JUEVES, 28 de marzo 2024

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ANIMALADAS

Entrenan a tiburones cebra para ir solos al veterinario

Los tiburones cebra que han nacido en cautividad en España son entrenados para que acudan solos al punto donde los veterinarios revisan su salud y les ofrecen cuidados

Los tiburones cebra, a los que se les está enseñando a acudir al veterinario al oír un sonido, tienen la rara característica de que pueden reproducirse por partenogénesis.
Los tiburones cebra, a los que se les está enseñando a acudir al veterinario al oír un sonido, tienen la rara característica de que pueden reproducirse por partenogénesis.

Entrenan a tiburones cebra para ir solos al veterinario

Los tiburones cebra que han nacido en cautividad en España son entrenados para que acudan solos al punto donde los veterinarios revisan su salud y les ofrecen cuidados

Redacción - 17-05-2019 - 15:16 H - min.

Dos de los tres únicos tiburones cebra nacidos en cautividad en España comienzan estos días a relacionarse por primera vez en su vida con otros peces en el Acuario Poema del Mar mientras reciben el entrenamiento necesario para que acudan solos al punto donde reciben los cuidados veterinarios.

Famara y Miño son dos ejemplares de esta peculiar especie de tiburón propia del Pacífico y el Índico, que sorprende porque carece de uno de los atributos con los que más relaciona a los escualos en el imaginario popular, los dientes. Además posee una cualidad muy poco frecuente: sus hembras pueden reproducirse sin necesidad de que las fecunde un macho, por partenogénesis.

Estos dos tiburones Stegostoma fasciatum nacieron hace año y medio en el acuario de Loro Parque en Puerto de la Cruz (Tenerife), el único de España que ha logrado hasta la fecha que esta especie críe en sus tanques, y desde hace unos días se aclimatan a su nuevo hábitat, el espectacular atolón tropical del Poema del Mar.

Famara, la hembra, nació el 26 de diciembre de 2017 con 114 gramos de peso y 34 centímetros de longitud, medidas que en estos momentos ya se han transformado en 2,9 kilos y 1,02 metros. El macho, Miño, nació el 14 de enero del año pasado, con 82 gramos y 33,5 centímetros, que ya son a 2,4 kilos y 95 centímetros.

Desde su llegada a su nueva casa, los dos jóvenes tiburones cebra se encuentran en fase de entrenamiento y será así como aprenderán a identificar el sonido que anuncia la hora de la comida y a nadar hasta la lona azul que utilizan los cuidadores para alimentar a todos los tiburones del acuario y para pesarlos, medirlos, realizarles análisis de sangre o administrarles algún tratamiento veterinario.

"Es muy importante tener control sobre los animales. Un animal no te dice qué le duele y, además, es difícil de capturar para administrarle un tratamiento, cuando no imposible. Cuanto más control tengas, mejor", ha explicado el conservador del Acuario Poema del Mar, Alberto Castellanos.

Los dos nuevos inquilinos del acuario comen cinco días a la semana el equivalente al 5 % de su peso en una dieta compuesta de merluza, chipirones, langostinos, mejillones y peces azules como atún o caballa, ha detallado Castellanos, asegurando que a estos peces "les sienta bien descansar de comer".

"Una hembra de tiburón cebra puede reproducirse en la naturaleza por partenogénesis, no necesita al macho. No se sabe exactamente en qué situaciones, pero se piensa que en circunstancias de estrés o en momentos en los que escasean los machos", ha explicado el director de Poema del Mar, insistiendo en que estos casos se dan en "situaciones límite".

Miño y Famara, que también son únicos en su especie porque no hay dos tiburones cebra con las mismas manchas, están en pleno proceso de adaptación a su nuevo hogar y a sus nuevos hábitos de vida que los cuidadores les están enseñando. Una aprendizaje que al concluir les permitirá acudir a su cita con el veterinario solos.

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