Un estudio de la Universidad de Valladolid ha comprobado empíricamente que la prevalencia de tularemia en topillos aumenta con su densidad y la relaciona con los brotes en Castilla y León desde 1997
El riesgo de tularemia en España se incrementa por las poblaciones de topillos
Un estudio de la Universidad de Valladolid ha comprobado empíricamente que la prevalencia de tularemia en topillos aumenta con su densidad y la relaciona con los brotes en Castilla y León desde 1997
Redacción - 31-08-2021 - 11:01 H - min.
Un equipo de investigadores del Campus de la Universidad de Valladolid (UVa) en Palencia /iuFOR ha publicado junto con investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) del CSIC y de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), un artículo de revisión sobre la interacción entre los topillos y los brotes epidémicos de tularemia en zonas agrícolas de Castilla y León.
El artículo se incluye en un número especial de la revista internacional ‘Frontiers in Veterinary Science’, y aborda los problemas de salud pública asociados a las invasiones de roedores que se interrelacionan ecológicamente con los humanos y ocupan cunetas, edificios, granjas y tierras de cultivo.
En este caso, los investigadores han sintetizado una década de investigación ininterrumpida sobre la interacción ecológica entre las poblaciones cíclicas de topillos campesinos (Microtus arvalis) y las de la bacteria zoonósica Francisella tularensis (agente causal de la tularemia) en hábitats agrarios de la región de Tierra de Campos.
El trabajo ha sido liderado por la investigadora palentina Silvia Herrero Cófreces, y revisa los principales avances científicos que son clave para definir estrategias de prevención y gestión de la tularemia en los medios agrarios.
Uno de estos avances ha sido la validación cuantitativa de la estrecha relación que existe entre las plagas periódicas de topillos y los brotes epidémicos de tularemia en humanos desde 1997, momento en el que esta enfermedad se considera de declaración obligatoria en España.
Más significativa aún ha sido la comprobación empírica de que la prevalencia de la enfermedad en los topillos (es decir, la proporción de animales infectados) aumenta positivamente con la densidad del roedor.
Es decir, cuantos más topillos hay en el medio, también hay más bacterias, poniendo de relieve el importante papel epidemiológico que juegan estos roedores como agentes amplificadores de enfermedades zoonósicas.
Durante la investigación se ha comprobado también que, en lugar de existir ciclos separados de circulación/transmisión de la enfermedad (acuático y terrestre), tal y como se planteaba de forma general hasta el momento, en las zonas castellanas con mayor incidencia de tularemia existen agentes epidemiológicos acuáticos y terrestres coexistiendo e interactuando en el espacio y el tiempo, lo cual sugiere un único ciclo de transmisión.
Además de destacar los logros científicos alcanzados durante la última década por el equipo de investigación, el artículo también recoge algunos de los interrogantes clave que permanecen aún sin respuesta.
Concretamente, los autores se preguntan si los topillos que colonizaron Tierra de Campos trajeron la tularemia o bien amplificaron poblaciones preexistentes de la bacteria en estos paisajes; la virulencia y letalidad que tiene la enfermedad entre los topillos en la naturaleza, y si hay animales que resisten a la infección; y por último, conocer dónde persiste la bacteria en el medio entre los brotes epidémicos y si coinciden con momentos de bajas densidades de topillos. Estas y otras cuestiones clave serán abordadas por el equipo de investigación palentino a lo largo de los próximos años.
A diferencia de los trabajos más clásicos basados en compilaciones de muestreos de naturaleza oportunista, el tipo de avances científicos que presenta el equipo liderado por el profesor de la UVa, Juan José Luque Larena en materia de ‘Ecología de la Enfermedad’ requieren de la obtención de grandes bases de datos de campo con una estructura espacio-temporal compleja y bien diseñada.
Las investigaciones se han llevado a cabo gracias a la financiación del gobierno central (proyecto BOOMRAT, Agencia Estatal de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación); el gobierno regional y las diputaciones de Palencia y Valladolid (Convenio de investigación y gestión GESINTTOP, Junta de Castilla y León, Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Diputación de Palencia y Diputación de Valladolid). Además, el equipo cuenta con las infraestructuras y el apoyo logístico del Campus de la UVa en Palencia, así como de iuFOR y la ETSIIAA.
Durante esta última década este equipo de investigación palentino ha dirigido tres tesis doctorales relacionadas con la ecología y epidemiología de las poblaciones cíclicas de topillos en Tierra de Campos.
La cuarta será defendida durante el próximo año por Silvia Herrero, becaria predoctoral de la Junta de Castilla y León, y supondrá, afirman desde la UVa “otro avance significativo en el conocimiento del papel que juegan algunas poblaciones de animales silvestres en la dinamización de las zoonosis en el medio natural”.
Mapa de Castilla y León con la distribución histórica y el área invadida por topillos comunes durante los años 1970-90, y la asociación temporal entre el porcentaje de áreas agrícolas con topillos y la extensión de cultivos de regadío.