El Hospital de la Paz, junto a facultades de Veterinaria de la Comunidad de Madrid, el Instituto Carlos III y el Centro de Investigación en Sanidad Animal, ha realizado un estudio para conocer la opinión de los profesionales de la salud
¿Es aconsejable que los niños trasplantados convivan con mascotas?
El Hospital de la Paz, junto a facultades de Veterinaria de la Comunidad de Madrid, el Instituto Carlos III y el Centro de Investigación en Sanidad Animal, ha realizado un estudio para conocer la opinión de los profesionales de la salud
Redacción - 08-09-2022 - 09:51 H - min.
Alrededor de 88 millones de hogares en la Unión Europea tienen un animal de compañía, con tasas de penetración de la propiedad de mascotas en los hogares que van del 38% al 68 % en la Unión Europea y Estados Unidos.
Las terapias asistidas con animales (TAA) también se han promocionado cada vez más en los últimos años, tanto fuera como dentro de los centros de salud. Y es que se ha demostrado que el contacto con animales tiene efectos psicológicos y físicos beneficiosos, estimulando el bienestar emocional, la actividad física y pasar más tiempo al aire libre.
También son positivos para los niños, y algunos estudios apuntan que los menores con animales de compañía presentan trastornos emocionales con menos frecuencia que los que no tienen mascotas y los pacientes visitados por animales reportaron niveles de ansiedad disminuidos en comparación con los pacientes que reciben visitas solo de voluntarios.
En definitiva, las mascotas tienen muchos beneficios sociales, emocionales y de salud para los niños, pero tampoco se puede subestimar el riesgo de infecciones zoonósicas, especialmente para los pacientes inmunodeprimidos.
Por ello, un grupo de investigadores españoles del Instituto de Salud Carlos III, la Universidad Autónoma de Madrid, el Hospital Universitario La Paz, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) y las facultades de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y la Europea de Madrid ha realizado un estudio para conocer la opinión de los profesionales de la salud.
Para llevarlo a cabo, se distribuyó una encuesta en línea sobre el conocimiento y las recomendaciones sobre zoonosis proporcionados por profesionales de la salud con respecto a las mascotas a través de sociedades médicas internacionales y redes de investigación a los médicos que tratan a los receptores de trasplantes pediátricos.
“El trasplante es un proceso complejo que provoca altos niveles de estrés para las familias y los pacientes, así como mayores cargas financieras y de tiempo, interacciones familiares interrumpidas y una importante reestructuración de las rutinas diarias. La mejor adaptación familiar después de un trasplante pediátrico se ha asociado con resultados médicos y psicosociales beneficiosos, y las mascotas podrían ser un beneficio adicional”, consideran los autores.
De hecho, indican que hasta el 70% de las familias de niños con enfermedades crónicas informaron de que los beneficios de tener un animal de compañía superaban los riesgos para la salud, y el 92% de los encuestados que tenían mascotas sintieron que retirarlas tendría un impacto negativo. “Por lo tanto, los profesionales de la salud deben abordar este problema con las familias y deben comunicar tanto los beneficios como los riesgos que impone tener una mascota”, señalan.
Un total de 151 profesionales de 28 países participaron en la encuesta. Hasta el 29% de los encuestados había tratado al menos un caso de zoonosis. En general, el 58% consideró que la evidencia era demasiado escasa y el 23% reconoció que la desconocía o estaba desactualizada.
Entre los participantes que trabajaban en unidades o centros sin recomendaciones específicas sobre mascotas, solo el 58,2% preguntó activamente sobre la tenencia de animales durante la anamnesis, y el 67,5% reconoció desconocer la tasa de tenencia de animales de compañía entre sus pacientes.
Teniendo esto en cuenta, el 27% de los encuestados desaconsejaría incorporar al hogar una mascota. Sin embargo, en los casos en los que el paciente ya la tenía, solo el 9% de los encuestados aconsejaría deshacerse de ella, mientras que el 78% recomendaría mantenerla, sin diferencias significativas entre los distintos grupos de especialistas.
Los médicos que ya tenían un animal de compañía desaconsejaron con menos frecuencia la tenencia a los pacientes, mientras que los que no tenían mascotas se mostraron más dispuestos a desaconsejar la tenencia de animales.
Por otro lado, los autores detectaron que los especialistas en enfermedades infecciosas tenían más probabilidades de identificar agentes zoonósicos entre una lista de patógenos en comparación con otros especialistas.
En cuanto al tipo de mascota, los investigadores, haciendo referencia a protocolos ya existentes indican que se deben evitar algunos animales como cachorros y gatitos menores de 6 meses, mascotas exóticas, animales callejeros y salvajes, reptiles, tortugas o anfibios. “Los receptores de trasplantes deben evitar limpiar cajas de arena para mascotas, jaulas para pájaros, comederos para pájaros y peceras, desechar desechos animales o manipular heces de animales”, apuntan.
Asimismo, las manos deben lavarse antes y después de entrar en contacto con animales, su comida o suministros. Se debe evitar besar a las mascotas, ser lamido por los animales, acostarse con perros o gatos, compartir alimentos con animales, actividades con alto riesgo de rasguños o mordeduras, o mantener jaulas o almohadas de mascotas en la habitación del paciente.
Asimismo, un 61% de los participantes manifestó que no existían recomendaciones institucionales respecto a mascotas en sus centros o unidades. Sin embargo, el 43% de ellos reportó iniciativas terapéuticas que involucraron animales en sus centros.
Un ejemplo es el Hospital 12 de Octubre, que mediante la iniciativa Huellas de Colores impulsa un proyecto para estudiar el impacto de las terapias asistidas con perros en la salud de los pacientes y sus familiares.
La iniciativa, pionera en las unidades de cuidados intensivos pediátricos de España, cuenta con el apoyo de compañías del sector de la salud y nutrición animal como MSD Animal Health o Dingonatura.
“En resumen, nuestros resultados sugieren una alta heterogeneidad y una percepción de bajo riesgo respecto a las zoonosis entre los profesionales sanitarios que atienden a los receptores de trasplantes pediátricos”, apuntan los investigadores.
Eso sí, destacan que se necesita “urgentemente” más evidencia para establecer pautas basadas en evidencia para los receptores de trasplantes que tienen mascotas. “Mientras tanto, los profesionales de la salud deben abordar el contacto con animales entre otros factores de riesgo, idealmente desde un enfoque multidisciplinario y con una perspectiva individual de riesgos y beneficios", remarcan.
Los autores defienden que se debe proporcionar información clara por escrito, incluido el momento de la adquisición de una nueva mascota, los requisitos veterinarios y de higiene y fuentes adicionales de información. “Los especialistas en enfermedades infecciosas y los veterinarios pueden apoyar la toma de decisiones y deben participar”, afirman. “Los profesionales de la salud deben comunicar esta información a las familias para mejorar la calidad de vida de los receptores de trasplantes pediátricos”, concluyen.