiento de los virus de la gripe de aves y de mamíferos en hospedadores coinfectados (como el cerdo, que expresa receptores tanto de aves como de mamíferos), podría aumentar la eficiencia de la transmisión y propagarse rápidamente”, explican.
En este punto, indican que las infecciones humanas de origen zoonósico, producidas casi siempre tras un contacto estrecho y prolongado con aves infectadas, ocasionan, generalmente, infección asintomática o enfermedad leve con síntomas como conjuntivitis, síndrome gripal, tos, cansancio, etc.
Algunos de los subtipos se han asociado al desarrollo de enfermedad grave como, por ejemplo, los subtipos H5N1 y H7N9 que se han asociado a inflamación del tracto respiratorio inferior (bronquiolitis y neumonía), disfunción de múltiples órganos y detección en plasma de niveles elevados de citocinas proinflamatorias y quimiocinas que, posiblemente, contribuyan a la patogenicidad en humanos.
“No hay vacunas disponibles para infecciones por nuevos subtipos de virus tipo A aunque, a nivel regulatorio, en la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se dispone de registros de ‘vacunas modelo’ que permiten desarrollar vacunas con subtipos virales con potencial pandémico. Estas vacunas solo podrían utilizarse cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Unión Europea (UE) declaren oficialmente una pandemia de gripe”, señalan.
Por último, Sanidad aporta una serie de recomendaciones para hacer frente a la enfermedad. “Reducir el riesgo para los humanos depende, en gran medida, de prevenir la circulación del virus en las aves de corral, minimizar la cantidad de virus en los entornos en la interfaz humano-animal (es decir, mercados y granjas de aves vivas) y la exposición a aves potencialmente infectadas”, explican.
En este sentido, recuerdan que se deben reforzar las medidas de bioseguridad, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres, así como reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad. “Los trabajadores y personas expuestas a animales infectados por virus de gripe deben seguir las medidas descritas en los correspondientes protocolos de actuación”, añaden.
“Para prevenir, detectar y controlar la aparición de casos de gripe zoonósica, tanto en humanos como en animales, resulta esencial continuar con el desarrollo y mantenimiento de los sistemas de vigilancia y garantizar la coordinación entre los distintos sectores de salud pública, salud ambiental, sanidad animal y salud laboral para poder hacer un correcto abordaje de estos eventos, potencialmente graves para la salud pública”, concluyen.