La Guardia Civil investiga a la propietaria de un criadero de Border Collie por maltrato animal

El Equipo de Seprona (Eprona) en colaboración con la Patrulla de Seprona de la Comandancia (Pacprona) de A Coruña investigó a una mujer como presunta autora de un delito contra los animales en el marco de la operación Holzer.

La mencionada operación, tutelada por el Juzgado de Instrucción nº 2 de Betanzos, se inició a raíz de una denuncia ciudadana, comunicando el hedor que se percibía en la zona, posiblemente de un vertido de purín.

Los efectivos de la Pacprona se trasladaron al lugar, constatando que el mal olor no procedía de un vertido de purín si no de restos de cadáveres de animales que se observaban del exterior de una finca en la que se radicaba un supuesto criadero de perros de raza Border Collie, cuya propietaria había sido denunciada en reiteradas ocasiones por carecer de autorización para la cría y venta de animales de raza canina, falta de identificación de los animales y las deficientes condiciones higiénico sanitarias del mismo, apreciando también una infestación de pulgas en las zonas próximas.

En el transcurso de la investigación, se recibió una nueva denuncia ciudadana, comunicando que uno de los canidos había escapado de la finca, encontrándose en un lamentable estado de nutrición e higiene y provocando altercados con los perros de las casas próximas.

Los componentes de la Pacprona, en compañía de efectivos del Eprona se personaron nuevamente en el lugar, gestionando con el Concello de Oza-Cesuras la recogida del canido y su traslado a una clínica veterinaria para su cuidado y elaboración del informe del estado del mismo.

Dada la nueva situación los efectivos actuantes, solicitaron a la arrendataria de la finca autorización para la inspección de la misma, personándose ésta en el lugar, permitiendo el acceso e inspección de la finca, pero no de la vivienda, hallándose durante la misma varios cadáveres de animales.

Ante esta negativa, la Guardia Civil solicitó autorización Judicial para la inspección de la vivienda dado que todos los indicios conducían a la posible existencia de más cadáveres en esa edificación, resultando ésta fundamental para la culminación de la investigación.

En el transcurso de la inspección de la vivienda, los efectivos actuantes corroboraron que las condiciones higiénico sanitarias no permitían albergar personas ni animales, hallando varios cadáveres, de los cuales sólo pudo determinarse la raza del de un cachorro que se encontraba momificado en el interior de una jaula, tratándose de un Border Collie.

La Guardia Civil procedió a la investigación de esta mujer como presunta autora de un delito contra los animales.

El total de cadáveres encontrados en la finca y la vivienda asciende a 6 ejemplares de raza canina y 5 de raza felina.