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ANIMALADAS

Los perros de orejas caídas, más amigables para vigilar aeropuertos

La Administración de Seguridad del Transporte de Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que los perros que utilizan para detectar explosivos en los aeropuertos parecen más amigables hacia los usuarios si tienen las orejas caídas

Imagen: Associated Press.
Imagen: Associated Press.

Los perros de orejas caídas, más amigables para vigilar aeropuertos

La Administración de Seguridad del Transporte de Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que los perros que utilizan para detectar explosivos en los aeropuertos parecen más amigables hacia los usuarios si tienen las orejas caídas

Javier López Villajos - 28-01-2019 - 12:00 H - min.

Con motivo de la renovación del cuerpo de perros de detección de explosivos que se utilizarán en los aeropuertos de Norte América para este año 2019, la Administración de Seguridad del Transporte (TSA por sus siglas en inglés) apuesta por el uso de razas de perros con las orejas caídas, como el Braco alemán de pelo corto, que parece menos intimidante para los pasajeros cuando realiza sus funciones de rastreo dentro de los aeropuertos, tal y como informa The New York Times.

Los responsables de la TSA, que es la segunda Agencia Federal Estadounidense que más perros utiliza para sus funciones, han llegado a esta conclusión tras realizar una encuesta a los usuarios del Aeropuerto Internacional de Washington-Dulles. “Descubrimos que la aceptación de este tipo de perros es mejor entre los pasajeros”, declara David Pekoske, responsable de la TSA, quién detalla que más del 70% de los 1.200 perros que utiliza esta agencia son de razas con las orejas caídas. De hecho, 5 de los 7 tipos de perros utilizados habitualmente en su programa de detección de explosivos son de la raza Golden Retriever, Labrador, Braco alemán de pelo corto y Vizla o Braco húngaro.

Es por ello que, los responsables de la TSA van a dar preferencia al uso de este tipo de perros en actuaciones que requieran la inspección del equipaje de los pasajeros ya que parecen menos agresivos. “Estos perros son buenos para todas las edades, ya que no asustan a los niños”, señala Chris Shelton, responsable del Centro de Capacitación Canina de la TSA.

Pese a que la percepción hacia las razas de perros con las orejas caídas es más amigable para los usuarios en los aeropuertos, el portavoz de la TSA, James Gregory, matiza que los perros con orejas puntiagudas no serán retirados de sus puestos de trabajo dado que su “estricto entrenamiento les capacita igualmente para velar por la seguridad de los aeropuertos”. Gregory puntualiza que dicho entrenamiento se basa en medir las capacidades del perro para detectar olores e interactuar con las personas, formación que, junto a la de su guía humano, llega a costar entre 26.000 y 42.000 dólares. Es por ello, que indepedientemente de su raza y sus características físicas, se aconseja que nadie se acerque a estos perros mientras trabajan. 

UNA CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN

Esta percepción amigable hacia los perros con las orejas caídas tiene una base científica, según explica Lee Alan Dugatkin, biólogo de la Universidad de Louisville, al Washington Examiner. Dugatkin apunta que los animales domesticados tienden a mostrar características comunes como tener las orejas caídas.

El investigador, a través de un estudio que se remonta al zorro, descubrió que la domesticación de estos animales los hicieron más tranquilos y amigables, llegando a modificar las células de cresta neural, un tipo de célula madre que puede crecer para formar otros tipos de células, incluidas las que componen el cartílago de las orejas. Y es que esa modificación tuvo una repercusión en las orejas de estos perros domesticados, cuyas orejas dejaron de mantenerse erguidas debido a la falta de este tipo de células en el cartílago de sus orejas. "Y es esta apariencia la que la gente suele asociar como un rasgo amigable", opina Dugatkin.

Sin embargo, diferentes expertos apuntan que no es aconsejable juzgar a un perro por su apariencia, tal y como defiende Christa Chadwick, vicepresidente de servicios de refugio de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad a los Animales.

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