Un reciente estudio ha concluido que el uso de hábitats creados por el hombre por parte de las gaviotas puede aumentar el riesgo bidireccional de patógenos entre humanos y la vida silvestre
Visita de fauna a zonas humanizadas aumenta el riesgo de zoonosis
Un reciente estudio ha concluido que el uso de hábitats creados por el hombre por parte de las gaviotas puede aumentar el riesgo bidireccional de patógenos entre humanos y la vida silvestre
Alfonso Neira de Urbina - 24-09-2019 - 13:45 H - min.
Son comunes, sobre todo en el periodo estival, los vídeos de gaviotas robando comida y las quejas por las molestias causadas por estas aves. Unas situaciones que pueden poner en peligro la salud pública.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, el Instituto de Ciencias del Mar-CSIC de Barcelona y otras instituciones como la Universidad Paul-Valéry Montpellier o el FitzPatrick Institute de la Universidad de Cape Town (Suráfrica), ha desvelado que el uso de hábitats creados por el hombre por parte de gaviotas infectadas puede aumentar potencialmente el riesgo de transmisión bidireccional, directa e indirecta, de patógenos entre los humanos y la vida silvestre.
La fauna salvaje que utiliza los hábitats creados por el hombre hospeda y propaga patógenos bacterianos. Una realidad que facilita la propagación entre la vida silvestre y los humanos y, que según la Estación Biológica de Doñana-CSIC, “es un problema global”.
Sin embargo, se sabe poco sobre el potencial de diseminación de los animales infectados con patógenos, pero los investigadores han encontrado una forma con la que se podría llenar este vacío de conocimiento a escalas regionales, combinando el diagnóstico de patógenos con técnicas moleculares con el seguimiento por GPS de gaviotas infectadas.
Concretamente, los investigadores generaron mapas de riesgo de la Salmonella, Campylobacter y Chlamydia, basados en los movimientos espaciales de gaviotas patiamarillas (Laurs michahellis) infectadas con estos patógenos y equipadas con localizadores GPS.
Además, al cruzar esta información espacial con la información del hábitat, se identificaron hábitats críticos para la posible transmisión de dichas bacterias en el sur de Europa.
Los hallazgos, además, muestran que la vida silvestre infectada por patógenos equipada con localizadores GPS puede proporcionar información precisa sobre el riesgo de propagación espacial de las bacterias zoonóticas. Por lo que los investigadores consideran que la integración del seguimiento mediante GPS con las aproximaciones epidemiológicas clásicas puede ayudar a mejorar los programas de vigilancia y control de zoonosis.
ÁREAS DE RIESGO DE PROPAGACIÓN
Las gaviotas son animales oportunistas y este tipo de fauna alcanza altas densidades asociadas con la explotación de fuentes antropogénicas de alimentos que podrían transportar patógenos.
La investigación ha desvelado que las áreas de riesgo de propagación se superponen con hábitats relacionados con el ser humano, como estanques de agua, puertos pesqueros o playas turísticas, algo que aumenta el riesgo de transmisión directa e indirecta de enfermedades hacia y desde los humanos.
Particularmente, el uso de los reservorios de agua, construidos por y para humanos, por parte de las gaviotas infectadas puede conducir a las fuentes de agua potable, recreativa y de riego. Por ello, según los investigadores, es importante garantizar el tratamiento correcto del agua en estos hábitats sensible para reducir cualquier potencial riesgo para la salud pública.
A este respecto, el uso extensivo de puertos pesqueros y cultivos acuícolas como áreas de alimentación por parte de las gaviotas podría indicar un riesgo grave se infección para los mariscos. Asimismo, el uso de playas expone a la propagación de patógenos a decenas de miles de turistas, y población local, que utilizan estos espacios recreativos.
Por otro lado, también pueden contagiar a otras especies de la vida silvestre al utilizar humedales o estuarios.
VERTEDEROS, ALIMENTOS EN PLAYAS Y PALOMAS: FUENTE DE CONTAGIO
Se supone que los vertederos facilitan la infección de las gaviotas por los patógenos presentes en la basura orgánica, producto de la actividad humana, así como la transmisión entre especies y entre individuos.
Sin embargo, este tipo de hábitats fue rara vez utilizado por las gaviotas participes del estudio, debido a su baja disponibilidad en el espacio utilizado por los ejemplares rastreados (2 vertederos en el área que rodea la colonia de reproducción).
Si los vertederos no son la principal fuente de patógenos, la infección bacteriana de las gaviotas puede estar asociada con el uso de otras fuentes de alimentación en descomposición, como la fauna marina varada (especialmente mamíferos) que podrían estar infectados, alimentos orgánicos encontrados en las payas recreativas o parques urbanos, o presas urbanas como palomas y ratas.
Por todo ello, los resultados indican la necesidad de efectuar un control integrado de desechos y plagas.