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ANIMALADAS

Intervenciones asistidas por animales: Una herramienta efectiva

La veterinaria especializada en comportamiento animal Beatriz Romero defiende que las terapias asistidas con animales deben estar enfocadas bajo el ‘One Health’ y el ‘One Welfare’

Las intervenciones asistidas por animales pueden tener fines terapéuticos, educativos y/o lúdicos.
Las intervenciones asistidas por animales pueden tener fines terapéuticos, educativos y/o lúdicos.

Intervenciones asistidas por animales: Una herramienta efectiva

La veterinaria especializada en comportamiento animal Beatriz Romero defiende que las terapias asistidas con animales deben estar enfocadas bajo el ‘One Health’ y el ‘One Welfare’

Redacción - 01-08-2022 - 12:48 H - min.

Las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) son aquellas acciones con fines terapéuticos, educativos y/o lúdicos, cuya base es el aprovechamiento de la interacción entre el ser humano y los animales con el objetivo de obtener beneficios para los humanos.

En un artículo publicado por el Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal de Avepa (Gemca), la veterinaria especialista en comportamiento animal, Beatriz Romero, analiza la efectividad de las IAA.

Romero además defiende que las IAA han de desarrollarse e implementarse desde los enfoques ‘One Health’ (Una sola salud) y ‘One Welfare’ (Un solo bienestar), que sostienen que la salud y bienestar de animales, personas y medio ambiente están intrínsecamente vinculados.

“La relación del ser humano con los animales ha evolucionado a lo largo del tiempo en función de sus necesidades, encontrando las primeras referencias en el Paleolítico. A lo largo de la historia, existen gran cantidad de reseñas bibliográficas que ponen de manifiesto el papel tan importante que han ocupado los animales en la sociedad humana”, defiende la experta.

Así, indica que, a finales del siglo XVII, John Locke expone que fomentar las relaciones con los animales puede cumplir una función socializadora especialmente con los niños. En 1792 aparecen los primeros informes que hablan claramente de terapia asistida por animales, llevadas a cabo por William Tuke. Levinson, en 1969, describe en su monografía “Psicoterapia infantil asistida con animales” los procesos, beneficios y procedimientos asociados a este campo.

En el caso de España, como en otros países del entorno, las IAA comienzan a desarrollarse en la década de los años 80. A partir del año 2000, se extienden por toda la geografía nacional, encontrando actualmente entidades dedicadas a esta práctica en casi todas las Comunidades Autónomas, especialmente en Andalucía, Cataluña y Madrid.

“Actualmente, el vínculo entre personas y animales es objeto de estudio científico, y ejemplo de ello lo constituye la investigación sobre los mecanismos implicados en estas relaciones, tales como la Teoría de la Biofilia, elaborada por Edward O. Wilson, o la activación del sistema oxitocinérgico. Estos mecanismos nos ofrecen una visión integradora de los diferentes efectos de la interacción humano-animal. La teoría del animal de compañía como elemento de transición es uno de los fundamentos de las IAA”, señala.

DEFINICIÓN, CLASIFICACIÓN Y OBJETIVOS DE LAS IAA

La International Association of Human-Animal Interaction Organizations (IAHAIO), en la actualización del 2018 del “Libro Blanco” de 2014, define las IAA como intervenciones humano-animal estructuradas y orientadas por objetivos que tienen como propósito obtener beneficios terapéuticos para las personas, a través de la incorporación de animales en el ámbito de la salud, de la educación y social, e involucran a distintos colectivos profesionales relacionados con las personas y los animales. Dichas IAA incluyen terapias, educación, coaching y actividades, todas asistidas con animales

Atendiendo a la clasificación de las IAA más utilizadas en España por las instituciones destacadas en dicho campo, se puede diferenciar entre varias. De esta manera, según Romero una de las IAA más utilizada sería la Terapia Asistida con Animales (TAA): interacciones entre usuario y animal con objetivos terapéuticos preestablecidos, como parte integral de un proceso rehabilitador. Están dirigidas por un profesional de la salud, encargado de fijar los objetivos terapéuticos, y un técnico en IAA que guía al animal. Debe ser documentada y evaluada.

Por otro lado, estaría la Educación Asistida con Animales (EAA), que consiste en incorporar un animal en aulas y/o clases de apoyo, facilitando y favoreciendo la adquisición de los contenidos curriculares mediante la motivación que supone la presencia del animal y el uso de técnicas visuales y divertidas. Participan un profesional de la educación, un técnico en IAA y el animal. Deben elaborarse una evaluación e informes finales.

En tercer lugar, la experta apunta a las Actividades Asistidas con Animales (AAA), que son actividades lúdicas con efecto terapéutico, pero sin objetivos concretos, donde las personas se relacionan con el animal con el objeto de mejorar su calidad de vida. El equipo está formado por un cuidador o monitor, un técnico en IAA y el animal.

EL EQUIPO DE TRABAJO EN LAS IAA

“El concepto ‘One Health’ y ‘One Welfare’ hace imprescindible la presencia de un equipo multidisciplinar en las IAA. Este equipo debe estar integrado por profesionales de la salud, la educación y/o el ocio, y técnicos en IAA responsables de garantizar el uso de protocolos adecuados, monitorizando y salvaguardando de manera continua la salud y bienestar de los usuarios, del personal técnico y, especialmente, de los animales”, asegura la experta veterinaria.

