Perros y propietarios urbanos tienen más riesgo de alergias que los rurales

En un proyecto de investigación conjunto conocido como DogEnvi, investigadores de la Universidad de Helsinki, el Instituto de Medio Ambiente de Finlandia y el Instituto de Salud y Bienestar de Finlandia ya habían observado anteriormente que los perros son más propensos a tener alergias cuando sus dueños sufren síntomas alérgicos.

Ahora, en un nuevo estudio, los investigadores estudiaron si la presencia simultánea de rasgos alérgicos está asociada con microbios intestinales o cutáneos que comparten los perros y sus dueños. Un total de 168 parejas de perros y dueños que viven en entornos rurales y urbanos participaron en el estudio.

Las investigaciones muestran que los perros y los propietarios que viven en áreas rurales tienen un menor riesgo de desarrollar una enfermedad alérgica en comparación con los que viven en áreas urbanas, según asegura Jenni Lehtimäki, investigadora principal del estudio.

“Asumimos que en las áreas rurales tanto los perros como los dueños están expuestos a microbios positivos para la salud. Encontramos que la exposición microbiana de ambos fue diferente en entornos rurales y urbanos. Por ejemplo, la microbiota de la piel varió más entre individuos en áreas rurales en comparación con sus contrapartes urbanas. Una exposición microbiana diversa y variable puede ser precisamente lo que proporciona el beneficio para la salud asociado”, explica Lehtimäki.

EFECTOS DEL ENTORNO EN LA MICROBIOTA DE LA PIEL

Asimismo, el estudio ha demostrado que el entorno de vida tiene un efecto notablemente más significativo en la microbiota de la piel que en el intestino en perros y humanos. Los perros que viven en áreas urbanas tenían en su piel más microbios que se encuentran típicamente en la piel humana, lo que puede ser causado por la acumulación de microbios típicos de los humanos en interiores y en áreas urbanas, un fenómeno que se ha observado anteriormente.

En un estudio realizado previamente, los investigadores constataron que tanto el entorno de vida como los hábitos de vida afectaban la microbiota de la piel canina.

“Lo mismo se ha observado ahora en humanos. Tanto para los perros como para los seres humanos, el riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas fue mínimo cuando la microbiota de la piel fue moldeada por un entorno rural y un estilo de vida que promueve la abundancia de microbios. Este estilo de vida estaba asociado con varios animales diferentes en la familia, así como con un tamaño familiar más grande”, indica el profesor Hannes Lohi de la Universidad de Helsinki.

Si bien el entorno de vida pareció alterar las especies de la microbiota de la piel, así como el riesgo de enfermedades alérgicas tanto en perros como en sus dueños, ningún microbio compartido en el entorno tenía un vínculo con las alergias tanto en perros como en humanos.

“Detectamos microbios asociados con alergias en perros urbanos, así como microbios relacionados con la salud en perros y humanos rurales, pero estos microbios eran diferentes en perros y humanos. Parece que los microbios en el entorno de vida son importantes para la salud tanto de los perros como de los humanos, pero debido a las diferencias fisiológicas de las especies, los microbios que son relevantes pueden variar”, resume Lehtimäki.