Un estudio señala la existencia de un parásito alojado en el cerebro de las hormigas que, de ser ingerido por los rumiantes, podría transmitirse al ser humano
Descubren un parásito en las hormigas que podría afectar a los humanos
Un estudio señala la existencia de un parásito alojado en el cerebro de las hormigas que, de ser ingerido por los rumiantes, podría transmitirse al ser humano
EFE - 07-06-2018 - 14:00 H - min.
Un estudio internacional liderado por el investigador español Daniel Martín Vega de la Universidad de Alcalá (UAH), apunta la posibilidad de que un parásito alojado en el cerebro de las hormigas sea ingerido de forma accidental por los rumiantes y afectar ocasionalmente al ser humano.
Según recoge la revista Scientific Reports, el Dicrocoelium dendriticum, un gusano parásito capaz de manipular el comportamiento de sus hospedadores, se aloja en el cerebro de las hormigas de manera transitoria antes de hacerlo de forma definitiva en los mamíferos, principalmente en el ganado vacuno, y ocasionalmente en el hombre.
En un comunicado, la UAH explica que el ciclo de vida del Dicrocoelium dendriticum comienza cuando sus huevos son liberados con las heces del hospedador definitivo (mamíferos) y las formas larvarias que eclosionan infestan a los caracoles, que es el primer hospedador intermediario. Es entonces cuando se reproducen de manera asexual y dan lugar a numerosas copias que son liberadas con la baba del caracol, que después ingieren las hormigas, el segundo hospedador intermediario. Al menos uno de los parásitos migra al cerebro de la hormiga y comienza a manipular su comportamiento, mientras que el resto se enquistan en el abdomen a la espera de ser transmitidos a un hospedador definitivo.
EL PROCESO DEL CONTAGIO
Las hormigas parasitadas se comportan como "zombis", trepan por la vegetación herbácea y se quedan inmóviles, colgadas de las hojas con sus mandíbulas, de manera que pueden ser ingeridas accidentalmente por el ganado vacuno.
Aunque se trata de un ejemplo clásico de parasitología, los mecanismos que utiliza este parásito para manipular el comportamiento de la hormiga hospedadora se desconocen por el momento.
No obstante, el comunicado de la UAH añade que este estudio proporciona nuevas pistas sobre el control que ejerce el parásito en el comportamiento de su hospedador al haber visualizado por primera vez su interrelación con los tejidos de éste. Para ello, se han utilizado técnicas no invasivas de micro-tomografía computarizada, similar al TAC utilizado en medicina clínica, pero con resolución microscópica.
Martín Vega, investigador postdoctoral en la Unidad de Zoología del Departamento de Ciencias de la Vida de la UAH, ha contado con la colaboración de investigadores del Natural History Museum de Londres, el University College de Londres, la Universidad de Lethbridge (Canadá) y el Departamento de Agricultura y Agroalimentación del Gobierno de Canadá.