A este respecto, explica que el principal componente de estas intervenciones es el animal. Este ha de reunir unos criterios específicos y actúa como un potente motivador formando parte indispensable del tratamiento. Es importante destacar que el animal es un apoyo al terapeuta y no un terapeuta en sí mismo. Su trabajo potencia las terapias tradicionales.

Según la IAHAIO, solo los animales domésticos podrán intervenir en las IAA, entendiendo como domésticos aquellos que han sido adaptados para la interacción social con humanos (perros, caballos, animales de granja, conejillos de indias, ratas, peces, pájaros…). Dichos animales deben haber sido socializados con humanos y entrenados con técnicas basadas en el refuerzo positivo5.

Romero, detalla en su artículo que un estudio realizado en España en 2015, que describe distintos aspectos de la actividad profesional que desarrollan las principales entidades dedicas a las IAA, concluye que el perro es la especie animal más empleada, participando en un 95% de las entidades analizadas (el 62%, en exclusiva). Le siguen el caballo (25%), los animales de granja (13%), los gatos (13%) y las aves (7%). Minoritariamente, también se recoge la participación de animales acuáticos, cobayas e insectos.

LA IMPORTANCIA DE GARANTIZAR EL BIENESTAR DEL ANIMAL EN LAS IAA

“No sería ético desarrollar una IAA, cuyo objetivo es mejorar el bienestar del usuario, mediante un programa que comprometiera el bienestar del animal. La figura del técnico en IAA es por ello muy importante, al ser la persona encargada de salvaguardar la salud y el bienestar de los animales involucrados en las intervenciones”, subraya Romero.

Para ello, advierte, debe tener formación sobre comportamiento animal y las necesidades de la especie. Debe velar por la salud de los animales que participan y garantizar que se cumplen las “Cinco libertades” del bienestar animal, que abarcan la dimensión física, emocional y natural de los individuos

La experta veterinaria también asegura que existen documentos como el “Libro Blanco” que revisan los estándares internacionales de bienestar de los animales de intervención y habla de un manejo, entrenamiento y conducción que garantizan el buen trato hacia estos.

Por su parte, el manual de procedimientos de “Pet Partners” (2018) establece estrategias para asegurar que las sesiones sean exitosas y seguras, y define al guía como “el mejor representante o defensor de su animal”, que vigilará las manifestaciones o signos que pudieran indicar miedo, estrés o incomodidad.

En ocasiones, explica Romero, estos signos no son evidentes y, por ello, es importante saber detectarlos y redirigir la situación e incluso detener la actividad si fuese necesario. El animal deberá sentirse cómodo y alegre en todo momento, estar sano y presentar unas buenas condiciones higiénico-sanitarias, llevándose a cabo revisiones veterinarias periódicas y un mantenimiento higiénico adecuado6.

Así, defiende que la selección del animal de intervención debe tener en cuenta, entre otras características, su especie, tamaño, sexo, edad, raza y color, según las necesidades y objetivos preestablecidos en el programa de IAA. Asimismo, deberá tener una educación y adiestramiento correctamente constituidos, un carácter sociable y cariñoso, y capacidad de recuperación ante el estrés que pudiera generarse durante las sesiones.

A QUIÉN VAN DIRIGIDAS LAS IAA Y QUÉ BENEFICIOS REPORTAN

Las IAA van dirigidas a una gran variedad de colectivos con diferentes tipos de patologías y/o necesidades especiales, incluyendo personas de cualquier edad y condición física y/o cognitiva.

Según Romero, con el tiempo han aumentado las aplicaciones de las IAA en distintos contextos y colectivos, debido a que constituyen un gran apoyo. Estas intervenciones han sido sometidas a estudios e investigaciones científicas hasta obtener un reconocimiento válido por sus resultados, al compararlas con las técnicas y procedimientos tradicionales, pues resultan más rápidas, eficaces y socialmente aceptadas.

Entre los distintos programas de IAA desarrollados en España, los ámbitos de la neurorrehabilitación, la educación, la salud mental, la integración social y la gerontología son los que acaparan mayor número. No obstante, existen otros posibles ámbitos de actuación tales como: violencia de género, instituciones carcelarias, ámbitos hospitalarios, estreses postraumáticos en niños procedentes de países en guerra, juzgados de familia, etc.

Mediante el uso de animales, sus interacciones y habilidades se puede trabajar con las personas de una forma integral, teniendo como objetivos la mejora de la salud humana, su bienestar y su desarrollo.

Existen estudios que ponen de manifiesto la gran cantidad de beneficios que pueden obtenerse de dichas intervenciones, pudiendo clasificarse en físicos, sensoriales, psíquicos y/o emocionales, cognitivos y/o educacionales, y sociales.

“Como consecuencia de los objetivos fijados en el programa de IAA y de la participación del animal en los ejercicios propuestos, se pueden alcanzar gran número de beneficios englobados en una o varias de las mencionadas categorías”, indica la experta.

Por todo ello, Romero concluye que dada la evidencia biológica y psicológica sobre la afinidad innata y la vinculación que existe entre los humanos y los animales, las IAA constituyen una herramienta efectiva y cada vez más utilizada en muchos y diversos ámbitos de la sociedad debido a su elevado número de beneficios.

Por último, apuntala que “puesto que la salud y el bienestar de los animales y las personas y el medio ambiente están intrínsecamente relacionados, las IAA deben contemplarse bajo el enfoque ‘One Health’ y ‘One Welfare’”.

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