El hallazgo podría tener implicaciones para los pacientes humanos de fibrosis quística, así como para los modelos animales
Una enfermedad canina arroja luz sobre la fibrosis quística en humanos
El hallazgo podría tener implicaciones para los pacientes humanos de fibrosis quística, así como para los modelos animales
Redacción - 29-07-2024 - 17:57 H - min.
La causa de una enfermedad de la vesícula biliar canina que conlleva la acumulación de mucosidad anormal similar a la observada en pacientes humanos con fibrosis quística (FQ) es la expresión incorrecta del gen asociado a la FQ en humanos.
El hallazgo podría tener implicaciones para los pacientes humanos, así como para los modelos animales. El trabajo se publica en la revista American Journal of Physiology-Gastrointestinal and Liver Physiology.
La enfermedad (formación de mucocele en la vesícula biliar) está causada por la lenta acumulación de mucosidad espesa y deshidratada que interfiere en el funcionamiento normal de la vesícula y acaba provocando su obstrucción y rotura. La formación de mucocele se observa sobre todo en perros de raza pura: en EE.UU. es más común en los perros pastor de las islas Shetland, mientras que en el Reino Unido son los border terriers los más afectados.
“Hace sólo 20 años que empezamos a ver esta enfermedad en un puñado de razas”, recuerda Jody Gookin, profesor de medicina interna de pequeños animales en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor de la investigación. “Lo que captó mi atención fue lo similares que parecían estas vesículas biliares a las de los modelos animales de FQ”, rememora.
La mucosidad espesa e inmóvil asociada a la FQ en humanos se deriva de un defecto en un gen llamado CFTR, responsable de depositar canales en las células epiteliales que luego secretan cloruro y agua. Estos canales lubrican la superficie celular, manteniendo la mucosidad húmeda y móvil. En la FQ, la ausencia de estos canales lubricantes hace que la mucosidad se deshidrate y obstruya pulmones e intestinos. Pero en los pacientes humanos, las vesículas no se llenan de mucosidad deshidratada.
“No hay constancia de casos de FQ natural en ninguna especie no humana”, afirma Gookin. Pero cuando los investigadores estudian la FQ en modelos animales eliminando el gen CFTR, esos animales desarrollan a menudo la misma patología de la vesícula biliar que se observa en los perros con formación de mucocele.
“Eso nos llevó a preguntarnos si los perros con mucocele tenían una mutación en CFTR, pero no era así. Lo que sí tenían era un fallo en el funcionamiento del CFTR”, incide.
Gookin realizó la secuenciación del genoma completo en sangre extraída de ocho perros pastores de Shetland con formación de mucocele en la vesícula biliar y comparó la localización y frecuencia de variantes en el gen CFTR con 115 perros de 12 razas con alto riesgo de formación de mucocele y 2.519 perros de 340 razas consideradas de bajo riesgo de formación de mucocele. No hubo diferencias significativas entre los grupos. Además, los perros con formación de mucocele no tenían mutaciones en CFTR en lugares donde sí las tienen los humanos con FQ.
“Lo que esto significa es que, de algún modo, estos perros están adquiriendo una disfunción del canal CFTR que no se basa en un defecto en el gen”, indica Gookin.
“Podría deberse a la influencia de otros genes y factores ambientales que influyen en la función CFTR. Nuestros próximos pasos serán analizar el genoma completo de estos perros para ver si hay otras mutaciones que puedan ser un factor, si hay algo más en su genoma que los haga susceptibles de desarrollar esta enfermedad”, remarca.
“Lo más revelador para mí es la idea de que es posible desarrollar una enfermedad similar a la FQ que no esté causada por una mutación en el gen CFTR. Identificar la causa subyacente de la disfunción del CFTR en perros con formación de mucocele tiene importantes implicaciones para las personas, donde factores similares podrían contribuir a enfermedades similares a la FQ, o revelar nuevas dianas terapéuticas para la FQ”, concluye.