Un equipo internacional de investigadores en el que ha participado la Universidad Autónoma de Barcelona ha secuenciado el genoma de dos especies de marsupiales bilbi, una de ellas ya extinta
Españoles logran secuenciar el genoma de marsupiales para evitar su extinción
Un equipo internacional de investigadores en el que ha participado la Universidad Autónoma de Barcelona ha secuenciado el genoma de dos especies de marsupiales bilbi, una de ellas ya extinta
Redacción - 01-07-2024 - 10:25 H - min.
Un equipo internacional con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha secuenciado el genoma de dos especies marsupiales de bilbi, una de ellas ya extinta. Los datos han permitido desarrollar una herramienta para evaluar de forma más rápida y eficiente las poblaciones naturales de la especie que todavía pervive para evitar su extinción.
Los resultados del estudio, publicados en Nature Ecology & Evolution, suponen un avance importante en los campos de la genómica y la evolución, así como en la conservación de las especies.
El estudio ha estado liderado por la Universidad de Sydney en colaboración con varios centros de investigación, sobre todo australianos, y ha sido llevado a cabo en colaboración por investigadores, guardabosques indígenas australianos y gestores conservacionistas. Por parte de la UAB han participado Aurora Ruiz Herrera y Laia Marín Gual, investigadoras del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología y del Instituto de Biotecnología y de Biomedicina (IBB).
La investigación se ha centrado en el bilbi mayor (Macrotis lagotis), marsupial también conocido como ‘muñeco’ por la comunidad indígena australiana de Kiwirrkurra, a la que está altamente vinculado, para comprender mejor su biología y desarrollar medidas de conservación más eficientes.
El bilbi mayor, tomado a menudo como el Conejo de Pascua australiano, es el único marsupial representante de su familia que aún pervive. Omnívoro, con grandes orejas y bolso orientado hacia atrás, habita el desierto australiano y tiene un valor cultural y ecológico muy significativo. Sin embargo, tan sólo se encuentra en un 20% del espacio que ocupaba inicialmente en Australia.
Su declive, además, está reduciendo su conocimiento entre la comunidad indígena, a la que está altamente vinculado, así como las prácticas de su mantenimiento. Las poblaciones de bilbi mayor que viven en hábitats salvajes son a menudo gestionadas por agentes rurales indígenas, mientras que unos 6.000 ejemplares viven en santuarios cerrados, islas y zoológicos.
El estudio ha secuenciado el primer genoma de bilbi mayor a nivel cromosómico y también gran parte del genoma del bilbi menor, especie de bilbi que se extinguió en 1931. El primero se ha obtenido de un ejemplar procedente de un zoo y el segundo, del cráneo de un ejemplar de 1898. Los investigadores destacan que el genoma de referencia del bilbi mayor es uno de los genomas de marsupiales de mayor calidad obtenidos hasta ahora.
La comparación del genoma con la secuencia de ADN de múltiples individuos procedentes de diferentes regiones y hábitats ha aportado información detallada sobre su biología única, como comprender qué les confiere su olfato singular y cómo sobreviven en el desierto sin beber agua, y permitido comprobar los beneficios genéticos que proporciona la mezcla de diferentes poblaciones (en cautiverio y salvajes). Esta medida, que se tomó para incrementar la variabilidad genética del bilbi mayor, se ha visto que garantiza su potencial adaptativo y su supervivencia a largo plazo.
Los datos genómicos también han servido a los investigadores para desarrollar y poner a punto una innovadora herramienta basada en SNP (polimorfismos de un solo nucleótido, es decir, pequeñas variaciones en la cadena de ADN). Esta herramienta permite comprender la distribución y movimiento entre poblaciones del marsupial o la relación de parentesco entre ejemplares con el objetivo de apoyar a las comunidades indígenas en la conservación de la especie.
A diferencia de las medidas que se utilizaban previamente, que dependían de la captura y recogida de tejido directamente de los animales, esta nueva aproximación permite analizar las variaciones genéticas de cada individuo a partir de sus heces, lo que facilita notablemente la recogida de muestras y reduce su coste.
“La aplicación de esta nueva herramienta facilita una evaluación ecológica apropiada tanto de las poblaciones en cautividad como de las salvajes y un mejor conocimiento de la diversidad genética de las diversas poblaciones”, señala Aurora Ruiz Herrera, directora del Grupo de Genómica Animal de la UAB. “Este avance representa un gran paso hacia la conservación efectiva del bilbi mayor y demuestra el poder de la genómica en la protección de las especies amenazadas”, destaca la investigadora.
El estudio ha estado liderado por equipos de investigación de la Universidad de Sydney, con la participación de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) en Sydney, la Universidad de Australia Occidental, la Universidad de Adelaide, el South Australia Museum de Adelaide y el Australian Museum de Sydney, además de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de California en Santa Cruz.