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ANIMALADAS

Expertos en violencia interpersonal instan al Senado a que penalice todo tipo de abuso sexual a animales

CoPPA, colectivo internacional de expertos en prevención de violencia y protección de menores y grupos vulnerables, urge a enmendar la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal

Fachada del Senado.
Fachada del Senado.

Expertos en violencia interpersonal instan al Senado a que penalice todo tipo de abuso sexual a animales

CoPPA, colectivo internacional de expertos en prevención de violencia y protección de menores y grupos vulnerables, urge a enmendar la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal

Redacción - 02-03-2023 - 16:02 H - min.

La Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA) ha lanzado un comunicado sobre el proyecto de reforma del Código Penal en materia de maltrato animal, que ha superado los vetos del Senado, y que, advierten, suprime la explotación sexual de animales como delito y establece que estos actos solo sean punibles si puede probarse que han causado lesiones que requieran tratamiento veterinario.

Teniendo en cuenta que la comisión del Senado celebrada este 2 de marzo no ha hecho ninguna corrección sobre este punto, a pesar de las enmiendas presentadas, CoPPA ha querido señalar “los alarmantes vínculos existentes entre el abuso sexual de animales y conductas violentas contra humanos”.

“Una amplia literatura científica indica que el abuso sexual de animales se encuentra con mayor frecuencia entre los delincuentes violentos y sexuales. Un estudio realizado con presidiarios, por ejemplo, reveló que el 30% de los violadores, el 59% de quienes abusaron sexualmente de menores y el 81% de los delincuentes sexuales no selectivos había incurrido en actos sexuales con animales”, apuntan.

Además, añaden que otro estudio halló que cerca del 32% de los abusadores sexuales con animales habían incurrido también en delitos sexuales contra menores y adultos, y que casi el 53% de dichos agresores previamente ya tenían antecedentes, o los tuvieron posteriormente, de otros tipos de delitos, a menudo delitos de violencia y/o abuso sexual contra personas. En otro, insisten, se halló que la comisión de actos sexuales con animales es un predictor de repetidos actos de violencia contra seres humanos.

Para la Coordinadora, estos ejemplos de estudios —que CoPPA ya presentó en un amplio dossier en 2015 con motivo de la anterior reforma del Código Penal y cuyos resultados ha vuelto a trasladar a los grupos parlamentarios en la actual tramitación—, “demuestran niveles muy altos de actos de zoofilia en los individuos que cometen crímenes sexuales contra humanos”.

Además, aseguran que, según los datos, los delincuentes sexuales que incurren en abuso sexual de animales son más proclives que otros delincuentes sexuales a presentar: mayor violencia en sus agresiones y delitos sexuales; más modelos de agresión y un abanico más amplio de tipos de víctimas; mayor número de víctimas; y mayor riesgo de reincidencia. Es decir, se trata de delincuentes especialmente peligrosos.

Según estos expertos, el individuo que incurre en actos sexuales con animales se mueve de un tipo de abuso sexual a otro, pudiendo ser equiparable el riesgo de que agreda sexualmente a un animal o a un humano, incluido un niño o niña. “Por ello, la investigación apunta a que la comisión de un acto de zoofilia podría ser un indicador conductual que alerte sobre delitos de violencia y delitos sexuales contra humanos”, inciden.

Como expone CoPPA, diversos informes documentan también casos donde los actos sexuales con animales se combinan con agresiones contra humanos y son utilizados para victimizar a mujeres o menores, especialmente en contextos de violencia en el hogar. En este sentido, recuerdan que se ha podido documentar cómo en algunos casos el maltratador se sirve del abuso sexual a un animal de compañía, por ejemplo, de un menor o de una mujer, para amenazar, intimidar o silenciar a quienes sienten afecto por ese animal.

“Tal como se ha documentado desde CoPPA, la presencia de la zoofilia en España no es un problema marginal ni menor”, aseguran, y señalan que hay algunas noticias aparecidas en prensa que relatan casos de zoofilia.

En este sentido, CoPPA recuerda que la mayoría de países de la Unión Europea ya ha tipificado penalmente los actos sexuales y explotación sexual con animales, lo que podría agravar la situación de España ante la ausencia de una legislación clara, y advierte que “no actuar ante indicios o informes de abuso sexual de animales puede suponer proteger a un agresor que está agrediendo sexualmente a menores o a personas en situación de vulnerabilidad”.

ENMIENDA NECESARIA PARA EVITAR LA IMPUNIDAD DE ESTAS PELIGROSAS Y DAÑINAS CONDUCTAS

Asimismo, recuerda que, tal como está redactado el texto de la reforma —según el cual para que los actos sexuales con animales sean delito deben haberse podido acreditar lesiones con tratamiento veterinario— multitud de casos quedarán impunes, ya que en muchas ocasiones no se halla a los animales, aunque sí exista evidencia de su abuso por vídeos o testigos.  

“Casos de abuso sexual no penetrativo, o en los que el animal se usa para penetrar a una persona, no podrían ser denunciados”, advierten.  Sin embargo, explican que estos supuestos, tal como han aseverado desde el ámbito veterinario, “derivan en graves consecuencias psicológicas y conductuales para el animal, pero resultan muy difíciles de acreditar”.

Por todo ello, CoPPA insiste en que estos actos deben ser tipificados en el Código Penal de manera independiente a la causación de lesiones a los animales, con una redacción suficientemente comprensible de las diversas conductas en la que pueden consistir, para evitar reducir los supuestos condenables y dejar impunes conductas igualmente reprochables.

Precisamente, hacen referencia a una enmienda propuesta por CoPPA e INTERcids para ello, a partir del texto de la reforma, y que fue recogida y presentada por varios grupos parlamentarios, que consiste en desvincular los actos sexuales con animales de la causación de lesiones y recoger estas conductas en una frase separada: “Con las mismas penas será castigado quien someta a un animal a actos de carácter sexual o a explotación sexual”.  

De esta forma quedaría así: “Artículo 340 bis 1. (…) el que fuera de las actividades legalmente reguladas y por cualquier medio o procedimiento, incluyendo los actos de carácter sexual, cause a un animal doméstico, amansado, domesticado o que viva temporal o permanentemente bajo el control humano lesión que requiera tratamiento veterinario para el restablecimiento de su salud. Con las mismas penas será castigado quien someta a un animal a actos de carácter sexual o a explotación sexual”.  

A pesar de todo lo dicho, lamentan que en la fase final de la tramitación de esta “importantísima” reforma esta cuestión “tan trascendente no haya sido aún solventada y urge a que la enmienda propuesta sea aprobada en el Pleno del Senado previsto para la próxima semana”.

La entidad reitera que lo contrario supondría “un inadmisible retroceso en la respuesta que el Código Penal ofrece a estas peligrosas y violentas conductas desde el año 2015, invalidando los objetivos de una reforma cuyo objetivo era precisamente fortalecer dicha respuesta penal”.

CoPPA está integrada por expertos en psicología, sociología, criminología y derechos humanos, que consideran “imprescindible” que los abusos sexuales a animales estén tipificados de forma clara en el Código Penal, tal y como proponen en la enmienda que han presentado. No hacerlo, concluyen, “sería una negligencia, no sólo en lo referente a la protección de los animales, sino también en la propia protección de la ciudadanía”.

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