DOMINGO, 1 de diciembre 2024

DOM, 1/12/2024

ANIMALADAS

Los propietarios más jóvenes forman vínculos más fuertes con sus perros que las generaciones anteriores

Un nuevo estudio ha analizado la complejidad del vínculo entre el perro y el humano

Los propietarios más jóvenes forman vínculos más fuertes con sus perros que las generaciones anteriores

Los propietarios más jóvenes forman vínculos más fuertes con sus perros que las generaciones anteriores

Un nuevo estudio ha analizado la complejidad del vínculo entre el perro y el humano

Redacción - 12-11-2024 - 17:19 H - min.

Un nuevo estudio del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd muestra que, ya se los considere amigos, familiares o incluso hijos, estos roles afectan la forma en que se cuida a los perros, lo que sugiere una dinámica cambiante en los vínculos entre humanos y animales, determinada por las tendencias sociales y los perfiles individuales de los propietarios.

En las culturas occidentales, cada vez más personas consideran a sus perros como sus mejores amigos, miembros de la familia o incluso como sus hijos peludos. De hecho, estudios anteriores han demostrado que hasta dos tercios de los propietarios de perros consideran que su perro es más importante que cualquier ser humano en sus vidas.

Una de las razones de estos vínculos cada vez más fuertes entre humanos y perros puede ser la transición demográfica que se ha producido en las últimas décadas, caracterizada por familias más pequeñas y tasas de natalidad en descenso. De hecho, en una época en la que la gente se siente más sola y socialmente aislada, los perros pueden haberse convertido en un sustituto perfecto del contacto humano. Sin embargo, no se han realizado muchas investigaciones científicas para analizar esta tendencia social y cómo afecta a la vida cotidiana de los perros.

¿Qué tienen los perros que tanto aman las personas? ¿El hecho de considerarlos amigos, hijos o miembros de la familia influye en la forma en que los titulares los cuidan? Para responder a estas preguntas, los investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) han estudiado los datos de un cuestionario recopilado entre unos 800 propietarios de perros. Los resultados se han publicado en Scientific Reports.

En primer lugar, los resultados revelaron que a casi todos los propietarios les gustaba mucho el contacto físico con el perro (97,6% de los propietarios), el "amor incondicional" que les proporciona el perro (93,7%) y la vista y belleza del perro (88,4%). Otros beneficios fueron menos unánimes: por ejemplo, el 24,3% de los propietarios no se benefició de las interacciones sociales generadas por su perro, mientras que al 36,3% le gustó mucho.

QUÉ PAPEL DESEMPEÑAN LOS PERROS EN LA VIDA DEL PROPIETARIO

Una pregunta clave fue qué papel desempeñaba el perro en la vida del titular. La novedad del presente estudio fue que, en lugar de elegir sólo un papel principal, los propietarios podían atribuir múltiples papeles a sus perros, como amigo, miembro de la familia, hijo, colega, animal doméstico y guardia de seguridad.

"Resulta interesante que, a pesar de que recopilamos datos de grupos en línea dedicados a perros de familia, los titulares no eran todos iguales", explicó Laura Gillet, estudiante de doctorado en el Departamento de Etología y autora principal del estudio. "Encontramos tres perfiles distintos de propietarios cuyos perros desempeñaban funciones sociales y prácticas diversas", señala Gillet.

De hecho, para algunos propietarios, el perro tenía una doble función: tanto práctica como compañero y guardia de seguridad, pero también una fuerte función emocional y social como el individuo más importante en sus vidas.

Otro grupo de propietarios, denominados "padres de perros", hizo hincapié en los roles similares a los humanos del perro, lo que sugiere un vínculo muy estrecho pero ninguna función práctica. El último grupo tenía perros principalmente como compañía, pero mostraba una mayor distancia emocional con sus mascotas.

"Como ya suponíamos, varios factores caninos y humanos estaban asociados a estos tres perfiles. Por ejemplo, los perros con funciones duales eran percibidos como muy obedientes y eran entrenados con refuerzo positivo y métodos de entrenamiento profesionales como el entrenamiento con clicker", señaló la profesora Eniko Kubinyi, jefa del Departamento de Etología y del Grupo de Investigación de Animales de Compañía "Momentum" de la MTA-ELTE.

"Además, a menudo pertenecían a razas conocidas por sus habilidades de trabajo, como el Border Collie, el Pastor Belga y el Pastor Alemán", destaca.

Por otro lado, los propietarios que tenían perros con fines de compañía preferían las razas Mudi, Cocker Spaniel inglés y Labrador Retriever, pasaban menos tiempo con sus perros a diario y eran mayores que otros propietarios. Por último, los "padres de perros" eran más propensos que otros a tener a sus perros solo en el interior, y sus razas favoritas eran los Border Collie, Vizsla, Boxer y Dachshund.

Los investigadores también recogieron información sobre los problemas de conducta de los perros como indicadores de bienestar canino, ya que pueden ser resultado de prácticas de manejo inadecuadas. Los problemas más frecuentemente reportados fueron saltar (33,2% de los perros), perseguir animales (28,5%), territorialidad (26,7%), sobreexcitación (20,9%) y miedo a cosas o situaciones nuevas (19,4%). Sin embargo, no se encontró asociación entre estos problemas de conducta percibidos y los roles atribuidos a los perros.

En resumen, los perros pueden desempeñar muchos papeles en la vida de sus titulares y brindarles diferentes beneficios. Este nuevo método de investigación capta mejor la complejidad del vínculo entre el perro y el humano.

Es más, los roles que los propietarios atribuyeron a sus perros parecen tener implicaciones directas en la vida diaria de los perros, aunque en esta muestra de conveniencia de entusiastas de los perros, otorgarles roles similares a los humanos no tuvo un efecto negativo en el bienestar canino.

Por último, los resultados también sugieren un cambio generacional en la percepción de la relación perro-propietario, ya que los titulares más jóvenes forman vínculos emocionales más fuertes con sus perros y son más propensos a referirse a ellos como niños que la generación anterior.

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