El esquiador cuenta las condiciones en las que se encuentran los perros en las granjas en el país coreano tras una visita a una de ellas. Espera que las personas sean conscientes ante el problema del comercio de la carne del perro que existe en el país
Un esquiador olímpico alerta sobre las granjas de perros de Corea del Sur
El esquiador cuenta las condiciones en las que se encuentran los perros en las granjas en el país coreano tras una visita a una de ellas. Espera que las personas sean conscientes ante el problema del comercio de la carne del perro que existe en el país
Isabel Gómez - 26-02-2018 - 14:00 H - min.
El esquiador estadounidense Gus Kenworthy, que participó en los JJOO de invierno 2018 y reivindicó su homosexualidad con un beso a su pareja Matt Wilkas, ha denunciado el estado de las granjas de perros en Corea del Sur y las condiciones de los perros de allí en su Instagram.
Kenworthy comenta que él junto a su pareja Matt visitaron una granja de este tipo y aunque él no está de acuerdo en este tema pero lo acepta denuncia la situación precaria de los perros de allí. La granja que él visitó le dijeron que los perros de ésta se mantenían en buenas condiciones en comparación con otras granjas del país. En verdad, los canes se encontraban mal nutridos y maltratados físicamente. Además, los lugares donde vivían eran pequeños, con suelo de alambre y estaban expuestos a las condiciones meteorológicas del invierno y el verano.
Estos perros pueden llegar a ser sacrificados, explica Kenworthy en Instagram, y lo realizan delante del resto de canes, los electrocutan y pueden pasarse hasta 20 minutos agonizando. También comenta que algunos de estos animales eran mascotas y que fueron robados o encontrados y vendidos para ser comercializados en la industria de la carne de perro.
En Corea del Sur existen más de 2,5 millones de perros que se crían para alimento en unas condiciones perturbadoras, señala Gus Kenworthy. A lo largo del país existen unas 17.000 granjas de este tipo.
En palabras suyas, no está en él imponer los ideales occidentales en las personas de allí, porque esto en realidad forma parte de la cultura coreana. Pero si deja constancia de que la forma en la que se trata a estos animales no es la correcta “es completamente inhumana y la cultura nunca debe ser un chivo expiatorio de la crueldad”.
Kenworthy ha adoptado un perro en el país coreano y le dará la mejor vida posible en Estados Unidos tras terminar sus vacunas. Pese a que Beemo, nombre que le han puesto, ya tiene un hogar el esquiador explica que aún hay millones de perros que necesitan ayuda, incluso en los Estados Unidos. Lo único que espera tras la visita en esta granja es “crear conciencia sobre la humanidad del comercio de la carne del perro y de la difícil situación de ellos en todas las partes del mundo”.